V

792 62 66
                                    

┎┈┈┈┈┈┈┈୨♡୧┈┈┈┈┈┈┈┒

𝓦𝓲𝓽𝓱𝓸𝓾𝓽 𝓽𝓻𝓾𝓼𝓽 𝔀𝓮 𝓬𝓪𝓷'𝓽 𝓭𝓸 𝓲𝓽

┖┈┈┈┈┈┈┈୨♡୧┈┈┈┈┈┈┈┚

– Por favor, necesito encontrar un médico. – Oí la súplica de Diane, Kala corría a toda prisa para poder alcanzar a la gigante que sin previo aviso tomó a Meliodas para correr al pueblo de Dalmally. – Esperen, solo quiero saber si hay un doctor en esta aldea.

– ¡Te lo dije! – Se quejó Hawk 

– Escuche, nosotros nos encargaremos de buscar un doctor. Si nos...  – Habló Elizabeth una vez que llegamos con ella, baje de mi caballo y seguido le ayude a la peli plateada.

– ¡No, yo lo haré!. – Su mirada reflejaba tristeza e ira. 

– ¡Todos huirán en cuanto te vean! ¿Qué no te has visto? – Contestó Hawk. La mirada de la de orbes morados se frunció más y ahora me observaba. 

– Tranquila, déjanos ayudarte a encontrar a un médico. – Sonreí con dulzura. – Somos un equipo y entre todos debemos apoyarnos y encontrar soluciones. Sin confianza no lo lograremos.

– Está bien, vayan a buscar a un doctor. – Contestó con pesar.

– No te muevas y será mejor que tú te quedes a vigilarla. – Me ordenó Hawk antes de comenzar a correr junto a Elizabeth. Giré para encontrarme con una Diane sentada mirando su mano con tristeza, ahí se encontraba su capitán. 

– Señorita Diane, ya puede tranquilisarse; pronto traerán ayuda. – Me acerqué y toque su rodilla derecha, de esa forma logré llamar su atención.

 – ¿Por qué me tratas así? – Su voz sonaba llena de dolor.

– ¿Perdón?

– Me tratas como si nada hubiera pasado, fui mala contigo hace diez años y sólo por mis celos de verte con el capitán; en el bosque te lastimé al soltarte y te tachaba de zorra. Sin importarte estas aquí siendo tan amable.  – Sus lindos ojos comenzaron a humedecerse. – ¿Por qué no eres como las demás personas? Todas esas que me odian por ser un pecado y me huyen por ser una gigante.

– Diane – Levantó su mirada al oír su nombre, ¿qué debía decirle? Ella se estaba sincerado y se notaba arrepentida.

– Ni siquiera ese cerdo y esa princesa me dan el mismo trato que tú, me temen. – Las lágrimas salieron de sus ojos y yo estaba atónita, sentía mucha lástima por ella y a pesar de que fuera mucho más grande que yo su comportamiento era el de una pequeña. – ¿Por qué tú no?

Sentí un vacío en mi pecho al verla así de frágil, sabía lo que era cargar con la culpa y el arrepentimiento pero a diferencia mía ella si podía enmendarse. 

– Yo no puedo tratarte como los demás porque sé lo que es sufrir y en tu actuar lo vi. Meliodas es importante para ti siempre ha estado para ti y eso también lo entiendo. – Diane me estaba dando una de las lecciones más importantes de mi vida. – Quizás las situaciones son distintas pero ambas sentimos lo mismo y por eso soy incapaz de ser mala contigo cuando lo que necesitas es alguien que este a tu lado, ayudándote a sentirte mejor. – Y esa lección era que nunca era tarde para reconocer tus errores y ser capaz de querer enmendarlos.

– Pero eso no justifica mis actos, nunca debí desquitarme contigo; ni siquiera entiendo porque estás aquí ayudando a unos criminales.

– Te guías por tus malos actos y olvidas lo bueno que hiciste por mí – Le di una linda sonrisa con intención de calmarla. – Olvidas que me diste tu mano cuando fracasaba en mis entrenamientos; Meliodas no era el único que me brindó su ayuda tras mi tragedia, también tú estuviste ahí alentandome a mejorar. – Con su mano libre limpió sus lágrimas. – Es normal dejarse afectar por lo malo, dejarnos hundir por los errores; permitiendo que se borren las buenas acciones, esas pequeñas luces que nos llenan de bondad. Y estoy aquí porque sé que no lo son.

𝑴𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒆𝒔 [𝑲𝒊𝒏𝒈 𝒙 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora