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Ya todo estaba listo. Habíamos dejamos los niños con la niñera. Y yo, pues estaba camino al restaurante.

—¡Rápido! ¡Se nos hace tarde!— nos apuro Vanessa.

—Bien, que te creería, pero falta media hora todavía.— hable yo.— Tú, cállate, y toma el jugo que te di.— la mire y solté unas risitas.

—Pero...— me paró.— Ya me los acabe.

—¡Te dimos tres!— habló Holly.

Ella se encogió de hombros.

—Son una delicia.— agarro el empaque donde venían estos.— Yo te extrañare.— se sobo la panza.

—Llegamos.— anunció Holly una vez que estuvimos frente a la entrada del restaurante.

Aquí íbamos. Entramos y nos sentamos en una mesa, en una de las esquinas, para ser más específicos. Desde aquí había una buena vista de todo el lugar. No pasó la media hora bien, cuando vi una figura bastante conocida para mí pasar por la puerta y sentarse en una mesa no muy lejana a la mía. Que comience la función.

Entre al restaurante y nos sentamos en una mesa, en la esquina del restaurante. Este me daba vista a todo el restaurante. Cuando veo una figura muy conocida pasar por la puerta; se sienta en la mesa de en frente. Que comience la función.

(*)

Justin.

Voy llegando con Yovanna al restaurante, la tenía en la palma de mi mano, como la quería. Ella creía que yo la amaba, pero qué decir, mujeres así, yo no me las podía tomar en serio. Y bueno, tal vez puede que si amara algo de ella. Amaba sus gritos cuando le metía mi polla... es tan excitante. Hace bastante tiempo que no me había permitido un poco de diversión para mí, ella era lo que necesitaba en este punto de mi vida.

—Bienvenido, señor y señora Bieber. Adelante.— nos dijo el mesero y asentí en agradecimiento. Toco la espalda baja de Yovanna, cerca de su gran culo operado y la dirijo hacía la mesa.

No tardo mucho para que una voz conocida retumbara mis oídos.

—Hey Bieber. ¿Qué piensas tú de la infidelidad?

Todas mis alarmas se dispararon. ¿Qué mierda hace aquí?

(*)

Emma.

Llegó el momento que tanto espere, ya era la hora. La mascara se le iba caer.

—Hey Bieber. ¿Qué piensas tú de la infidelidad?

—Es algo...— se calló unos segundos y nos miro a las dos.— Muy malo. Disculpa. ¿Quién eres?— se hizo el confundido.

Solté una carcajada irónica.

—¿Ahora no sabes quién soy? Dios. ¿Cómo es que caíste tan bajo Justin? ¿Cómo es que yo he creído todo este tiempo? Cada vez que me decías aquellas palabras... las cuales yo creía que eran verdad. Ahora me doy cuenta que aparte de un pedazo de mierda... eres un mentiroso. Ya no sé si creerte. ¿En serio eres tú Justin Bieber?— pregunte a la vez que negaba varias veces.

—Venga disculpa desconocida, que él no se llama Justin, es Theo.— habló la culo operado.

Esta situación comenzaba a hervirme la sangre.

—¿Pero de qué va esto? ¡Mentiroso pedazo de mierda!— alcé los brazos en su dirección.— ¿A caso cada cosa que me dijiste era en serio? ¡Eres el peor grano en el culo que me ha pasado Justin Drew Bieber Mallette! ¡Y te odio por eso!— grite y para finalizar, le metí una gran bofetada que creo haber escuchado por todo el lugar.

Las lágrimas comenzaban a caer por mi rostro, siendo sincera, ya no me importaba. ¡Lo amaba maldición! ¡Emma Castillo amaba a ese hombre aunque fuera un idiota!

No perdí más mi tiempo y salí de allí, no sin antes quitarle las llaves a Holly. Abrí la puerta del auto, pero algo me jalo el brazo. Me volteé, era Justin. Nuestros labios impactaron. ¿Esto era un maldito juego? Como me pude permitir, lo empuje lejos de mis labios.

—Yo lo lamento Emma...— soltó negando varias veces.

—Aléjate Bieber.— lo amenace.

—Lo lamento.— repitió.

Apreté la mandíbula unos segundos y me prepare mentalmente para soltar las siguientes palabras. Le quería, pero esto me estaba sobrepasando. Mi persona, me había traicionado, de la peor manera.

—Anda con tu culo operado.— lo mire fijamente a los ojos, no mostraba ningún tipo de sentimiento.— Y luego, buscarás dónde vivir. Porque tú Justin Bieber... estás fuera mi vida.

Él negó rápidamente.

—No me iré Emma, no me digas eso. Yo te amo... a pesar de mis errores te amo.

Solté una risa irónica.

—¿De verdad o de mentira?

Él se quedó en silencio. Entendía todo.

—Me arrepiento Justin. ¿Sabes?

Él me miro confundido.

—¿De qué hablas Emma?

—Tú me dijiste que no me arrepentiría, pero lo estoy haciendo. Adiós, Theo.— hice énfasis en mi última palabra y me monte en el auto.

—¡Lo siento joder!

Hasta luego, Justin.

Secuela WhatsApp ➳ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora