—Sigue viendo tu programa.— deje un pequeño beso en su cabeza. Él asintió y se fue a sentar en el mueble.
Tomé el celular y le di al botón para desbloquearlo. La contraseña. Hace unos días por coincidencia de la vida, pude ver como Justin la ponía, no perdía nada si lo intentaba.
13.02.15 - Incorrecta.
—Vamos Emma, piensa. La tienes.— me animé.
Intenté una vez más. Correcta.
Fruncí el ceño al ver de fondo de pantalla una chica, a la cual no se le veía el rostro del todo, solo su silueta, pero a decir verdad, era notorio lo del buen físico. ¿Quién demonios era ella? Pensé.
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No le tomé más importancia a ello y me dispuse a ver qué más tenía. Abrí el buzón de mensajes y no había nada, solamente uno que otro mensaje de la empresa, nada raro. Seguí viendo aplicaciones y nada. Sabía que esto no estaba bien, que invadía su privacidad y cruzaba una línea, pero creo que también merecía saber qué ocurría aquí. Quería saber si él era capaz de destruir lo que tanto nos ha costado.