IX - Posibles Señales

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— ¿Nos los podemos quedar? Aún tenemos el cuervo que se está curando, un-

—No creo que no tenga dueño siendo que parece estar esperando algo. Y Hobi... No.

El niño inflo los mofletes. De la nada y por la mañana llegó un lobo gigante. Sentado llega fácilmente a su pecho y bien puede pasar fácilmente por una persona cambiada a su forma más primitiva. Son una especie muy rara, en Inglaterra no hay pues están acostumbrados al clima frío, a presas más grandes y llenas de grasa que solo se hallan en esta clase de ambientes. También cuentan con la cualidad de ser omnívoros.

Lleva un rato en el que Hoseok le lanza trozos de carne y el animal los devora como si jugara con su cachorro. Está inquieto por el animal, podría saltarles encima en cualquier momento. Agarra a Hoseok cuando el animal empieza a mover la cola. De un momento echa a correr y-

—Oh mierda, sí volvió. —dijo Yoongi con una cara totalmente sorprendida. El lobo lamia la cara de Namjoon con una gran efusividad. Jimin los vio alternativa.

— ¿E-es suyo?

—Algo así. Jin trató de entrenarlo, pero solo hacia caso a Namjoon—empieza a decir Jungkook—. Aun así... cuando Jin murió se fue, Namjoon también y pensamos que no regresaría jamás.

—Llegó en buen momento ¿A que sí? —El lobo ladra con la lengua fuera—. Vamos a cazar y tu vas a ayudarme. —Juega con la piel peluda del animal que se deja con una aparente sonrisa.

Jimin dio un largo suspiro bajando a Hoseok al suelo. Son como salvajes ¿Por qué no le extraña que hagan vínculos con animales así? Es otro gesto muy extraño. Siendo tan cercanos a los lobos y animales en general tiene una capacidad muy alta de empatizar. Los Betas quedan excluidos casi por completo de esto. Pues son casi humanos corrientes.

Y qué decir... Los cristianos no ven con buenos ojos esta capacidad.

Tampoco mostrarse como lobos, aunque posiblemente los nórdicos no sepan esto.

No tuvieron tiempo de saber más respecto a Mon -el lobo-, pues Namjoon partió de cacería con un grupo moderadamente grande. Tardaban días enteros en los que Jimin cuidaba de Taehyung y Hoseok en la medida de que sus deberes lo permitían. No era difícil, el par de niños por algún motivo iban tras su falda a falta de Namjoon para entrenar con Taehyung.

Sin mencionar que Hoseok cuida que Taehyung no se gane el afecto de su padre. Es suyo, Taehyung hasta le deseo la muerte. Esto es absurdo. La cuestión es que entre ambos no son capaces de entender las dificultades del otro y en si no tienen porqué. Son simples niños.

—Hacer mantas es muy fácil...

—No se trata de que sea fácil, se trata de que a la tercera que hacen ya quieres dejarlo así. —besa la mejilla de Hoseok, quién mantiene una concentración absoluta en lo que está haciendo. Taehyung se había enredado con el hilo a más no poder y él detiene la suya para supervisar que se no dañen lo que llevan.

Casi se cae y los asusta por ello. Sonríe para tranquilizarlos y luego ve a la ventana ¿Es el mismo cuervo que está en su habitación? No cree, aun tiene el ala dañada por el rasguño de Jungkook. Su graznido le hace doler los oídos y va dispuesto a espantarlo. Por el contrario, el cuervo solo revolotea a su alrededor, picotea con brevedad antes de irse volando.

«Hey, Jimin»

Empezó a correr como si al vida se le fuera en ello ¿Por qué escucha a su esposo hablar? Él ya no... Persigue al cuervo a través del bosque sin importarle nada. Lo escuchaba repitiendo lo mismo entre el graznido incesante del ave. Tropezó con una raíz y al levantarse del suelo se percató de la cueva que hay ahí.

Entra con cautela, creyendo que encontraría al cuervo, sin embargo, lo que encuentra fue otra cosa: Un oso. Una osa mejor dicho, gravemente herida y que resuella adolorida. Ante su nula agresividad se arrodilla y le empieza a hacer cariño para apaciguar un poco su agonía ¿Por qué llegó justo hasta aquí? Está a punto de creer de que es una manifestación sobrenatural o algo.

—Shhh... ya va a pasar el dolor. —susurra recostando un poco la cabeza en el pelaje sangriento.

—Por supuesto que pasará y tendré una nueva piel.

El golpe por la espalda lo dejó viendo borroso. Escucha más quejidos por parte de la osa y pronto que era puesto boca arriba. No reconoce a quién tiene encima.

—Estás muy lejos de Kattegat... Y este lugar apesta tanto que nadie se dará cuenta de que aquí estará tu reclamado cadáver.

Su cuello fue olisqueado y siente unos suaves mordiscos. Su mano tanteaba algo en el suelo, una roca de tamaño considerable. Cuando los dientes se enterraron de manera definitiva y profunda en su piel toma impulso y lo golpea con fuerza. El vikingo cae a un lado, agarrándose el golpe y se hubiera reincorporado de no ser porque lo vuelve a golpear

Y otra vez.

Y otra.

Otra.

Otra.

Y otra.

Grita de la frustración que no había podido sacar antes y que se liberó con aquella descarga de ira que tenía por dentro. De desesperación. Lo que lleva reprimiendo con tantas ganas. Golpea hasta no poder más, hasta que solo quedo una masa asquerosa de cerebro y piel sanguinolenta dentro de lo poco que queda de cráneo.

—Ay no...—Mira sus manos.

Ay no...

Le entran unas ganas de llorar inaguantables. Odiaba esto... Odiaba reprimir lo que siente; tener que aguantar la rabia, el llanto, querer que todo mejor para él y para Hobi. Es demasiado frustrante; lo atormenta y aparte de todo pecó de la peor manera ante Dios... Un Dios que desde un principio no lo salvó y ahora solo lo dejaría morir.

Se sorprende por una lengua caliente y rugosa lamiendo la sangre de sus manos. Ladea suavemente la cabeza. Es un osezno, su pelaje café es idéntico al que tiene la débil osa. El animal limpia cualquier evidencia y se recuesta de él gruñendo suave. La osa también lo hacía y...

—No podría cuidarte aunque quisiera hacerlo...—lo deja en el suelo. Por piedad, acaba con el sufrimiento de la osa y sale de la cueva, dispuesto a volver a Kattegat. Esto fue tan tonto. A mitad de camino apenas reconocible se dio cuenta de que el osezno lo está siguiendo—. Vete, yo no- Ah... Parece que hay demasiado cachorro triste por aquí.

El animal se había pegado a su pierna, como uno de esos osos asiáticos de los libros. Los que tienen dos manchas negras en los ojos al igual que las orejas. Estuvo más que resignado a que él no se iría a ningún lado de momento. Cuando llega a Kattegat tuvo la mala suerte de que unos minutos después apareció Namjoon.

Mon no tarda en gruñirle al oso que se esconde tras Jimin.

— ¿Y eso?

—Papi salió un momento y ese oso lo vino siguiendo. —indica Hoseok enredado en hilo. Namjoon se inclina hacia el oso que le gruñe en la cara.

—Muy parecido a él todo se diga... Curioso, por lo general aquí vienen lobos, no osos.

—Hay una razón para todo, lo sabes. Los dioses son muy caprichosos con lo que ponen. —Amonesta Yoongi, Jungkook negó con la cabeza y Jimin mantuvo cierto fastidio en sus facciones.

—Solo es un cachorro más sin madre y que se refugia en mí. Posiblemente se vaya pronto. —Lo acaricia en la cabeza. Yoongi niega.

—Una vez un animal se juntó a ti es porque quiere ser tu apoyo... Sobre todo cuando son cachorros... Es una señal de los dioses que te siguiera. —afirma con demasiada seguridad. Jimin estuvo a poco de replicar hasta que una mujer entra muy alterada buscando a Namjoon.

—Hakoon no ha vuelto y él fue con ustedes a la cacería ¿Dónde está mi esposo?

Oh no... Jimin aprieta los labios y baja muy ligeramente la mirada. Ellos debatían en donde estaría, pues el hombre aseguró que había herido a un oso enorme. Namjoon se fijóa en el gesto de Jimin y luego vio al osezno. Jimin se encoge ante el agarre en su cubierto cuello.

Es obvio que Namjoon ya lo notó.

Omega | NamMin || BOOK 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora