Capítulo 12

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- No sé de que me hablas - habló ella aguantando las ganas de decirle toda la verdad, ya que pensaba lo peor de él.

- Si querés que te lo explique pues ganás, ví qué estabas mirando cuándo Mabel me besó - aclaró de inmediato, a lo que ella frunció el ceño.
No sabía cómo comportarse, al final de cuentas ellos nunca han sido nada más que amigos, el problema aquí era ella que se había enamorado de Paulo tontamente.

- No te estoy pidiendo explicaciones, vos podés hacer lo que quieras con quién quieras - dijo para luego arrepentirse, le había hablado de una manera que nunca pensó hacerlo cón él, pero se sentía frustrada y no descartaba el hecho de poder declararse de una a Paulo.

- No, te equivocás - dijo con un tono suave lo cuál tranquilizó a ambos - quisiera que fuera así pero lamentablemente yo no puedo hacer todo lo que quiero sin que alguien me critique o que alguien salga lastimado.

Abigail por su parte pensaba que Paulo había tenido la intención de besarse con Mabel, aunque por otro lado confiaba en que él nunca le mentiría, hasta el momento no había hecho algo para desconfiar de él pero el problema era que estaba mal, se sentía triste por ver aquella escena que le partió el alma.

- Perdón - habló con los ojos cristalizados -   no sé porque mierda me pongo así de bipolar, vos no te merecés que de un momento a otro de lo que te estaba hablando re normal cambie a un tono de voz para nada copado, nisiquiera yo me entiendo pero posta que la mierda la tengo en mí.

Paulo no pudo sentirse mal al verla a punto de llorar, ella era el tesoro más preciado y verla sufrir por una tontería lo ponía igual.
No dudó ni un minuto en acercarse y abrazarla, quería que esto se acabe, ya no quería seguir sosteniendo la culpa en él, queria arriesgarse a cualquier cosa contal de poder estar a lado de ella. Nada ganaba recordando el pasado, al contrario, perdía en todo.

- Eu - dijo separándose de ella para luego con sus dedos índices limpiar las lágrimas que tenía en su mejillas - ¿Te parece si olvidamos todo esto? - preguntó refiriéndose a absolutamente todo, aprovechando para sentirse bien con él mismo, aunque para ella el "todo" eran estos minutos que habían pasado mientras para Paulo eran todos estos años.

- Me parece lo mejor - dijo mirando los labios de Paulo ¿Pero cómo podía evitar semejante tentación?, rápidamente quitó la mirada de ahí para ver los ojos azules del rubio.
Ambos sonrieron para luego juntar sus labios, los cuáles se deseaban mutuamente y más que deseo era nesecidad.

Con lo poco que ella lo conocía, sentía que lo había hecho toda una vida, sin saber que realmente esa era la verdad.
Por suerte en ese momento no había nadie en el lugar dónde se encontraban. Paulo retrocedió aún junto a Abigail hacia la pared, bajó los besos hasta su cuello mientras ella daba pequeños círculos en su cabellera.

- Paulo... - soltó en un corto gemido involuntario cuándo sintió las manos de él en sus muslos - te quiero a vos, sólo a vos - logró decir ya que Paulo la había vuelto loca con cada accción que hacía

- Yo a vos - dijo para luego ambos entrar a una pieza, o eso se suponía que debía ser.

No sabían en dónde carajos estaban pero les importaba poco o nada, ya que ese sentimiento de deseo a ambos les ganaba.

Siguieron con el beso hasta que toparon con una cama, agradecieron al cielo que si había sido una pieza.
Paulo cerró la puerta con seguro ya que aún habían pibes abajo en la joda.

Sabían lo que iba a pasar y apesar de eso no dudaron en seguir con lo planeado...

Abigail se recostó en la cama mientras Paulo con total delicadeza se ponía encima suyo, sin dejar caer todo su peso sobre ella.

- No tenemos protección - dijo él reaccionando a todo lo que estaba pasando

- Luego tomo una pastilla - repondió ella queriendo sentir nuevamente la piel de Paulo junto a la suya - antes tengo que decirte algo - alcanzó a decir mientras la vergüenza de lo que iba a contar se apoderaba de sí misma

- Decime - habló pasando un mechón de pelo detrás de su oreja

- Aún no eh tenido mi primera vez - susurró con pena

- Yo tampoco - habló mostrándole una pequeña sonrisa de complicidad - prometo ser lo más delicado con vos, quiero que este momento sea un lindo recuerdo para los dos

-Te quiero mucho - dijo para luego juntar sus labios con los de Paulo.

Él quería hacer este momento lo más cómodo posible, tanto para ella cómo para él, que los dos disfruten el momento de su primera vez.

Mientras Paulo seguía besando a Abigail ella sólo podía sentirse agradecida con él, ya que no la estaba presionando a nada, al contrario, estaba empezando con calma  mientras besaba con tanta dulzura sus labios.
De un momento a otro sintió que ya quería empezar con todo el suceso de lo que sería esta noche.

- Pau... - dijo separándose de él agarrando con sus dos manos sus mejillas las cuáles estaban tibias - no me hagas esperar más - dicho eso Paulo no dudó en hacerle caso, porque tanto cómo Abigail él la nesecitaba, quería sentirla, tenerla almenos un rato sin sentir culpa de algo tan ridículo...

Antisocial | Paulo Londra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora