"I'm the queen of the castle" RusMéx [Terminada] [Temporada dos ya afuera]

XXVIII

Capítulo veintiocho Sonata
Empezada~Diciembre 28
Terminada~Diciembre 31

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México despertó por unos chillidos. México se sentó derecho en el espaldar para ver de donde venía el agudo sonido. México miró por debajo de las cobijas y allí estaba Paco enrollado, chillando por las fuertes ráfagas de viento. -Paco, todo va a estar bien bebé-México agarro a Paco y lo cargo como si fuera un pequeño bebé.
Paco paro de chillar. México miró a su lado, en su mesa de noche había un reloj cuál leía la hora 6:00. Hoy no tendría que bajar, las mucamas habían preparado el desayuno con anticipación.

México se bajó de la cama y salió del cuarto. Claro, la tormenta había tumbado toda la electricidad. Así que México había agarrado una vela que estaba en una pequeña mesa para poder ver su camino. México bajo las escaleras y entró al salón de baile. -Esto si que trae memorias...¿No Paco?-México siguió caminando con Paco siguiéndolo. México se sentó en el taburete del piano, cuál se encontraba en unas de las esquinas del salón de baile. Paco se sentó en el piso al lado del asiento. México puso la vela a un lado. Puso sus manos encima de las teclas de color blancas y negras. Presionó un acorde.

El piano era algo que México podía entender y tocar, ya que su madre le encantaba el instrumento y siempre jugaba con el piano que ahora estaba tocando México. Su mamá le gustaba presionar notas en desorden, pero México siempre la admiraba. Cuando falleció, México quiso aprender a tocar.

Los truenos que se escuchaban hacían que México sobresaltara y le diera piel de gallina, pero nunca paraba de tocar. Cada nota, acorde, lo que sea, le traía recuerdos a México. Su madre estaría orgullosa. La canción que tocaba México, Moonlight Sonata, era una de las favoritas de su madre. Todas las notas naturales y sostenidas formaban un compás lento, que poco a poco se convertía en uno agresivo y lleno de pasión.

México ya no temblaba de los truenos, tenia a dos grandes personas protegiéndolo, Su mamá y Rusia, quien estaba parado en la entrada del salón de baile.
El ruso se había levantado ya que no sintió a México a su lado y se puso nervioso, así que lo fue a buscar, y así llegó al amplio salón de baile. Se acercó a México sin hacer sonido alguno, ya que no quería interrumpirlo. Miró por encima y vio los dedos de México moviendo con gran agilidad mas sin hacer un error alguno. Rusia dijo un inaudible -guau...-

Todo era así por un lapso de tiempo. Cuando México tocó la última nota, bajo su cabeza haciendo que las notas suenen en unísono. Luego el de piel morena empezó a sollozar suavemente.
Rusia tomó asiento a un lado de el y lo empezó a consolar.

Rusia le levantó la cabeza a México y le sonrió mientras le secaba las saladas lágrimas con su dedo pulgar. -Tocas maravilloso, México-Rusia dijo sonriéndole ampliamente a México. México rio un poco. -Gracias...-México frotó sus ojo. -¿Ya no estás nervioso?-Rusia pregunto y México solo movió su cabeza de lado a lado significando que no. -¡Estoy feliz de ti!-Rusia sonrío -Jaj, y todo fue gracias a ti, rusito.-México dio un pequeño beso en los labios de Rusia.

Y aunque afuera hubiese una fría, intimidante y gran tormenta, adentro había calor y protección, y amor... siempre recuerden eso, aunque todo al rededor se torne frío y todos estén a tu contra, siempre encuentra esa persona que te ama y ellos te ayudarán a combatir a los que están a tu contra.

Feliz Año Nuevo, y espero que cumplan todas sus resoluciones para el próximo año, ¡Los quiero a todos!