XXXIII - Como una Joya

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—Muchas veces me enviaron regalos. Eran tantas joyas que ni siquiera ahora puedo decir que las usé todas. Collares, anillos, pendientes, tobilleras, aros. Tenía todo lo que pudiera querer en ese aspecto. Ropa hermosa, joyas sin parón...

Jimin acomoda en la medida de lo posible el cabello de Namjoon. No es un experto en eso de hacer trenzas, pero con tanta práctica con hilos que sobran puede hacer algo decente en la cabellera rubia que cada vez más larga. Namjoon está a poco de dormirse con tanto mimo. No lo sorprende que el fallecido esposo de Jimin pudiera estar tan tranquilo con él.

En estos momentos, honestamente simplemente es mejor quedarse a sentir su cariño que cualquier otra cosa.

—Recuerdo incluso a un hombre, un Alpha, de piel más morena como canela darme tanto oro que varios hombres tuvieron que llevarlo—Ríe suavemente, con aire apenado—. Pidió por mí, llevarme a su reino que está más lejos en el mar, en un mar de arena y que sería la persona más especial apenas estuviera allí.

—Me alegra que no aceptaste. —suspira con los ojos cerrados.

—Taemin se negó al instante. Aun así... —suspira haciéndose atrás, recostándose en el cabecero de la cama—. Quisiera verlo ¿sabes? Ese océano de arena... Los reinos de allá...

— ¿Por qué no fuiste simplemente de visita? Eras-

—Un Omega—menciona, con ese tono tan frío e indiferente con el que suele hablar, con ese que denota demasiado la superioridad jerárquica que tiene con respecto a los demás—. Taemin no estaba interesado y sin un Alpha no podía viajar. Es muy mal visto, pues eso es lo que hacen las prostitutas y Omegas incapaces de concebir, por tanto, nadie los marca. —Namjoon abre los ojos y se lo queda mirando, con una especie de aburrimiento.

—Puedo llevarte. Solo me basta saber qué dirección tomar y te llevaré hasta allá. —afirma confiado. Pudo llegar al oeste antes que nadie, también sabe perfectamente como ubicarse en Inglaterra, como llegar por diferentes puntos; arribar a otras zonas de Noruega y Escocia.

—No lo sé. El viaje hasta aquí me hizo darme cuenta de lo mal que me va en el estómago. —hace un puchero, desilusionado.

—A todos. Yoongi vomitaba más que nadie y ahora es capaz de andar de barco en barco sin problema—Gira, cruzando los brazos sobre las piernas de Jimin, una pequeña trenza se le vino a la cara—. Te llevaré por el mundo entero si eso quieres. Inglaterra... Francia... El desierto de arena. Solo pídeme a donde.

—Tengo la corazonada de que aún no es el momento. Esperemos un poco más. —Asiente, cierra los ojos. El aroma de Jimin aumenta de fuerza con el pasar de los días. Habrá un punto en el que ya supone que va a pasar. No lo dice pues eso suele irritar a los Omegas.

El decir que pronto tendrán su celo.

Es extraño. No ha pasado tanto tiempo desde el anterior y ya viene el siguiente. Está más que seguro de que los ciclos no varían mucho. Debería pasar más tiempo antes de que esto ocurra. No se queja, va a estar con él y quién sabe cómo sería. Jimin no ha sido el más expresivo en realidad, tampoco el más hablador de lo que siente.

El celo lo remediaría.

Con suerte también incluiría a su lobo.

Lo duda, pero la esperanza no está de más.

—Taemin me cuidaba quizá demasiado—dice atolondrado, Namjoon vuelve a abrir los ojos—. Podía salir a los jardines en cierta hora, ir a ciertos lugares dependiendo de la guardia que hubiera... Hobi podía andar a todo lado. Hasta un niño era más libre que yo.

—No dudo que muchos te deseaban y él cuidaba su territorio de la mejor manera que podía.

—Quiero creer lo mismo, pero... Ah, no es lo mismo. Veía a otros andar a donde quisieran. Acababan muertos, violados o con pena de muerte por alguna tontería, pero pudieron ser más libres que yo. Es una envidia muy extraña. —Infla los mofletes. Namjoon le rodea en un abrazo.

—Las costumbres cristianas son las extrañas.

Ríe cantarín.

— ¿Nos bañamos en el lago? Tenerte pegado a mí me pone a sudar más de lo que debería ser bueno.

—Quizá más tarde, para no oler demasiado a-

—Me gusta como hueles después de cazar, no es un problema y me quiero bañar ahora.

No tuvo motivos para negarse a algo que en teoría lo beneficia. Sobra decir que Namjoon tiene poco o nada de pudor, por lo que desnudarse para entrar al agua fue cosa rápida. Jimin por su lado toma un poco de tiempo para considerar como entra, avergonzado de que Namjoon lo viera en su plenitud, a final de cuentas no deja de mirarlo.

Extraña la ropa interior.

Jugaron por llamarlo de alguna manera. Namjoon tiene la mala maña de pegarse a su espalda a morder su nuca y tirar de ella con los dientes, sin encajarlos realmente. Así como tener atrapado en un abrazo semejante al de un oso.

Llegado a un punto en el que se marea sube a una roca y se queda ahí abrazando sus piernas en los que Namjoon se apoya a medias para hablar con él y chapotear agua de cuando en vez y de vez en cuando.

—Es extraño no tener a Hobi cerca... Lo extraño. También a Tae... a Chimmy... Incluso a Yoongi. —El último suena a una especie de agregado sorpresa a la lista.

— ¿Ante siempre lo llevabas contigo?

—Si. Además de que tenía muchos sirvientes a mí alrededor cuidando lo que hiciera. Jamás he tenido tan poca gente a mí alrededor. Es extraño—comenta apoyando la barbilla en sus rodillas—. Más aún tener a otro Alpha. Me flagelarían por esto. —Ríe sin gracia.

—Vaya, que lindo gesto.

—Aun así me da cierta ansiedad, quisiera tener parte de eso de nuevo solo por hecho de que quién me lo quitó y ahora lo goza es el asesino del padre de mi hijo.

No dijo nada al respecto, nota como el cabello de Jimin gotea y su piel ya se ve seca. La claridad le da un aire bastante tierno por la postura infantil. Entiende que Jimin le gustaba disfrutar de los lujos que le generaba ser rey; estar hasta la punta de la pirámide, pero al mismo tiempo le disgustaba volverse la joya de la corona. Que nadie lo permita hacer nada por ser así de importante y valioso.

Quiere ser un rey.

Mientras tiene la libertad de una persona cualquiera.

Y él como buen Alpha le daría lo que pide sin pensarlo ni un segundo. Es realmente simple y es razonable. Más razonable que muchas exigencias que ha oído de Omegas a sus Alphas.

Fue un buen día, quizá demasiado, pero de nuevo ¿Para qué quejarse?

. . .

—¿¡Donde estaban!? ¿¡Por qué se fueron!? NO LO HAGAN.

Taehyung parece a nada de ponerse a llorar, Hoseok nada más se notaba angustiado apenas los vio aparecer por la tarde. Jimin está viendo a otro lado mientras el par de cachorros le jalan de la ropa y lo tironean por respuestas a sus cuestionamientos. Antes de que pudiera decirse más nada Jimin los pasa de largo. El par está demasiado sorprendido y Namjoon extrañado.

— ¿Papi? ¡Heeey! ¿Qué...?

—Está haciendo eso de nuevo. —murmura Taehyung asomado al interior de la habitación, Jimin tira de manera muy distraída y desordenada ropa a la cama, acumulándola en una pila que luego acomodaba de manera específica.

—Sí, hace un nido. —afirma Namjoon curioso, Jimin parece muy frustrado por no encontrar lo que quería exactamente.

—Su celo fue hace poco ¿Por qué...?

—Lo pasó a solas, esta vez yo lo acompañaría como él me acompañó a mí—Resume cruzando los brazos—. Es normal que un celo provoque otro. Así que- ¿eh?

—Duerme mucho cuando lo hace.

Jimin se había echado en la cama, acurrucado en un pequeño ovillo con una gruesa piel moteada entre sus piernas y brazos. Su capacidad para dormirse podría superar a la de Yoongi. Namjoon se acerca y le acaricia el cabello, sacándole un suspiro mientras se acomodaba más.

—Creo que dormiré contigo hoy, me acercó y me echará a patadas. —comenta con resignación.

Ahora a esperar el poco tiempo que pudiera quedar antes de que su Omega entrara en celo.

Omega | NamMin || BOOK 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora