Capitulo 35

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Caminamos entre la multitud de personas, todas me sonrien hipocritamente y yo les devuelvo la sonrisa. Todo esta perfectamente decorado con rosas blancas y enredaderas verdes, soy el centro de atencion y eso no me gusta, me hace sentir incomoda. Pedro esta vestido con un traje blanco de tres piezas, se veria bien si yo no lo recordara como un cerdo grotesco que me tiene secuestrada. En la mitad del camino Nicolas me entrega a Pedro, no borro mi sonrisa al saber que ya casi sera hora de irnos. Nicolas se aparta y los dos continuamos el camino hacia el altar. Annie esta en una de las primeras bancas junto a Jacob y una mujer morena, muy guapa que se nota que tiene la mitad de edad de Jacob, y justo detras de ellos estan Sabana,Dakota y Maleja. Les sonrio para centrar mi vista en el cura que tengo alfrente mio, el nos sonrie y comienza la ceremonia.

Se me hace eterna la misa, entre lecturas y explicaciones que da el cura, juego con el ramo de rosas, le quito petalos y los boto disimuladamente. Me levanto cuando el cura lo indica, al pareser llego la hora. Pero me equivoco, solo van a leer el evangelio. Despues de que lo explique me vuelvo a sentar con la esperanza de que esto se apresure, ¡estoy muriendo de aburrimiento!. Despues de no se cuanto tiempo el cura dice.

-Pedro, America poneos de pie por favor -le agradesco a Dios, porque estoy segura de que ahora si es la hora. Nos hace mirarnos a los ojos y tomarnos las manos.- ¿Pedro Antonio Suares , aceptas a esta mujer como tu esposa, para amarla y respetarla, en la salud y la enfermedad, en la riqueza y la pobreza, en los triunfos y en las derrotas hasta que la muerte los separe?.

-Acepto - me guiña un ojo y yo por primera vez sonrio de verdad, es la hora.

-¿America Melard, aceptas a este hombre como tu esposo, para amarlo y respetarlo, apoyarlo y obedecerle, en la salud y enfermedad, en la riqueza y la pobreza, en los triunfos y derrotas hasta que la muerte los separe?

Todos me miran sonriendo, miro a cada uno de los invitafos y despues a Pedro, el cual sonrie como idiota -No -sigo fuerte, claro y consiso.

Pedro sujeta mas fuerte mis manos, todos sueltan un "¡oh!" Sorprendidos -¿Que dijiste? -intento safarme pero su agarre es muy fuerte, jalo para que se acerque a mi lo mas que puede y mirandolo fijamente le digo.

-No acepto obedecerte, no acepto amarte, no acepto respetarte, no acepto ser tu esposa -cuando esta a punto de decir algo, levanto mi rodilla y le doy en la ingle, doy rapidamente un paso hacia atras y el se dobla del dolor. Todos comienzan a levantarse y apuntarme, pero no estoy sola. Todos los camareros sacan sus armas y apuntan a los 32 miembros oficiales, Maleja, Sabana y Dakota tiene el arma en la parte trasera de la cabeza de Jacob, Annie y la mujer. -¡Bajen las armas o despidanse de Jacob! -ordeno mientras me quito la falda, quedando en el corto vestido. Todos bajan las armas mientras Jacob suelta su arma. Saco mi arma del liguero y apunto a Pedro - te respeto la vida, solo porque tu me la respetaste y no puedo hacerle eso a tu hija -le escupo en la cara y le doy una patada, miro a Annie y le articula la palabra "perdoname" y luego salgo corriendo por donde me indicaron.

-¡No la dejen escapar! ¡la quiero muerta! -grita Pedro antes de que los disparos comienzen.

Corro lo mas rapido que puedo entre el jardin, esta mañana memorize perfectamente el mapa para no tener que verlo. Oigo pasos detras de mi y se que me estan siguiendo, giro la cabeza y veo a tres guardias siguiendome, disparo hacia atras y corro rezando haberle dado a uno. Sigo corriendo lo mas rapido que puedo, pero una raiz juega en mi contra y caigo. Giro para caer lo mejor posible y no hacerle daño a mi bebe, me lastimo el brazo pero no es dolor suficiente para impedirme seguir escapando. Asi que me levanto y sigo corriendo.

-¡Quieta! -gritan detras de mi, no obedesco y sigo corriendo. Siento como una bala roza mi pierna probocando que sienta un gran escozor y me detega. -¡Suelta el arma! -me grita mientras se acerca -¡Que la sueltes maldita perra! -dispara otra vez cerca a mi brazo, pero no atina, solo me roza la bala dejando un ardor igual al de la pierna. Suelto el arma antes de que dispare -¡Girate! -me giro y lo veo, Santiago esta con el arma lista para dispararme. -¡¿Creiste que saldrias viva de esto?! -suelta una dura carcajada - ¡No seas idiota! ¡De aqui solo sales muerta! - deja de apuntarme y se acerca completamente a mi, sostiene el arma en la mano izquierda y me escupe en la cara. La ira me inunda, abro los ojos mientras una sonrisa alarese en mi rostro, saco la navaja del guante derecho y antes de darle tiempo la entierro en la mano que tiene armada con un rapido movi iento. El grita y maldice, intenta cojer el arma pero lo pateo lo mas duro que puedo en la espinilla y luego un rodillazo en la ingle ocacionando que caiga al suelo, luego pateo el arma lejos de el y sacando la otra navaja se la lanzo con la suficiente presicion y fuerza que se le entierra en la parte superior del abdomen.

Esperame |Secuela de Confia en mi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora