Omega | NamMin || BOOK 1#

II - Cachorro en Brazos

— ¿Nos lo podemos quedar? Nos sentaría bien un Omega propio en casa.

Namjoon vio de reojo a donde tienen a los prisioneros y futuros esclavos encerrados. Jimin es indudablemente el que más destaca sea por su ropa o bien que es uno de los dos omegas que tienen ahí. El otro es una mujer que ya tiene dueño por decirlo de alguna manera corta y sencilla. Volvió su atención a Yoongi que fue quien hizo el pedido.

—No. Me lo quedaré yo. —Yoongi no tardó en bufar fastidiado.

—Venga, ya tienes bastantes sirvientes como para sumar uno más. Que para más inri es Omega. Seguro se lo van a coger entre todos. —dice Jungkook en leves balbuceos.

—Nunca está demás uno nuevo.

—Y una mierda.

—de camino al barco los ayudo a buscar un Omega. Tranquilos.

Ríe habiendo terminado su cuerno lleno de cerveza. Jungkook y Yoongi son un par muy problemático. Son pareja, pero ambos son Alphas; la necesitad de reproducción los afecta y aunque ya tienen muchos cachorros -Jungkook tres y Yoongi cinco-, la urgencia que sus lobos tienen de un Omega en casa es abrazadora.

No para quererlo.

Ni siquiera por querer tener sexo con el día y noche.

Solo tener el aroma circulando en su vivienda y tranquilizándolos.

Minimiza la furia que pudieran tener ambos con su temperamento tan mierda.

Vio de reojo a donde están los prisioneros. Muy apartado de todos está Jimin y se le hace incluso raro que ninguno trate de arrimarse a él. Si su carácter y actitud es como lo demostró mientras se lo llevaba -que tuvo que ser cargada y al niño arrastrado-, no lo sorprendería que sea por eso que lo "evitan". El Omega solo abraza a su cachorro que duerme tranquilamente entre sus brazos.

— ¿Qué si no encontramos otro Omega de aquí a los barcos? Saqueamos y matamos ya todo en la ruta. —quejumbra Yoongi inconforme con lo que ofrece su líder y amigo. Namjoon rueda los ojos.

—Te daré algún Omega que haya de los primeros barcos que fueron de regreso.

—Ni siquiera lo intentes, ya ese Omega le gustó y es obvio que no lo quiere ceder. —burla Jungkook tirando un hueso al fuego. Inclinó el cuerpo, estiró el cuello y dio un juguetón mordisco y jalón al hélix de Yoongi. El más bajó se giró para morderle el labio a Jungkook en respuesta.

—Con suerte un Omega más fuerte y que no maten después de una semana. —para esos dos, hacerse sangrar en sinónimo de cariño y bien, cada uno quiere de la manera en que sea. Están de acuerdo a final de cuentas.

Apartándose para dejar de ser mal tercio se aproximó a donde Jimin dormita. Apenas lo hizo y estuvo a poco de tocarlo Jimin se giró a verlo con malos ojos. Notoriamente rencoroso y malhumorado. Sea por sueño o lo que pasó más temprano.

—Deberías cambiar esa forma de comportarte. Serás mi esclavo ahora—informa con supuesta gentileza. Jimin dio un bufido sin decir nada—. ¿Olvidaste como hablar? Te conviene ser más... atento. Aprecio que no estés lloriqueando ni rezando desesperado a un falso dios.

—No me tomes por estúpido. Creo en Dios, más no que resolverá problemas en mi vida tan complicados como es huir de una manada nórdica—besa la coronilla del niño, quién se remueve un poco y su cabello se mueve de manera sospechosa. Namjoon silbó—. Poco me importa lo que me digas.

— ¿Y si fuese que te voy a quitar a ese cachorro?

—Sobre mi cadáver. —advierte con ojos repentinamente azules, lobunos y gélidos. Podía sentir al lobo de Jimin totalmente crispado.