Capítulo 13

199 25 0
                                    


Ambos estaban envueltos en una ola de placer, con licor en sus sistemas, pero conscientes de lo que hacían.

Se encontraban desnudos, sintiendo el calor mutuo y escuchando las respiraciones entrecortadas que se escuchaban alrededor de cuya pequeña habitación en la que se estaban entregando el uno al otro. El frio llegaba a sus cuerpos, provocando escalofríos en ambos, hasta que Paulo comenzó a repartir besos cálidos en el cuello de Abigail hasta llegar a sus pechos sin ningún apuro, los cuáles empezó a acariciar con sus manos mirando el rostro de su acompañante, el que estaba lleno de lujuria.

- Ohm... - gimió cerrando los ojos al sentir su tacto.

Empezó a besar sus pechos sin dejar de mirar el rostro de Abigail, que reflejaba gran excitación.

Jamás hubiera pensado que llegaría al límite de acostarse con ella después de todo, pero a pesar de que la culpa seguía presente, no podía evitar algo que hasta su alma lo deseaba. Después de unos minutos vió cómo Abigail había decidido tomar el control de la situación poniéndose encima de Paulo en un movimiento rápido. La miró con sorpresa y entusiamo al ver que su cuerpo estaba siendo iluminado por la luz de la luna.

Comenzó a depositar besos por todo el abdomen de Paulo hasta llegar a su miembro.

- Te ves hermosa - comentó con una pequeña sonrisa

Abigail le devolvió el gesto y lo tomó en sus manos dejando un beso en la punta de este.

Dió pequeños masajes de arriba a abajo mirando que los ojos de Paulo se dilataban mientras miraba lo que ella hacia sin ninguna experiencia, pero intentaba hacer lo mejor posible por que él disfrutara. De repente acercó sus labios a su miembro y se lo metió en su boca, mientras con una de sus manos tomaba lo que sobraba para de inmediato comenzar a hacer movimientos lentos con su lengua. Siguió unos minutos más hasta que sintió cómo su miembro comenzaba a latir entre sus labios.

- Oh... Abigail - gruñó tratando de que Abigail se alejara, ya que no quería venirse en su boca para que ella no sintiera asco por eso.
No podía articular nisiquiera una palabra, y sólo gimió con su voz ronca al ver que ella lamía sus labios llenos de su escencia.

- ¿Estuvo bien? - preguntó insegura  regresando a los labios de Paulo

- Me encantó - rió suavemente tomando su rostro entre sus manos para besarla frenéticamente

- Que bueno - imitó su acción separándose de él mientras acariciaba sus mejillas

- Te nesecito Abigail - susurró tomándola por sus caderas

La colocó con total delicadeza abajo suyo sin dejar caer su peso sobre su cuerpo.

- ¿Estás lista? - preguntó mirándola, y ella asintió - apenas acabemos, compraré en una farmacia la pastilla, vos no te preocupes - acarició su cabello apreciando su belleza - si te sentís incomoda decime -.

Abigail asintió, y sintió cómo comenzaba a entrar en ella con delicadeza. Cerró los ojos soltando un gemido ahogado, escuchando la respiración de Paulo acelerarse al igual que la de ella mientras sin hacer ningún movimiento se mantenía en ella con sus manos en su cintura. En unos segundos comenzó a sentir cómo movía sus caderas lentamente, provocándole un pequeño cosquilleo en su vientre.

- ¡Ah Paulo! - gimió fuertemente tomándolo por los hombros

- ¿Querés que pare? - preguntó agitado deteniendo el compás de sus embestidas

- Sigue por favor - contestó sintiendo cómo su pecho subía y bajaba a gran velocidad deseando que Paulo comenzara a hacer lo mismo de hace unos segundos

- Sólo avísame -.

- No te preocupes que haré lo que vos me pidas - añadió

Comenzaba a moverse con lentitud, mientras miraba las expresiones de Abigail. Trataba de no hacerle daño, ya que sabía que era la primera vez que tenía relaciones sexuales al igual que él, y por eso sentía que tenía la responsabilidad de hacer que ese momento fuera único para los dos. La besó acelerando sus movimientos hasta que se volvieron frenéticos, mirando su cuerpo para que su mente no olvidara ese momento cuándo todo se supiera y no podría volver a verla.

- ¡Oh... ah Paulo! - apretó sus manos haciendo su cabeza hacia atrás - oh seguí - susurró

Pasaron los minutos, en dónde disfrutaron del placer tan inmenso que sentían hasta llegar al orgasmo, que los dejó casi sin aliento mientras miraban el techo hasta recuperar la respiración.

- Gracias - alcanzó a decir volteando la cara para ver los ojos de Paulo

- ¿Por? - preguntó quedando enfrente de ella mientras pasaba un mechón de cabello por detrás de su oreja que tapaba su rostro

- Por todo - suspiró acomodándose en la cama - porque que desde que te conocí haz hecho lo posible por hacer que yo me sienta cómoda y esta ocasión no a sido distinta.

- No tenés porqué agradecer - dijo con una sonrisa en su rostro - será mejor que ya nos vayamos para comprar las patillas aparte tenés que descansar

- Si ya vamos - dijo y ambos se pararon para proceder a cambiarse.

Al salir de la pieza no había nadie afuera a lo que se les hacía mejor o Paulo sería el tema de "El antisocial perdió la virginidad". Bajaron rápidamente y aún quedaban los señores que estaban limpiando.

- ¿Y ustedes? Estamos por cerrar, salgan de una vez - dijo un señor que los vió y ellos asintieron para luego llegar afuera y subir al carro de Paulo.

Mientras con la mirada buscaban Farmacias abiertas a esta hora llegaron a una.

- Esperame yo voy - dijo para luego bajar y dejar a Abigail en el auto.

Ella solo sonrió cómo una niña pequeña e inmadura, estaba enamorada de él, raro pero lo estaba. ¿Ahora que pasará con nosotros? ¿Seguiremos siendo amigos cómo siempre? ¿Paulo sentirá algo por mí?... Millones de preguntas se formaron en su cabeza, las cuáles fueron sacadas por el sonido de que alguien tocó la ventana y era el rubio con un vasito de agua.

-Tomá, la enfermera me dió un poco de agua - abrió la ventana y tomó la pastilla.

Al regresar Paulo subió al auto con el propósito de llevar al tesoro de persona que tenía a lado sana y salva a su casa.
Por primera vez se sentía bien con él mismo, con ella y con el mundo, estaba feliz por el hecho de olvidar el pasado...

Antisocial | Paulo Londra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora