Atracción sexual.

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Abrí mis ojos con pesadez por culpa de la luz que entraba por la ventana de mi cuarto, miré mi móvil que marcaba las doce de la mañana, y mi cuerpo pedía café.

Encima de la mesa del salón había una botella vacía y un cuenco con alguna que otra palomita, el sofá estaba deshecho y mi ropa de ayer tirada por el suelo. Me encendí un cigarro mientras llamé a Tom.

—Hola —Saludó éste a través de la línea. —Tuve que irme, hoy quedé para hacer un trabajo —Se hizo un silencio por unos segundos. —Y no sabía si llamarte por si estabas dormida

—No importa —Una sonrisa se me dibujó en el rostro cuándo ví su cartera encima de la mesa. —¿Te dejaste tu cartera aquí a posta para venir a verme otra vez, o por despiste? —Bromeé sentándome en el sofá.

—Puede que la primera opción

—Estúpido moreno —Escuché una risa por parte de éste. —Ven cuando quieras, aquí te espero

—Nos vemos —Se despidió Tom antes de colgar.

Miré al techo suspirando, finalmente Selena tenía razón, por una cosa u otra, Tom y yo acabamos en la misma cama. Sonreí al recordar las palabras de ésta aquel día.

—Maldita Selena —Maldecí internamente mientras bebía de mi café.

(.)

—No sé Sara, tal vez lo mejor sea contarle a Alison —Habló Tom con preocupación, a lo que yo fruncí el ceño.

—No te precipites Tom, sólo fue un polvo —Me encogí de hombros, a lo que éste me miró confundido.

—Ah —Soltó cortante, apartando su mirada de la mía. —¿Sólo soy atracción sexual?

La cara de Tom se descompuso, realmente había un nudo de sentimientos en el aire. Yo no sabía lo que quería, sólo sabía que no podía arriesgarme a que Lukas lo supiese.

—No es eso Thomas —Lo miré a los ojos. —Créeme si te digo que eres la mejor persona que conocí desde que salí del centro, pero tienes novia y llevas mucho tiempo detrás suya

—¿Y eso qué tiene que ver para no poder decirle que me he acostado con otra que no es ella?

Me dejó sin palabras, realmente tenía razón.

—Mira Tom, no sé qué es lo que pasa entre nosotros —Dije dándole una calada al cigarro mientras daba vueltas por mi salón. —Lo único que sé, es que estás a tiempo de olvidarte de lo que pasó a noche, y seguir con Alison

Tom se levantó de golpe mirándome perplejo.

—¿Eso es lo que quieres? —Preguntó seco sin dejar de mirarme.

Yo me sentí cómo una basura, yo nunca tuve sentimientos ni valentía para decir la verdad, al fín y al cabo era una excelente mentirosa. Me acerqué a Tom y puse mis manos sobre sus hombros.

—Pienso que debes hacer eso, perderías todo lo que has conseguido hasta ahora —Suspiré con preocupación y sus ojos bajaron hasta mi boca. —No hagas eso, por favor

Suspiré nerviosa. Su cercanía a partid de ayer me provocaba nervios en el estómago, un escalofrío volvía a recorrer mi cuerpo cuándo llevó sus manos a mi espalda, introduciéndose por debajo de mi camiseta. Me acerqué lentamente y mordí su labio inferior, haciendo que éste soltara un gemido ahogado.

—¿Entonces es atracción sexual cuándo te pones nerviosa si me acerco?

Yo sonreí mirando hacia otro lado liberándome de su agarre y dando un paso hacia atrás.

—Joder Thomas—Suspiré llevándome las manos a la cabeza y agarré su cartera para después dársela. —Vete ya si no quieres que acabemos igual que anoche

Éste sonrió para agarrar la cartera y guardarla en su bolsillo. Se dió la vuelta y andó hasta la puerta para después girar a verme una vez más.

—Si eso es lo que quieres, no diré nada y haremos cómo que nada pasó —Me miró con media sonrisa. —Sólo piensa qué es lo que quieres

El castaño me miraba con rostro burlón. Sus finos labios formaban una sonrisa pícara.

—Lo pensaré

Éste asintió dedicándome una última sonrisa y saliendo de mi piso.

(.)

—Entonces dices que haréis cómo si nada pasó —Dijo Jonas fumando de su cigarro.

Yo asentí insegura.

—¿Y qué se supone que sois?

—Nada —Hablé nerviosa. —Sólo somos amigos que se acostaron, pero que lo olvidarán —Me encogí de hombros.

Jonas suspiró mirándome serio.

—Mira Jasmín, siempre te he apoyado en todas tus pésimas decisiones —Mascuyó sin dejar de mirarme. —Desde coger una identidad falsa, entrar a trabajar en el banco cómo tapadera para Lukas, aceptar alojamiento por parte de éste —Enumeró con sus dedos. —Y Tom parece un buen chico, pero vas a acabar pillada de él, y cuándo todo ésto acabe y tengas que largarte de Queens durante un tiempo, ¿Qué harás?

—Es que eso no pasará  —Susurré mirando al suelo.

—No me jodas con eso, Jasmín —Bufó Jonas. —Llevas tres meses conociendo a Tom, y desde que os conocéis habéis creado un gran vínculo entre ustedes y, ¿Ahora os acostáis?

Yo asentí sin preocupación, queriendo darle la menor importancia al asunto.

—¿Me quieres decir ahora que también sois sólo amigos? Por favor, Jasmín —Negó con la cabeza.

Yo estaba cajizbaja fumando de mi cigarro, realmente no sé si Jonas tenía razón o no. Lo único que sé, es que yo no estaba enamorada de Tom, simplemente era atracción físicamente y sexualmente, mezclada de un poco de cariño tal vez.

—Sólo piénsalo antes de que las cosas vayan a más —Me aconsejó Jonas. —Tal vez en algún futuro estéis destinados a acabar juntos, o tal vez simplemente él vuelva con su novia y le diga lo que pasó dejando su conciencia tranquila

—Lo pensaré, Jonas

Jonas me abrazó y apoyé mi cabeza sobre su hombro. Siempre me daba buenos consejos.

Mentirosa ¶Tom Holland. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora