𝑴𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒆𝒔 [𝑲𝒊𝒏𝒈 𝒙 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓]

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𝓣𝓱𝓮 𝓫𝓮𝓰𝓲𝓷𝓷𝓲𝓷𝓰 𝓸𝓯 𝓽𝓱𝓮 𝓪𝓭𝓿𝓮𝓷𝓽𝓾𝓻𝓮

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— ¡AHH! — Grité al sentir una presión en mi torso y un rugido que probablemente me destrozaría mi tímpano, al abrir los ojos me encontraba atrapada en la mano de este monstruo de la nueva generación. Me movía frenéticamente para poder liberarme sin mucho éxito.

— ¡NO ____! ¡____! ¡TE SALVARÉ! — Vi como King se liberaba de la púa que lo tenía sujetó y volaba en mi dirección pero de un momento a otro el monstruo se regeneró. — Se regenera...

— ¡RAAAAAA! — Este maldito me va a dejar sorda. Con mayor insistencia a mi intento de escape logré liberar mi mano derecha. Esta criatura estaba por atacarlo.

— ¡NO PERMITIRÉ QUE LASTIMES A KING! — Elevé mi brazo liberado. —¡ESPINAS NAVAJA! — El suelo comenzó a temblar y en un segundo los mosaicos del suelo salieron volando así como tierra para dar paso a una enredadera de espinas que comenzó a lanzar sus afiladas púas en dirección a nuestro atacante. — ¡KING!

Tan rápido como grite, el castaño envió su tesoro sagrado a este monstruo.

— ATAQUE COMBINADO: TIRO CRUZADO. — Dijimos ambos y una luz apareció haciendo que cerrará mis ojos, eliminamos el núcleo de lo que controlaba al caballero sacro, abrí un poco mis ojos y al no percibir la brillante luz los abrí completamente y había un hoyo donde anteriormente estaba el caballero y como de un edificio en ruinas, la criatura comenzó a desmoronarse.

Solté un pequeño grito ya que creí que caería al suelo pero me calme al sentir como unos brazos me tomaban en el aire. — Gracias King. — Sonreí y vi un ligero sonrojo en su rostro.

— Lo hicimos ____. — Dijo con una bella sonrisa sin despegar su mirada de la mía. Oímos cómo los espectadores aplaudían y ambos giramos nuestro rostros para contemplar la escena de los recién casados abrazándose con mucho afecto, al separarse nos miraron con una gran sonrisa y todos los presentes nos alagaban, pasados unos minutos se alejaron mientras se despedían de nosotros y finalmente King tocó el piso.

Nuestras miradas se encontraron, simplemente el momento era perfecto y por mucho que lo deseara no podríamos estar toda la eternidad así.

— Me atrapaste. — Dije con una sonrisa triste y King me bajó. — Bien, haré lo que me pidas... Puedes pedir cualquier cosa.

— ¿Ha-hablas en serio? — Miré como el alzaba su rostro en mi dirección, era un poco gracioso que me viera así ya que suele flotar cuando alguien de mayor altura estaba a su lado, básicamente todo el tiempo.

— Claro, es raro que diga algo en broma pero sólo una cosa. — Contesté tranquila, aunque quería molestarlo un poco, contrariando mi comentario. — Pero que no tenga nada que ver con tus perversiones. — Inmediatamente se sonrojó.

— ¡N-no! ¡Yo n-no te-tengo esos pe-pensamientos! — Respiró profundo para calmarse. — Quiero que me respondas con total sinceridad... Hoy en la tarde cuando al fin le confesé mis sentimientos a Diane, como lo planeamos... — Sabía a lo que se refería, sabía lo que Diane le contestó. — ella me rechazó, diciendo que su corazón le pertenecía a otro chico y que no sería capaz de lastimar a la persona que realmente siente atracción hacia mí...

— Ki-king... — Dije en un susurro inaudible. Sus ojos color miel estaban algo iluminados, no estaba segura si se debía a la luz o si eran lágrimas tras recordar el rechazo de la chica de ojos morados.