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2 meses más tarde

—Debe ser una jodida broma.—expresó seguido de llevar mis manos a la ropa que llevaba cerca de mi

—Llevas dos meses haciendo esto,¿por que te quejas ahora?.—continuo dephora

—Estoy cansada,¿si?. No hemos salido de este lugar...si estoy agradecida pero debemos arriesgarnos y ir al mundo mágico.—suspiro con cansancio

—No sabemos lo que puede estar pasando, sabes que puede ser muy riesgoso para ti.—dijo dephora para levantarse y marcharse.

Estaba cansada de este lugar, y no porque fuera malo. Es decir me parecía lindo y siempre estaré agradecida por brindarnos un lugar para vivir, pero debíamos ser realistas no podríamos escondernos por mucho tiempo en este lugar. Debíamos arriesgarnos y ir al mundo mágico. Cada uno necesitaba saber sobre su familia, tendría que hablar con mi padre. No importaba si me costara enfrentarme a mi madre, claramente lo haría.

Pero sabía que ellos no pensaban de la misma manera que yo, sobre todo Greg el cual había llenado su vacío con aquella chica, Jane. En estas últimas semanas se habían vuelto inseparables, habían creado un lazo indestructible tanto que Greg se negaba a regresar al mundo mágico. Y lo entendía, él estaba enamorado. Ella no sabía su verdad, y no pensaba arriesgarla a todo este lío.

Mientras dephora junto a thomas habían entablado aún más su relación. Se habían comportado como una pareja de marido y mujer, él trabajaba ayudándole en la granja a Cyra debido a que sabía una que otra cosas sobre los animales de la granja mientras greg ayudaba a Jane con los deberes. Mientras tanto dephora y yo realizábamos la limpieza en nuestra ropa lo cual no me agradaba, no servía para esto. Pero debía dejar mi glamour aún lado y no quejarme.

Ellos se mantenían felices en este lugar, estaban a salvo.

Pero yo no, yo no tenia a nadie por el cual pensar que esto sería mejor. Estar escondida en este lugar no me llevaba a ninguna paz en mi, necesitaba saber sobre mi padre, mi familia. Inclusive sobre el.. ya había pasado suficiente tiempo de esconderme. Tomó las últimas prendas que quedaban para marcharme a la cabaña, en el transcurso me encuentro a Jane la cual abrazaba con felicidad a Greg, su mirada lo decía todo.

Amor

El merecía esto, después de tantas oportunidades que jamás aceptó con algunas de las chicas en Hogwarts la situación ahora era completamente diferente, a él le gustaba ella. Y no podía permitirme alejarlo de su felicidad, continuo mi camino llegando hacia la cabaña de reojo observó como dephora besaba lentamente a thomas, aquello provocó que pequeñas lágrimas cayeran de mis ojos las cuales quito rápidamente.

Ellos necesitaban esto, no pensaba arriesgarlos. No pensaba quitarles su felicidad, tendría que hacerlo yo misma. Corro a la entrada principal donde seguramente se encontraría Cyra, una vez que llego la saludo de inmediato por lo cual ella repite mi acción y pide que me siente a almorzar pero niego rápidamente.
—Cyra, he venido a pedirte tu ayuda.—expresó rápidamente. Ella se dirige a una silla que está muy cerca de mí para prestarme atención
—No estarás...¿embarazada?.—expresó cyra rápidamente a lo cual suelto un pequeño chillido y niego rápidamente

—No, no. ¡por merlin,no!.—aquella pregunta me había causado suficiente vergüenza a lo cual podía asegurar que mis mejillas estuvieran  del mismo color de la cabellera de ron.— He venido a pedir tu ayuda, sé que no has acogido en tu casa. Y lo agradezco, pero debo irme.... pero ellos no.

—Cariño.. tú eres bienvenida aquí, pero entiendo que quieras buscar tu felicidad. Un bello hombre te espera, tanto amorío en este lugar debe estar cansándote.—comenzó a hablar cyra causando más vergüenza en mi pero no decidí interrumpír preferí utilizar aquel motivo para poder marcharme.— Piensas decirles ahora o

—¡No! Me iré sin decirles nada porque se que ellos querrán venir, y ellos están felices aquí y no pienso arrebatarles su felicidad. Me iré ahora, escribí estas cartas en la noche para que pudieras dárselas.—interrumpo rápidamente, tomó las cartas que les escribí a mis amigos para poder dárselas a Cyra, las cuales tomó y sonrió a mi dirección.—Es hora de irme, nunca terminaré de agradecerte todo. Nos has salvado y protegido Cyra. Eres una gran mujer

Cyra corrió a abrazarme, el calor de su cuerpo contagió al mio. Me hundo en su pecho para absorber su aromo, a rosas como siempre. En todo este tiempo había sido sumamente apegada a cyra, y creamos un vínculo inexplicable, el despedirme de ella me afectaba. Pero debía de hacerlo.

—Cuídate. Y prométeme que me visitarás pronto mi pequeña.—sonrió ante sus palabras para asistir y poder marcharme.

Me alejo de aquel lugar que me hospedo unos meses, para seguir caminando lo más lejos posible. Mi cabeza estaba apunto de estallar de los nervios a los cuales me encontraba, pero debía hacerlo. Volteó rápidamente previniendo de que nadie se encontrara cerca a mitad del campo, sacó mi varita de mis zapatos para poder pensar en aquel lugar

—Aparición.—exclamó agitando mi varita de la cual salió una luz blanca, seguido que mi cuerpo se tambaleaba. La sensación que produce es una fuerte presión en todo mi cuerpo, como si hubiera sido aplastada o forzada a pasar por un lugar muy estrecho. Justo como lo recordaba

En cuestión de segundos me encontraba en aquel lugar, justamente a una distancia muy cerca. La madriguera, observó rápidamente por todos lados si alguien se encontraba cerca no quería que algún mortifago estuviera rondando y pudiera verme. Corro rápidamente hacia la entrada, debido a que el transportador no me llevaba directamente en el interior de dicho lugar. Puesto a que en el mundo mágico, los magos lo consideran tan descortés.

Mi respiración sonaba cortada, mi mirada caía por todos lados apresurada a que no fuera vista, toco la puerta un par de veces ruidos dentro de la madriguera se hicieron presentes. Dos cabelleras pelirrojas se asomaron de inmediato, en cuanto ven mi figura saltan sobre mí ayudándome a entrar.
—Tu padre está como loco.—expresaron los dos al unísono provocando que riera, los abrazó rápidamente a lo cual ellos asombrados repiten la acción

—El ¿está bien? ¿Donde está?.—preguntó inquieta a lo cual los dos se burlan señalando la cocina. Corro de inmediato no sin antes agradecerles para dirigirme hacia donde se encontraba mi padre.  Arthur se encontraba junto a mi padre, el padre de los weasley voltea a verme y sonríe dando unas palmadas al hombro de mi padre, este voltea de inmediato y puedo ver lágrimas caer, el estaba aquí, estaba con mi padre.— Estoy aquí papá

Perversas Consecuencias (Secuela PS 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora