—Aquí esta.— me entregó la revista.— Página sesenta y cuatro.— rápidamente la abrí y busque la pagina.
El prestigioso empresario Justin Bieber, al parecer sigue recaído por la repentina separación con su esposa, Emma Castillo. Fuentes cercanas aclaran que la chica le ha olvidado completamente, pero que aún su paradero se desconoce. Para más información ingrese a nuestro sitio web.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Justin Bieber.— susurre.— ¡Es mi papá!— grite abrazándola.— ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Te amo!— le di unas cuantas vueltas en el aire.— ¡Eres la mejor!
Ella rió.
—Vamos a entrar a la página.— tomo su laptop.
Nos quedamos un rato buscando y en realidad no encontramos nada con relevancia, solo chismes.
—Nada que me ayude a comunicarme con él.
Solté un suspiro y me acosté en la cama, tapando mi cara con una de las almohadas.
—¡Jacob! ¡Esto si te va a interesar!
Mire en su dirección. Había buscado el nombre de papá en google. Claro, cómo no se me ocurrió en estos últimos cuatro años. Allí se reflejaba su información y una que otra foto de él. No pude evitar fijarme en el gran parecido.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Justin Drew Bieber Mallette. Uno de los empresarios más prestigiados del mundo.