Sólo hablar.

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Fumaba de mi cigarro mientras miraba el techo tumbada en el sofá. Todavía no me creo lo de ayer. El teléfono vibró indicando una notificación.

Tienes un mensaje de WattsApp.
+912 31 45 11: Hola Sara, siento lo de ayer..
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Yo sonreí como una estúpida y lo volví a bloquear dejando el móvil en la mesa

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Yo sonreí como una estúpida y lo volví a bloquear dejando el móvil en la mesa. Suspiré volviendo a mirar al techo, y el móvil volvió a sonar.

Tienes un mensaje de WattsApp.
+912 31 45 11: Iré a buscarte si hace falta Sara, no me obligues... sé que me conoces y sabes cómo soy :)

Me levanté del sofá ignorando el WattsApp y miré la hora recordando que tenía que ir a lo de Mike, realmente no sé cómo llamar a eso... pero haría lo que hiciera falta para mantenter a Tom y Harry a salvo.

(.)

—Hey —Saludó Mike dándome una copa. —¿Cómo está mi chica favorita?

—Apurada, Tom no deja de hacerme preguntas y yo simplemente lo esquivo —Me encogí de hombros bebiendo de la copa.

—Quizás sea lo mejor que puedas hacer, ya lo metiste en problemas —Me ofreció un cigarro. —Aunque nuestro acuerdo sigue en pie, lo mantengo vigilado para que nada le pase

—Gracias Mike, si le volviese a pasar algo yo...

—Ey, tranquila —Me interrumpió mirándome. —Los chicos estarán bien, y en cuanto a Lukas —Hizo una pausa dándole una calada al cigarro. —Lo tengo vigilado también, él está vendiendo armas y drogas —Se encogió de hombros.

—Lo de siempre, pero no durará mucho —Lo miré sonriendo, y el solo asintió.

—Hay un chico joven que preguntó por tí —Cambió de tema de repente. —Es bastante joven, me pareció raro... Si vuelven a hacerte algo malo, no dudes en decírmelo Jasmín

Yo solo asentí dejando la copa vacía encima de la barra. Para hacer éste trabajo, tenía que estar al menos algo ebria.

Andé hasta el cuarto que me indicó Mike, y solté un largo suspiro antes de abrir la puerta. Mi sorpresa fue al ver a ese chico moreno, con ojos y pestañas grandes sentado en la silla en frente de la cama.

—Hola —Saludé sonriendo sentándome en la cama.

—Hola —Me devolvió el saludo algo.. ¿Tímido?

—¿Quieres una copa? —Le pregunté quitándome la chaqueta, y éste sólo asintió. Raro.

Le serví una copa, ya que en las habitaciones habían pequeñas barras con botellas y hielo. Se la acerqué y me senté en su regazo, el chico se tensó de repente.

—¿Estás bien? —Pregunté confusa. —Me refiero, a que estás algo tenso

—Sí, gracias —Sonrió tímido mirando mis piernas colgando de las suyas. —¿Cómo te llamas?

—Sara —Sonreí encendiendo un cigarro. —¿Fumas? —El chico se encogió de hombros y le ofrecí uno. —¿Y tú eres...?

—Jack —Dijo encendiendo su cigarro.

—Bien Jack, ¿Qué te apetece hacer? ¿Alguna sugerencia?

—Mmm... ¿Te apetece hablar? —Yo me quedé sorprendida ante su pregunta. Éste chico era muy raro.

—Haremos lo que tú digas, pero... —Miré el reloj de la pared. —Sólo tenemos media hora —Me encogí de hombros mirándolo persuasiva.

—¿Y qué?

—Pues que... ¿No te apetece hacer otra cosa antes de hablar? —Pregunté sorprendida.

—Sólo me apetece hablar —Se encogió de hombros mirando hacia otro lado.

—Mmm.. vale —Le sonreí mientras me sentaba en la cama frente a él. —¿De qué quieres hablar?

El chico se quedó pensativo durante unos segundos.

—¿Alguna vez has sentido que la jodiste demasiado con alguien y que no hay marcha atrás? —Su pregunta me pilló por sorpresa.

—Sí —Sonreí recordando a Tom. —Sólo hay que aprender a perdonarse uno mismo, y a pedir perdón a esa persona

—¿Y si no hay más oportunidades? —Me miró bebiendo de su copa.

—Pues... hay que seguir, ¿No?

Un silencio incómodo se hizo en la habitación. Cuándo Jack se levantó, pensé que quería pasar a la acción, pero no. Simplemente se sentó a mi lado.

—¿Qué tal tus aficiones? Porque ésto lo harás por necesidad, ¿No? —Preguntó con sus mejillas sonrojadas.

—Me gusta mucho bailar —Sonreí levantándome para poner una canción en tele. —¿Tú?

—Jugar al fútbol tal vez —Se encogió de hombros. —Soy un chico deportista

Yo sonreí mirando la copa de su mano.

—Vaya deportista —Dije en frente de él aún. —¿Por qué vienes aquí a hablar solamente?

—¿Te impresiona? —Preguntó apoyando su mano atrás de él. —Simplemente necesitaba hablar con alguien que no supiese nada de mí

—¿Por qué? —Me senté a su lado.

—Para desahogarme —Se encogió de hombros. —¿Por qué decidiste hacer ésto?

—Por algunos motivos... personales

—Oh —Agachó su cabeza mirando el suelo. —Lo siento —Me miró preocupado.

—Ven, bailemos un rato —Lo cogí de la mano levantándolo.

Empecé a bailar delante de él aún con mi copa en la mano, lo que él me miró sonriendo y moviéndose igual que yo. Hablamos durante un rato más mientras bailábamos, hasta que llamaron a la puerta.

—¿Jasmín? —La voz de Mike sonó detrás de la puerta. —¿Estás bien? Ya pasó más de media hora

Miré el reloj de la pared, que indicaba que pasó una hora, lo que sonreí apagando la tele.

—Nos vemos Jack, fue un placer —Hice una referencia en frente de él de forma bulona.

—Gracias por... ésta hora y... —Se acercó y me dio un sobre con el dinero, pero no pensaba mirarlo. Cogió sus cosas tímidamente, y me dedicó una última sonrisa. —Nos vemos —Se despidió saliendo de la habitación para marcharse rápido escaleras abajo.

Mike me miraba de brazos cruzados desde la puerta.

—¿Todo bien? —Preguntó confundido. —Tú jamás te pasas más de media hora ahí dentro —Señaló la habitación y yo sonreí.

—Todo bien —Dije pasando por su lado. —Hasta mañana

Salí del local rápido para quedarme sentada en la puerta pensando en lo que acababa de pasar, hasta que un mensaje me sacó de mi burbuja.

Tienes un mensaje de WattsApp.
+912 31 45 11: Estoy en la puerta de tu casa, ábreme :)

Mentirosa ¶Tom Holland. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora