Secuela WhatsApp ➳ j.b

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—Venga Justin, llevas semanas sin ver el sol.— se quejó Ryan, mi mejor amigo.

—¡Y apesta horrible!— soltó Alfredo, esta vez.

—Coman mierda.— murmure y tape mis oídos con la almohada.

—Ahora no tenemos tiempo para ello.— abrió la cortina provocando que toda la habitación se iluminara. Cerré los ojos inmediatamente.

—Maldición Christian. ¿Quieres cerrar la jodida cortina?— me quejé. Era un plan contra mí. Podía sentir cómo el sol me quemaba, literalmente. Llevaba cuatro semanas sin salir, bebiendo hasta perder la conciencia.

—¡Arriba Bieber!— sentí como despojaron la sabana de mi cuerpo. Gruñí. No me dejarían en paz.

—Son un jodido grano en el culo.— murmuré levantándome a regañadientes.

—Agradecerás después.— soltaron una carcajada.

—Si quieren pueden salir, o verme desnudo. Me duchare.

—Media hora, no más Bieber. No dudaremos en subir y arrastrarte fuera.— advirtieron y con eso salieron.

Caminé hacia el baño, con toda la pereza del mundo. Veinte minutos después estaba duchado. Literalmente me sentía como nuevo. Me coloqué un bóxer y busque ropa en el armario mientras me secaba el pelo con la toalla. Cuando la iba a colocar en el tendedero, vi la repisa con todas nuestras fotos familiares. Me quede observándolas por unos segundos. No pude evitar sonreír.

—Emma, amor.— murmure al escuchar unos ruidos en la habitación. Era de madrugada y ella estaba sentada en el piso con muchos marcos y fotos.— ¿Qué haces?

—Una repisa para nuestras fotos familiares.

—A las...— mire el reloj.— ¿Cuatro de la mañana?

Ella asintió.

—Mi creatividad no puede esperar.

Solté una carcajada y negué.

—Estás loca muñeca.— me pare de la cama y camine hacia ella, para dejar un beso en sus labios.

—Por ti, sí.

Pensar que lo había jodido todo. Que había mandado tantos años juntos a la mierda. Y me odiaba por ello.