Capitulo 30

36 4 3
                                    

Al llegar a la finca de Pedro voy directo a mi cuarto dispuesta a dormir hasta el otro dia,me acuesto con la ropa que tengo puesta y quedo profunda.

Estoy sentada en un prado completamente verde, no hay ni una sola flor y el dia esta nublado, para muchos eso seria deprimente pero para mi es mas que perfecro. Me acuesto sobre la suave hierva y miro el cielo nublado que aviza una posible tormenta. Cierro los ojos para poder disfrutar de esta paz inteior, lo unico que escucho es el andar del viento y mi respiracion. Depronto de la nada escucho un llanto, abro los ojos de par en par y veo que en mis brazos hay un pequeño bebe, es tan hermoso, tiene el cabello castaño y los ojos cafes oscuros, como Nicolas.

-Shh mi bebe, no llores -le digo calmandolo, el bebe deja de llorar y se comienza a reir, pero no me esta mirando a mi, levanto la cabeza y me lleno de rencor al ver a Jacob. El extiende los brazos queriendo tomar a mi bebe pero rapidamente me pongo de pie sujetando contra mi pecho al pequeño -¡ALEJATE DE EL! -grito antes de correr en direccion contraria, corro lo mas rapido que puedo llenandome de lodo, en una parte mi el vestido blanco que llevo se enreda con algo y se rasga, giro la cabeza para ver si me siguen y veo a Jacob pisandome los talones, vuelvo a girar la cabeza y ya no estoy en el prado, ahora estoy en un pasillo con muchas puertas, entro en la primera que veo y cierro con llave. El cuarto esta oscuro, busco a siegas un interruptor y al prender la luz no creo lo que veo.

Estoy en una gran casa realmente hermosa, todo esta perfectamente decorado y depronto -¿De donde sacaste a ese bebe? -pregunta Nicolas mientras carga una bebe con el cabello negro como el mio y los ojos verdes como los de Pam, lo miro a el y despues al bebe que carto, o bueno, cargaba porque en mis brazos solo hay una cobija.

Abro los ojos y miro a todos lados, ya esta oscureciendo, miro el reloj y ya casi son las cinco. Me levanto lo mas rapido que puedo y camino hasta la puerta, pero antes de que llegue se abre despasio dejando ver a Cortez con un vaso de agua y una pasta.

-Me mandaron a traerte esto -dice pasandome lo que tiene en las manos.

-Oh, gracias -digo mientras le recibo el vaso. Meto la pasta en mi boca y bebo rapidamente el agua.

Despues de que sale de mi cuarto me vuelvo a recostar, me pongo a pensar en el sueño, fue muy...raro, pero en parte predecible, despues de que salga de aqui voy a tener que esconderme un tiempo, tambien voy a tener que esconder a mi bebe por el resto de su vida.

Al dia siguiente Clara me despierta a las 4:55 am para que tome la pasta, le agradesco y apenas me la paso vuelvo a quedar profundamente dormida.

A las nueve me vuelven a levantar, pero esta vez es Annie con su sonrisa habitual, la miro y me tapo completamente con la cobija.

-¡Vamos America, muevete que tenemos la prueba del vestido!

-¡Pero ya me lo medi una vez! -digo medio dormida.

-¡Si, pero hace un mes tenias cuatro meses...ya tienes cinco!

-¡¿Me estas diciendo que engorde?! -digo destapandome le cara y mirandola fijamente.

Annie suelta un suspiro y mirandome fijamente dice -Si, engordaste -las dos nos quedamos mirandonos fijamente hasta que no aguantamos y reimos.

A las diez y media pasadas estamos desayunando, Pedro se concentra en leer el periodico mientras Annie y yo comemos calladas. Cuando terminamos entra la pelirroja cuyo nombre no se y recoje la mesa mientras nosotras caminamos hacia la salida donde nos espera Clara para irnos.

El viaje transcurre en completa calma, Annie pone musica en el radio y se va cantando, Clara se concentra en ver el paisaje y yo simplemente me dedico a jugar con un hilo que desprende de mi blusa.

Esperame |Secuela de Confia en mi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora