"I'm the queen of the castle" RusMéx [Terminada] [Temporada dos ya afuera]

LIV

Capítulo cincuenta y cuatro Cita
Empezada~Febrero 2
Terminada~Febrero 2

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(Voy a cortar el gore, ya que no soy muy buena en esto ;-;)

Urss y Nazi, cubiertos de sangre, llevaron arrastrado a ambos pedazos de grasas cuales no parecían ser dos personas. Las arrastraron hasta los hornos. -Urss, ¿puedes hacer esto tu?- Nazi preguntó mientras que miraba a los hornos. -Claro amor.-Urss le sonrió, pues el sabía sobre el terror que Nazi le tenía a los hornos, por distintas razones.

Urss puso a ambos cuerpos en dos camillas separadas. Nazi abrió las puertas de dos hornos. Urss puso a ambos cuerpos dentro de dos hornos separados. Los prendió, y el y su esposa vieron quemar a ambos cuerpos lentamente...-Sayonara, Imperio.-Nazi murmuro. Cuando los cuerpos eran pura ceniza, se deshicieron de ellas.

-Creo que debemos limpiarnos un poco antes de que nos vayan a recoger, ¿no?-Urss dijo. Nazi solo asintió, desviando un poco su mirada. -Vamos, no te pongas así.-Urss abrazo a alemana. -Fue todo por Bela y México, y por el bien de todos.-Urss dijo, con una pequeña sonrisa. Nazi asintió, para después sonreír.

Ese momento pasó, ya se habían limpiado y se veían como si ni hubiese pasado, nada de nada. Esperaban en frente de los grandes portones. Urss todavía veía a Nazi bastante triste y pensativa. ¡Ya sabía! Le daría una sorpresa para que se sienta mejor. -Nazi, cariño, a la noche te quiero dar una sorpresa. Quiero que te prepares muy bonita.- Urss le sonrió a la alemana. -O-Ok.-Nazi sonrió.

Minutos después, llegó su carruaje, se montaron en el, su destino era el reino de altas riquezas. Llegaron, todos estaban despiertos, desayunando en la mesa del comedor. -¡Llegaste mamá!-Bielorrusia dijo con una sonrisa. -Hola mi amor.-Nazi se arrodilló en frente de ella para abrazarla. -¿En donde estaban?-Bielorrusia preguntó. Todos menos Bela empezaron a entrar en pánico. -E-Eh, estábamos en el...¿mercado?-Nazi sonrió de una forma nerviosa. -¡Oh! ¿Y las compras?-Bela preguntó con una sonrisa. -N-¡No encontramos nada!-Urss dijo. -Oh ok.-Todos suspiraron de alivio.

Unas cuantas horas pasaron. Urss había llamado a Rusia para que lo ayudara para su sorpresa. -Agh Rusia, no se que ponerme.-Urss cubrió su cara. -Ponte uno de estos, a mamá le va a gustar.-Rusia dijo sacando un esmoquin del armario. -¿Estás seguro?-Urss preguntó, agarrando la prenda. -Pues claro que si.-Rusia sonrió. -Esta bien, confió en ti.- Urss se fue a preparase.

Salió con su esmoquin puesto y ya perfumado. -¿Que piensas?-Urss le preguntó a Rusia, este solo se acercó a su padre. -Te ves bien pero,-Rusia agarro el Ushanka de su padre. -Te ves mejor sin esto puesto.-Rusia lo puso a un lado, dejando el cabello rubio de su padre  expuesto. -Okey, muchas Gracias Rusia, voy a bajar, dile a tu madre que baje al salón de baile.-Urss dijo y Rusia solo asintió.