Rosas.

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–¿Dónde carajos está? —Gritaba cómo una loca en la puerta de la casa de Lukas.

—Señorita Gómez, él no puede atenderla ahora —Me decía el guardia de la puerta.

Yo ya estaba colapsada. Llevaba quince malditos minutos en la puerta intentando entrar, pero era en vano.

—Me da igual Jhon, necesito ver a Lukas ahora mismo —Exigía tirando la colilla del cigarro justo en sus pies. —O me dejas entrar ahora mismo o llamaré a la policía

—¿Qué significa éste alboroto? —Se abrió la puerta principal, dejando ver a Lukas en bata y con una copa. —¿Dónde están tus modales Jasmín?

—¿Modales? —Grité enfadada dando un paso hacia delante quedando frente a él. —Exijo que me des una maldita explicación

Lukas le hizo una señal con la cabeza al guardia de seguridad, dejándome pasar. Entré en la casa, y me quedé de pié en el salón.

—¿Qué carajos te pasa? —Se sentó en el sofá cruzando sus piernas.

—¿Has sido tú?

Lukas me miró confundido, aunque con una media sonrisa.

—¡Has sido tú joder! —Lo empujé de los hombros.

—Cálmate o te largas de aquí —Dijo tranquilo mientras le daba una calada al porro. —Hablas del castaño, ¿No?

—¿Por qué mierda has hecho eso? —Grité con lágrimas en los ojos. —Hice lo que me pediste, hago todo lo que me pides siempre —Dije dando vueltas por el salón. —¿Por qué has hecho eso Lukas? Él tiene familia, él está en coma y no sé si despertará o se quedará así

Lukas me miraba con una ceja arqueada.

—Mira Jasmín, lo he hecho por la simple razón que te vi con él en la playa. Sabía perfectamente que no ibas a tener valor de decírselo, y te lo avise —Se encogió de hombros. —Quien avisa no es traidor

—Eres un imbécil sin corazón, y lo peor de todo es que sí se lo dije —Hablé en un susurro sentándome a su lado. —Sólo quería despedirme de él

—¿Follando? —Me miró con rostro burlón. —Me da igual Jasmín, ya está hecho. Tú deberías de haber actuado con cabeza y no con tus partes bajas, ésto no hubiese pasado si se lo hubieras dicho y ya

Yo lo miré perpleja, con lágrimas en los ojos nublando mi vista.

—¿Sabes qué? —Me levanté del sofá quedando en frente de él. —No quiero seguir más con ésta maldita basura, búscate otro conejillo de indias que se juegue la libertad por tí. Siempre he hecho lo que me as pedido en éstos largos meses. He mentido a personas que quiero, y le has hecho daño al chico que me gusta —Enumeré con mis dedos. —No pienso seguir más con ésto. Apañatelas como puedas, pero yo pienso decir la maldita verdad —Dije dándome la vuelta para irme, pero me agarró fuerte del brazo.

—Tú seguirás el plan a pie de letra, esperarás a que el maldito túnel esté terminado y le abrirás la cámara acorazada a los chicos —Decía serio. —Y cuándo tengamos todo el dinero, harás lo que te de la real gana. Pero mientras, recuerda que tenemos un trato, y que si rompes ese trato, ese chico acabará muerto ¿Entiendes?

Yo lo miraba con odio y con miedo a la vez. Sabía de lo que era capaz Lukas, ya que me lo a demostrado. Sólo pude asentir cabizbaja sollozando.

—Yo le mandaré anónimamente a la familia del castaño dinero para que puedan mandarlo a el mejor hospital —Dijo sirviéndose una copa. —Pero tú tienes que cumplir tu puta promesa

—Que te jodan

—Por cierto, saldré de Queens durante cinco meses o así - Rascó su barbilla sin preocupación. —El plan quedará pausado hasta nueva orden, tendrás tiempo para despedirte bien de Tom, si es que despierta

Yo lo miré una última vez, con rabia. Salí de la casa llorando, y muy enfadada. Me monté en el coche y me fuí.

(.)

Mi corazón estaba roto, sólo podía mirar su nombre grabado en la tumba. Leyla Williams Rodríguez. Dejé un ramo de rosas rojas, las que más le gustaban.

—Te echo tanto de menos Leyla, todo se está jodiendo —Hablé mirando su nombre grabado en la lápida. —Ayúdame por favor, necesito que salves a Tom —Mis lágrimas salían sin cesar.

Una mano se apoyó en mi hombro, aunque no le di importancia.

—Sabía que estarías aquí —La voz de Jonas me tranquilizó. —Abrázame

Me levanté del suelo y los brazos de Jonas me rodearon. Lloré en su pecho, sintiendo un poco de alivio.

—El está en coma, Jonas —Lo miré a los ojos, apenada. —No sé si volverá a despertar

Jonas me miraba triste, acariciando mi pelo.

—Lo hará, no te preocupes —Me volvió a abrazar, sujetando un paraguas.

—No lo sé... —Suspiré entre sus brazos viendo como las rosas se mojaban por la lluvia.

—Sé positiva Jasmín, todo cederá pronto —Habló seguro, mientras mirábamos la tumba de Leyla. —Ella te ayudará, estoy seguro

—Necesito llevarte a un sitio —Recordé el lugar al que me llevó Tom a mirar las estrellas.

—Vamos —Me abrazó por los hombros, mientras salíamos del cementerio.

Cuándo alguien al que quieres sufre, el dolor se apodera de tu corazón, sólo deseaba que Tom despertara, para poder ver sus ojos café con ese brillo en ellos.

Mentirosa ¶Tom Holland. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora