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Harry había entrado hace un par de minutos a mirar todo lo que había ocurrido, junto a Ron y Hermione. Conversó un poco con Hagrid y se limitó a seguir su camino. Llegó de pronto a ron para poder abrazarlo sin duda, tenía bastante tiempo de no mirarlo y él había sido el primero en aceptarme después de todo.
—No sabes lo feliz que estoy de verte, zanahoria.—continuo hablando provocando una risa en el
—Basta me sofocarás.—contesto burlesco. Hermione comenzó a mirar a ron, a lo cual sonrió al parecer alguien estuvo divirtiéndose esta noche.
—Así que.. Hermione.—preguntó en tono burlesco
—No hablaremos de esto.—continuo dándome una palmada en la espalda y llegar hacia su familia

Mi padre abrazaba a su hermano con demasiado cariño, entendía que si le terminaba pasando algo a Arthur, mi padre jamás se lo perdonaría. Ayudo a los profesor a levantar pertenencias que parecían estar tiradas por doquier, preferís mantenerme distraída y no observar el dolor de otros.

Odiaba esta situación, odiaba tener que observar como hechiceros lloraban la pérdida de alguien, odiaba la presión que tendría harry en estos momentos, odiaba a los mortifagos al creer en cada una de las palabras de aquel mounstro, lo odiaba. Hagrid me pide amablemente que vaya a descansar que él terminaría a lo cual no me niego, mis pies comenzaban a doler, llego a una de las sillas del ahora ex comedor debido a la catástrofe que estaba pasando para poder descansar un par de minutos. Pero antes de que pudiera cerrar mis ojos algo llamo completamente mi atención, un animal o eso era lo que pensaba al darme cuenta que era un simple Patronus.. Cisne. Observó a mi lado esperando que nadie pudiese verlo, me levantó continuando el mismo camino que aquel cisne, mi preocupación comienza a hacerse notar.

El cisne desapareció una vez que llegó al Lago negro, intentó acercarme un poco más al agua lo suficientemente fría que hace que me aleje. Las teorías sobre aquel Patronus comenzaron a estallar en mi cabeza, pero aquellas se confirmaron una vez que la sombra de mi madre apareció delante mío. Rápidamente levantó mi varita dispuesta a atacar lo cual provocó que mi madre soltara un suspiro

—Largo.—expresó fríamente

—Mikaela, no es momento de tu agresividad. Esto podría acabar, pero necesitas estar a mi lado.—expresó con suma tranquilidad.— Me ha dolida el verte alejada de mi, sabiendo que no estaba muerta. He querido recuperarte a toda costa pero sigues negándote, y no me sorprendería que tu padre te halla llenado tu cabeza de ideas absurdas. Es normal en los estupidos weasley.—soltó asqueada lo cual lo tomó en ofensa

—Debes estar bromeando. Tú sigues estando muerta para mi, no pienso ir a ningún lado contigo así que deberías aceptarlo. Aparentemente sabes muy bien a quien elegiría sin dudar, al final soy una weasley.—canturreó llamando su atención

—Tonterías. Eres una cría aún, por lo tanto vendrás conmigo, yo te daré una vida digna acabando esto. Conocerás a la única persona que ha sabido darme todo...—la paro de pronto debido al enojo que comenzó a correr en mi

Había querido a mi madre, ella me había dado la vida y siempre cuidó de mi. Pero el hecho que soltara aquellas palabras me hacía odiarla aún más después de todo lo ocurrido. Mi padre sin duda jamás mereció ser pisado de esta manera, él es un gran hombre y mi madre solo era una egoísta ambiciosa al poder.
—Lo único que necesito es a mi padre, así que aléjate o gritaré y en tan solo unos minutos.... ahora si morirás.—expresó sin alguna expresión en mi rostro. La veo observarme un poco más, conocía aquella mirada, ella estaba lo suficientemente molesta más no dolida. La miro alejarse rápidamente, la noche comenzaba a caer, regreso a Hogwarts evitando cualquier mirada.

Observó a mi padre ayudando a curar a algunos hechiceros heridos, mi sonrisa se ensancha a lo cual me dirigí hacia él pero antes de que pudiera llegar un grito ocasionó que todos saliéramos a la entrada de Hogwarts. A lo lejos divisó como mortifagos caminaban a nuestra dirección, me sujetó de la pers debido a que mis pies cansaban, mis manos comenzaban a temblar. Sabía que si volvíamos a tener otra lucha, esta vez no viviría para contarlo.

—Mikaela.—escuchó aquella voz, que juraba escuchar en mis sueños. Volteó bruscamente encontrándome el rostro de draco observándome con duda.—¿Te encuentras bien?.—preguntó dudando de acercase a mi

Sin dudarlo corro a abrazarme de él, con las pocas fuerzas que quedaban en mi. Sin duda alguna mi cabeza estaba llena de dudas acerca de él, pero el sentimiento que tenía hacía draco era aún mayor. El corazón siempre es primero, veo como una sonrisa comienza a aparecer en el rostro de draco justo en el momento que esconde su cabeza en mi hombro.
—Debes estar con ellos.—susurro una vez que comienza a alejarse de mi.—Tus padres te matarían al saber que estás aquí

—Ya les he ayudado lo suficiente, y a decir verdad no pienso marcharme de aquí sin ti.—continuo hablando cerca de mi
—¿Porque lo hiciste?.—suelto de pronto aquella duda seguía rondando en mi. En estos momentos el no se encontraba con Pansy y a decir verdad dudaba mucho que al menos estuvieran juntos en aquel momento.

—Mi familia siempre ha tenido en claro a qué bando pertenecemos, y a quien servimos. Voldemort me pidió una tarea lo bastante peligrosa y no podía llevarla sabiendo que corrías peligro, no pensaba que me manipularan contigo.—draco comenzó a levantar su brazo, levantó la manga de su saco negro y delicado para mostrarme aquella marca la cual mis padres solían hablarme cuando era pequeña. La marca tenebrosa es el símbolo de Lord Voldemort y sus mortífagos. Esta marca fue grabada a fuego en el antebrazo izquierdo de los mortífagos más allegados a Lord Voldemort y también podía ser conjurada en el cielo por el maleficio Morsmordre.—Es por ello que me uní a ello, era lo que debía hacer desde que nací. No quería relacionarte a esto, es por ello que termine contigo, y sabía que serás lo suficiente caprichosa para aceptar un ruptura simple por eso opte a pansy

—Besaste a pansy.—exclamó divertida

—Acabó de contarte mi relación hacia Voldemort y sobre la marca, y a lo único que le tomas atención es si me he besado com Parkinson.—preguntó rascando su cabellera para regalarme una sonrisa.—No la toque, créeme es lo suficientemente molesta para hacerlo.

Nuestras miradas recorrieron el lugar, los mortifagos se encontraban dispersos mientras reían por las palabras que soltaba Neville. Me pareció sorprendente mirar a Hagrid después de estar con él, cargaba del cuerpo de Harry. Tomó la mano de draco acercándonos más, pero eso solo lo empeoró. La voz de la madre de draco pidiendo que fuera con ellos. Suelto de pronto su mano para acentuar, al final era su madre y debía estar con ella.

Draco, pareció dudoso pero terminó acercándose a madre. Voldemort no dudó en acercarse a él para asentir y felicitarlo. Me acerco a mi padre que observaba a mi dirección.
—Ve adentro, puedo ver lo cansada que estas. Protege a los hechiceros menores.—sentenció mi papá guiándome a la entrada con suma cautela. Diviso como algunos hechiceros bajaban las escaleras dispuestos a pelear, les pido amablemente que volvieran a sus alcobas debido a que era un peligro para ellos.

—Les pido no salir de aquí, esto es muy riesgoso para ustedes. Ya hemos perdido muchos, y no los perderemos a ustedes. Yo los protegeré.—expresó una vez que reúno a todos en la sala de Hufflepuff para pedir a los retratos no dejar pasar a nadie.

Perversas Consecuencias (Secuela PS 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora