Secuela WhatsApp ➳ j.b

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—¿En serio te casarás con él Emma?— es lo primero que suelta.

Me encojo de hombros.

—No creo que eso sea de tu importancia Justin, pero sí. Me casare con él.

Él frunció el ceño.

—¿Le amas?

—Le quiero Justin, le quiero.

—¿Pero no le amas?— volvió a insistir.

—Que eso ya no importa. Y te digo desde ya, si accedí a esta conversación fue por los niños. Pensé que hablaríamos de ellos.

Él soltó un suspiro.

—¿Cómo están ellos? Según he visto desde que conociste a Jason ellos están un poco mal... Jacob dice que él los odia.

—Jason los ama... ¿cómo sabes tú eso?

Podía ver cómo sus ojos detonaban un poco de preocupación.

—Pero es que no entiendo Justin... cómo es que llegas y solo... todo esto.

Negué levemente.

—Emma, yo no encontré a nuestros hijos, ellos me encontraron a mí. Jacob llamo a mi celular diciendo que era mi hijo. No le creí, pero la curiosidad me gano. Tenía que saber de qué iba todo esto. ¿Te imaginas de no haber sido así? Cuatro años, serían más de cuatros años.— reproché.— Él no es bueno Emma, yo lo sé.

—¡Es que no solo puedes llegar de la nada y decir cosas así!

Volví a negar.

—Esto es real. Nosotros somos reales.

Ella se quedo unos segundos en silencio.

—Eras tú ese día...

La mire confundido.

—¿De qué hablas?

—¡Entonces fue real!

—En la plaza. He ido a por Jacob, pero te vi. Pensé que me estaba volviendo loca, porque no solo pensaba en ti. También te estaba viendo.— explicó rápidamente.

—¿Pensabas en mi muñeca?— solté con una pequeña sonrisa.

—Que no es el caso Justin... ¿cómo Jacob encontró tu número?

Me encogí de hombros.

—No lo sé Emma.

Nos quedamos unos segundos en silencio.

—¿Tanto te hice sufrir?— solté de la nada. Aunque ya sabia la respuesta.

—¿Qué?

—Ese día Emma. Te dañe.

(*)

Emma.

—Ese día Emma. Te dañe.

Eso me había tomado desprevenida. Mire a otro lugar que no fueran sus ojos y sentí como los míos se cristalizaban. Aquí estaba él después de cuatros años, con esa mirada a la cual había dejado de ser inmune. Solo pude asentir. Sabía que si decía una palabra, dejaría a la luz todos mis sentimientos que tenía guardados en una caja, en lo más profundo de mí. Lo mire nuevamente, no podía, una pequeña lagrima bajo por mi mejilla.

—Me dañaste Justin. Nunca pensé que aquel chico que me mandaba aquellos mensajes por WhatsApp sería capaz de eso. Cuando vi aquello, sentí un gran dolor en el corazón, sentí como mi mundo se vino abajo, todo cambio...

—Emma...

—¿Por qué Justin? ¿Por qué lo hiciste? Te dimos todos...— esta vez las lagrimas comenzaron a bajar como cascadas.

El tendió una de sus manos y comenzó a secarlas. Pude sentir una descargar eléctrica por todo el cuerpo con su roce.

—Fui un egoísta y lo siento mi amor... yo no quería hacerte daño, no sabes cuánto me arrepiento... yo solo quiero a mi familia de vuelta.

Negué levemente.

—Es tarde Justin. Muy tarde.

—¡Mamá! ¡Madelin no para de moverse!— soltó Jacob bajando las escaleras rápidamente, pero se quedo en silencio al ver a Justin aquí.— ¡Papá! ¿Qué haces aquí?