XV

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𝓜𝓮𝓶𝓸𝓻𝓲𝓮𝓼
𝑃𝑎𝑟𝑡 𝑜𝑛𝑒

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La oscuridad era mi única acompañante, el frío me envolvía y mi cuerpo se sentía totalmente débil. ¿Así se sentía morir?

Al menos eso creí cuando la calidez me rodeo y una pequeña luz brillo en el lugar, no quería abrir mis ojos pero aquella luminosidad me lo impedía. Quería saber donde estaba, si en verdad estaba en el famoso paraíso.

Un bello azul cielo me recibió y al enderezarme me encontré con un gran campo que, por alguna extraña razón, me hacia sentir nostálgica.

- Temía que no despertarás. - Habló una voz masculina a mi espalda y al girar me me encontré a ese hombre de cabello grisáceo y unos lindos ojos azules.

- ¡Papá! - Exclamé con emoción y corrí a sus brazos. - Finalmente estaré a tu lado por la eternidad. - Me sinceré con una voz infantil.

- Mi querida florecilla. - Correspondió mi abrazo. Desprendía tanto amor ese gesto, sin duda alguna anhelaba su cariño. - No digas esas cosas, todavía tienes una vida por delante. - Nos separamos del abrazo y mi rostro detonaba gran confusión. - No estas muriendo, bueno, al principio si pero después conseguiste mantenerte con vida.

- ¿Qué? Pero es imposible, mis heridas eran prácticamente incurables. - Lo pensé unos segundos hasta que reaccione. - Un segundo, por eso sentí el sabor metálico en mi garganta...

- Sir Ban te ha dado de su sangre para mantenerte con vida. - Confirmó mis sospechas. - Quiere recuperar el tiempo perdido.

- ¿Lo sabías? - En respuesta recibí un gesto de aprobación. - ¿Por qué nunca me lo dijiste?

- Me hizo prometer que no te diría nada. Te juro que le insistí que estabas en derecho de saberlo pero él creía que de esa manera te estaba protegiendo. - Desvíe mi mirada a el gran campo asimilando lo dicho por Zaratras. - En verdad lo siento.

- ¿Por qué? Él te lo hizo prometer. - Suspiré regresando mi mirada a su rostro. - Sólo me gustaría entender porque tomó esa decisión.

- Quizás la respuesta esté aquí. - Señaló el lugar y yo le mire con una ceja alzada. - Estamos en tus memorias, algo debemos hayar.

En ese momento recordé lo dicho por mí espíritu y asentí. Papá me tendió su brazo y gustosa lo acepte, caminamos por un rato sin decir nada. Sólo el sonido de nuestros pasos en el pasto hasta que en la lejanía vimos una casa.

- ¿Una casa? - El lugar lucía viejo y olvidado. Sin dudar mi padre abrió la puerta y la voz de un niño fue lo que nos recibió.

- No lloren. - Dijo con preocupación, se veía totalmente angustiado. Él no superaba los diez años y frente a él habían dos pequeñas que lloraban sin parar, creo que tenían unos dos años. - Por favor...

- ¡SERÁ MEJOR QUE CALLES A ESAS MALDITAS! - Regaño una voz masculina, al escucharla sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo.

- S-si... - Susurró con miedo y dirigió su mirada preocupada a las niñas. - Niñas, por favor... - Guardó silencio unos minutos hasta que su rostro se iluminó y comenzó a hacer caras graciosas. Aquella acción borró la tristeza del rostro de ambas y ahora sonreían.

- B-ban. - Dijeron al mismo tiempo. Nostalgia, eso era lo que recorría cada fibra de mi cuerpo. - B-ban...

𝑴𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒆𝒔 [𝑲𝒊𝒏𝒈 𝒙 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora