3 años después
Mis pies dolían debido a las zapatillas que usaba esa noche, me los quito sin dudar una vez que llego a la mansión Malfoy. Los recuerdos sobre esa noche inundaron mi mente, la boda de Hermione y Ron había sido una buena noche sin duda. Los hermanos weasley no dejaron de alzar al novio mientras reían de él y su traje el cual había sido elegido por su ahora esposa, mientras ella había sido lo suficientemente cuidadosa con cada detalle al respecto de su boda.
Baile toda la noche junto a mi padre y su ahora novia la señorita Nelly Nels, la misma que bailaba con él en la boda de dephora. Había sido difícil aceptar el hecho que mi padre se encontraría en una relación, debido a mis celos como hija. Pero no quería que fuera dañado mi padre no merecía un mal trato, pero mediante el tiempo conocí a Nelly mi comportamiento hacia ella cambió, era una gran mujer y sabía perfectamente que no le haría falta nada a mi padre con ella. Por lo tanto me mudé de mi antigua casa para darles privacidad, de ante mano sabía que en algún momento estarían dispuestos a tener bebés y no me quedaría a escucharlos.
Draco, hace seis meses me pidió que viviera con él y su madre por lo cual termine aceptando. Narcissa necesitaba compañía debido a la soledad que mantenía por su esposo, y que más teniendo a su nuera en la mansión. Dephora se había reído un par de veces de mi, debido a que estaba impaciente al hecho que todos estaban casándose menos yo, Greg hace un mes había contraído matrimonio con la Jane, al igual que Harry con ginny que esperábamos su boda para el próximo mes. En ocasiones mencionaba con alegría los temas de boda a lado de mi suegra con una víspera de esperanza si en algún momento draco reaccionaría ante aquellas palabras, pero todo era un fracaso.
—Draco.—susurro una vez llegando a la habitación de draco, acomodó mis zapatillas junto a mis pertenencias. Me dirigí hacia la litera observando a draco dormir; le había rogado un par de veces que me acompañase a la boda de mis amigos pero prefirió quedarse con la excusa que debía cuidar a su madre, pero sabía perfectamente sus razones y no podía reprochárselas. Acaricio su rostro antes de dirigirme a la bañera, quito cualquier rastro de maquillaje junto a mi largo vestido obsequio de mi suegra la cual compraba mis vestidos como si fuera una de sus hijas, y vaya que lo agradecía. Miro mi rostro una vez más, continuando mi camino al gran armario. Tomó una de mis pijamadas para ponérmela y continuar mi camino a la litera junto a draco.
—Ha sido horrible el traje de Ron.—susurro draco una vez que besó su mejilla
Río levemente
—Vaya que si, pero ha sido maravilloso.—exprese risueña
—¿Ron?.—preguntó dudoso
—La boda.—contesto de mala manera.—La boda ha sido sumamente perfecta, como todas a las que he ido. Es hora de dormir.—suelto furiosa una vez que tapo mi delgado cuerpo con las sábanas. Draco aferra mi cuerpo al suyo pero decido ignorarlo, cierro mis ojos comenzando a dormir me encontraba lo suficientemente cansada para seguir un minuto más despierta y entablar una conversación con mi novio acerca de las bodas me desesperaba lo suficiente.La mañana había sido agotadora, Narcissa me pidió acompañarla por unos trajes para draco debido a que ella pensaba que los que mantenía en su armario no estaban más para usar, y debido al trabajo que draco mantenía en el ministerio como su padre debía mantener una buena vestimenta. Al igual que aprovechábamos para comprar alguna que otra prenda para nosotras.
—Debes comer algo, preparare la comida de mientras come estas frutas cariño.—sentenció alegre mi suegra una vez perdiéndose por la cocina
Camino directamente a la habitación de draco para acomodar los trajes nuevos que habíamos comprado hace unas horas, los colgué donde se encontraban los demás. Levantó alguna de la ropa sucia para poder llevarla a la área de lavado y seguir mi camino a la sala principal. A cierta vista la mansión Malfoy podría ser lo más aburrido pero no lo era, los elfos que mantenían el orden en casa recibían mejores tratos y uno podría conversar animadamente con ellos. La biblioteca contenía suficientes libros para leerlos el resto de mi vida, sin olvidar que el jardín principal uno podría perderse de tan maravillosas plantas que se encontraban. El resto de la mañana me dispuse a encerrarme en la biblioteca hasta que llegó nuestro elfo Kinkli a pedirme amablemente que fuera a comer, al parecer draco había llegado ya.
La cabellera rubia de draco se hizo presente, Narcissa acomodaba los utensilios para poder comer. Llegó hacia mi novio y le doy un beso que él no tarda en contestar.
—¿Día difícil?.—espero la respuesta de draco el cual bebía de su copa
—Igual que siempre.—musitó una vez que comenzaba a comerAquella comida había sido lo suficientemente extraña, el silencio reinaba. Las sonrisas que me daba mi suegra parecían ser demasiadas, draco apenas y levantaba su mirada. No insistí ante aquello, los elfos entraron a recoger nuestros platos sucios, a lo cual me disculpe y me retire del comedor.
Camino al jardín en dirección a las rosas, hace unos meses Narcissa me había dado un espacio para poder plantar algo que quisiese y había elegido aquellas rosas un tanto muggle que al parecer draco no era de su gusto pero terminó aceptándolo. La brisa llegó a mis brazos provocando que me entrara un escalofrío, sobo mis brazos dándome calor pero era imposible en esta parte de la mansión pegaba el aire con tanta brusquedad. Pero me era muy tranquilo estar aquí, por lo cual no me marche.
—Debes estar congelándote, ven acá.—exclamó draco en una de las esquinas del jardín. Niego rápidamente, él sabía lo encaprichada que estaba con aquel jardín.
Draco llegó hacia mi, podía escuchar como susurraba lo terca que era pero ignore sus palabras, se acomodó alado mío mientras me brindaba su saco. Tomó mi cabellera para amarrarla en una coleta que pronto se deshizo al parecer jamás podrá hacerlo bien.
—Vas a coger un resfriado amor, vamos dentro.—susurro cerca de mi oído poniendo una mano en mi pierna mientras la acariciaba—Estoy bien, no pasará nada.—terminó de decir sin dejar de mirara aquellas rosas.—Has visto lo hermosas que están
Draco asintió
—Has hecho un buen trabajo, mi madre está feliz por el ambiente que le has dado al jardín.—contesto draco.—Y estará más feliz por estoNo preste atención a las palabras de draco me dispuse a concentrarme en el lugar que hasta ahora llenaba mi corazón, el gruñido de draco me hizo girar hacia el, mi boca se abrió por completo los nervios comenzaron a brotar en mi.
—Se que has esperado por esto mucho tiempo, aunque deberías saber que la promesa que te hice hace unos años en Hogwarts aún seguía en pie. Quiero pasar el resto de mi vida a tu lado, escuchar por las mañanas como te quejas de tu cabello, como lloras al leer esos libros muggles que no se porque aún no los quemó.—soltó una risa nerviosa que ocasionó una sonrisa de mi parte.—¿Quieres casarte conmigo Mikaela Weasley?
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Perversas Consecuencias (Secuela PS 2)
FanficLos dos éramos consientes del daño que causariamos el uno al otro.. Pero era terriblemente inevitable.. ¿o no? Estamos de vuelta. Secuela de Perversa Situación.