XXXVIII - Cuervos Mensajeros

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Hay cuervos... muchos cuervos.

Quizá demasiados, graznan sin parar y aun con eso no siente tormento por el sonido. Muchos caen en picada, comulgándose y formando una silueta negra que pronto reconoce como Jimin. Este vestido en su totalidad de negro, como si está en el peor de los lutos. Es curioso como el cuello de su abrigo está lleno de plumas. Anduvo hasta él que acaricia su cabeza, acuclillándose.

—Pronto van a venir... y no puedes dejarlos ir.

Hay ladridos interrumpiendo el graznar de los cuervos que aun los sobrevuelan.

—Si lo haces no habrá nada para ti... nada para mí... Y eso será porque no te perdonaré haber dejado a mis cachorros morir.

Gime cual perro malherido al ver que al momento de levantarse y nada, Jimin deja un rastro de sangre. Aun escucha lobos aproximándose. Jala la manga de su Omega que sigue andando ignorando el gesto. El pelaje oscuro del enorme lobo manchándose de sangre que no sabe de dónde vino.

Jimin se detiene cuando llega a su destino: El par de cuerpo infantiles y pequeños de Hoseok y Taehyung con las manos en el pecho, sin pulso ni respiración. Los toma y los acuna con su cuerpo. Fue empujado de manera brusca a un lado por un lobo que se lanza encima suyo. Escucha carne ser desgarrada y apenas unos quejidos. Antes de hacer nada el lobo le muerde el cuello.

Toma una larga bocanada de aire, viéndose en el reflejo de la copa plateada. Sus ojos de un brillante color dorado. Parpadea repetidamente hasta que tomaron una coloración normal. Qué extraño...

Esos eran los ojos de Namjoon.

Gira en sí mismo para verlo, el nórdico tiene expresión fruncida y pensativa. De forma temerosa le acaricia el costado, Namjoon no tarda demasiado en atraerlo y prácticamente enredarse a su alrededor. No es complicado por la diferencia de tamaños.

—Quiero muchos cachorros...

—Lo sé.

—Voy a cuidar de ellos.

—También lo sé.

—Te amo.

Jimin arruga la expresión, notándose incrédulo ante la confesión repentina y que se escucha un poco extraña. Namjoon suena angustiado por alguna razón aún sin revelar y lo fastidia en cierta medida. Su cara fue suficiente para que Namjoon se limitara a suspirar y cerrar los ojos para dormir otro buen rato aún cuando ya es de mañana y es posible oír el barullo usual.

. . .

—Va a ser mi hermanito.

— ¡No!

— ¡Claro que sí! Jimin lo tiene, Jimin es mi papi no el tuyo.

— ¡Pero el papá es Namjoon y Namjoon es mi papá, no el tuyo!

Llevan días enteros con esa discusión sin sentido, pero que a Namjoon y Jimin les produce demasiada gracia como para detenerla -a no ser que empiecen a golpearse como par de lobos revoltosos-. Jimin empieza a repartir besos por el cuello y cara de Chimmy, que ya está bastante grande y lo suficientemente gordo. Hoseok puede irse en su lomo sin problema alguno en consecuencia del crecimiento del animal.

Mon ya no lo gruñe, no es imbécil para ir de retador a un oso que lo supera ya en peso y falta poco para que lo supere totalmente en tamaño. Namjoon por su parte mima a su lobo que mueve la cola y la pata por las atenciones. Mira a Jimin de tanto en tanto que sigue en lo suyo y con Hoseok y Taehyung cercanos.

—Jimin realmente ya está en cinta. —suspira algo agotado, Jungkook ríe arrugando la nariz y Yoongi permanece tan indiferente como de costumbre.

—Los dioses te lo dijeron—Asiente suavemente, pensando en lo que Yoongi le anunció par de días antes del celo de Jimin: "Lobo que en camino está, pronto se hará notar". Tiene la impresión de que eso no iba referido a un solo lobo, no con el sueño que tuvo y por el cual se despertó tan molesto—. Con suerte se te será permitido estar para cuando nazca.

—Tuve un sueño muy... revelador por llamarlo de alguna manera. Vi a mis cachorros muertos, mi Omega ser devorado... Una manada de lobos lo hizo y estoy seguro de que alguna señal ha de ser. —Yoongi se muestra consternado por aquella información venida de su rey.

— ¿Algo más?

—Jimin estaba hecho de cuervos. —Jungkook se muerde los labios, mira las manos vendadas de Yoongi.

—No podemos interrogar a los dioses, al menos no en un tiempo muy próximo —El Alpha más bajo estuvo a poco de replicar, ofendido de que Jungkook tomara tanta importancia a las cortadas en sus manos. Sanarían como siempre lo hacen—. Sin embargo, hay algo muy claro y es que...

—Alguien se acerca, así como el tiempo de saqueos ¿Qué haremos?

Muerde el interior de sus mejillas, pensativo. No tendría más opción que posponer los saqueos. No son prioritarios en este momento y es mejor prescindir de ellos antes que dejar Kattegatt desprotegida con su Omega en cinta. No es tan confiado del favor de los dioses, ellos pueden ayudar, claro, pero no harán su trabajo a cada instante.

Además, pasar acompañar a su Omega durante el embarazo tampoco es mala idea. Podría cazar y quizá hallar otros poblados cercanos que quieran jurarle lealtad para cuando la alerta de peligro pase. Si no recuerda mal hay un par al lado oeste que seguramente aceptarían pronto.

~ * * * ~

—Aunque me fascinara que así fuera, que me estés besando ahí no hará que el cachorro crezca más rápido.

—Ojalá así fuera, podría salir pronto y darle otro hermano.

Jimin hace un puchero. No tiene problema con darle hijos, pero ¿tan rápido? No quiere ser una simple máquina de parir y Namjoon ya debería ser muy consciente de eso a estas alturas. Un cuervo en la ventana llama su atención, dio palmadas a la cabeza de Namjoon para que dejara de estarlo besando y recostando de su abdomen apenas abultado.

—Hay algo viniendo.

— ¿Cómo sabes?

—Un presentimiento.

Ambos salieron del gran salón y al caminar en dirección a la entrada de Kattegatt no vieron nada. Jimin presta atención al cuervo que sigue revoloteando para que lo mire. Detiene a Namjoon, pues este pensaba irse creyendo que fue una simple falsa alarma o paranoia del Omega.

Hasta que un lobo aparece en su rango de visión.

Tiene una capa de pieles de zorro encima de su lomo lo cual es muy particular. Baja de velocidad a medida que se aproximaba. Entrecierra los ojos, receloso. Siente su aroma, es un Alpha, por tanto es un humano transfigurado; este olisquea, a poco de tocar a Jimin con su hocico. Saca el cuchillo de su pantalón, por lo que el lobo se detiene y aúlla.

—Vuelve al gran salón y haz que Yoongi y Jungkook vengan. —Jimin asiente, aunque un tirón en la ropa lo detuvo.

—No hace falta que te vayas, no venimos con intenciones de atacar o algo del estilo.

—Llegando así, lo dudo mucho.

Lo molesta muchísimo que este tipo tenga el descaro de cambiar de forma y dejarse ver desnudo por Jimin, el cual enrojece y aparta la mirada. Algunos de los hombres y mujeres de Namjoon se acercan con armas y escudos en mano en caso de ser necesario.

—Tranquilos, lo digo en serio, vine en son de paz y una propuesta.

— ¿Y tú eres? —cuestiona Yoongi tras haberse hecho paso.

—Jackson Wang. Rey de un pueblo a unos buenos quince días de aquí. No van a despreciarnos sin siquiera habernos escuchado ¿O sí? Rey Namjoon.

Chasquea la lengua. Jimin se siente observado por la menos cinco lobos que estaban delante de la manada de unos treinta integrantes aproximadamente.

Algo en todos esto le dé mala espina, como ese sueño que ni siquiera era suyo.

Omega | NamMin || BOOK 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora