¿Cambiar? Sólo por ti

El tiempo, tal vez lo peor que pase en la vida

3 años, 3 años que ya pasaron, todos han cambiado, simplemente ya no es lo mismo, lo que comenzaba como una historia linda y de ensueño simplemente ha cambiado a una historia triste y de terror.

El amor que una vez existió desaparecía poco a poco, ya no habían besos, abrazos, palabras o miradas, todo terminaba lenta y dolorosamente.

Eren ya no era el mismo, Mikasa ya no se sentía felíz al mirarlo o al estar cerca de él.

Ahora lo único que le importa es el bien estar de sí mismo.

Se a trasladado a Mare y a dejado morir a muchas personas a las que un día llamó camaradas y amigos.

Los únicos sobrevivientes eran Mikasa, Armin, Connie, Sasha, Hanji, Erwin y él.

Todos los demás murieron y el Capitán está desaparecido, lo único que se sabe es que resguardaba a Zeke en el bosque de los árboles gigantes y ya, nunca volvió y hasta ahora no ha vuelto.

Su relación estaba afectada igual que la amistad entre él y Armin, ya que dejó morir a Annie sin problema alguno, y sin poder recuperar su poder.

La distancia ya era mayor, ella recordaba con más fuerza aquella pelea que los hizo distanciarse antes ¿Dolía no?  Pues ahora sentía un alivio al estar lejos del que una y mil veces dijo que amaba a morir pero...tal vez lo amaba...muerto, no quería pensarlo pero «es lo mejor» pensaba.

Su corazón hecho trizas, ese corazón que no solo entregó a la humanidad si no también al chico que amó ciegamente. No tenía sentido que le pudiera volver, sabía que no se detendría, lo que convertía cualquier momento en algo verdaderamente cruel.

Cada "Te amo" antes mencionado dolía y formaba una grieta en el corazón de la azabache. Se negaba a tal destino y tal final pero....no podía hacer mucho.

++++++

Eren fue encerrado después de aquél ataque a liberio, la ira lo consumía de vez en cuando, cosa que no le pasaba cuando estaba con Mikasa...Mika, como solía llamarla...antes.

Aveces mandaban a Mikasa a encargarse de que Eren no intentara fugarse

« ¿Por qué yo? »  pensaba cada vez que le otorgaban esa tarea.

Antes le daría gusto verlo y se pasarían toda la tarde juntos, besandose y mirándose, aunque sea a través de una reja.

Cuando llegaba, simplemente se recargaba en la pared y cruzaba los brazos, mirando el fondo de aquél subterráneo.

- ¿Realmente crees que saldré de aquí? ¿Crees que escaparé? -

La chica no respondía, ni siquiera le tomaba importancia.