Mentirosa ¶Tom Holland.

Acto vengativo.

Me miré por un segundo más al espejo antes de salir y volver a verle la cara a ese maldito de Thomas, me las va a pagar.

–Discúlpenme la tardanza, no me encontraba bien –Mentí sentándome otra vez en mi sitio.

–Sí, no tienes buena cara –Dijo Jack apoyando su mano en mi muslo descubierto, lo que me hizo extremecer. –¿Estás bien? ¿Quieres que nos vayamos?

–No que va, estoy bien –Le sonreí a Jack, y mi mirada se topó con la de Tom.

Una sonrisa malévola aparecía en su rostro, acto seguido de un guiño. Desvié mi mirada para no darle mucha cuenta, lo que acababa de hacer no estaba bien.

El móvil de Jack comenzó a sonar en medio de la mesa, con un número desconocido, a lo que Jack lo cogió inmediatamente.

–¡Eh Jack, te tocó pagar! –Gritó Jonas entre risas señalándolo.

–Lo siento, ahora vuelvo –Dijo Jack levantándose rápidamente.

No le presté mucha atención, aunque sí debió de ser importante para querer pagar todo lo que consumimos entre todos.

La mirada de Tom clavada en mi era inevitable, y empezaba a incomodarme. Lo miré a los ojos esperando a que apartase su mirada, pero en cambio de eso gesticuló con sus labios ¿Quieres más? Mi cuerpo se tensó.

–Lo siento mucho chicos, tengo que irme, asuntos familiares –Habló Jack sacando bastante dinero de su cartera y dejándolo sobre la mesa. –Tenemos que repetir, y Sara –Se acercó a mi y dejó un beso en mi cabeza. –Te llamo después

Los chicos se despidieron de él y luego de esto se marchó.

–Pobrecito, no deberíamos de haber dejado que pagase –Habló Selena mirando el dinero. –La próxima pagamos entre todos Jonas, sería un asunto importante y tuvo que pagar el chico

Todos se rieron y yo miraba mi móvil intentando ignorar la mirada de Tom, que ya se estaba haciendo pesada.

–Y qué dicen, ¿Vamos a tomar a otro sitio? –Sugirió Harry terminándose su cerveza.

–A mi me parece bien –Habló Tom, lo que levanté la mirada y seguía mirándome.

Pagamos la cuenta con el dinero de Jack, lo que me hizo sentir fatal después de lo que sucedió en el baño. Nos fuimos hacia un pub que había en la esquina de esa misma calle a seguir bebiendo. Llegamos a la puerta y todos entraron, pero me quedé en la puerta cogiendo un cigarro de mi bolso.

–¿Estás bien? –Se acercó Jonas apoyando su mano en mi hombro. –Se te ve mala cara Jasmín, sólo déjame que te lleve a casa si te encuentras mal –Susurró sin que nadie pudiese escuchar mi nombre.

–Estoy bien, enserio –Le sonreí encendiendo un cigarro. –Vamos entra, ahora voy yo

Jonas asintió con una mirada de desaprobación, pero me hizo caso. Inhale la calada del cigarro muy profunda, me sentía mal.

–Hey

Una sonrisa se dibujó en mis labios. Era cómo si ese chico ahuyentase a mis demonios.

–¿Puedo hacerte una pregunta?

–Dispara –Se apoyó en la pared en frente mía.

–¿Por qué lo hiciste?

–Acto vengativo –Se encogió de hombros. –Sé que en verdad no quieres estar con él, Sara

–Sí que quiero, Tom –Mascullé enfadada. –Desde que despertaste estás muy arrogante, te crees que estoy loca por ti y eso no es así –Escupí con rabia mirándolo. –Sólo olvídame, ¿Quieres? ¿Tan difícil es hacer tu vida como si no nos conociésemos?

Tom se quedó callado, mirándome. Su mirada estaba vacía, pero su expresión lucía seguro de sí mismo.

–Sara, no sé ni cómo ni cuándo pasará, pero te juro que me voy a acordar de ti –Se acercó peligrosamente como un tigre acechando a su presa. –Te tengo en mente todo el tiempo, busco y busco entre mis recuerdos y estoy a punto de descubrirte, Sara Byers –Habló tranquilo cerca de mi rostro. –Dale tiempo a ésta cabeza

Dijo antes de entrar al pub dejándome atónita ante sus palabras. Sonaba a desesperación. Quizás no soy la única que estaba desesperada.