Capítulo 22. Paz.

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«Paz»

Al día siguiente, Amira y yo decidimos realizar una amistosa asamblea para poder hablar de todo lo sucedido con nuestros forestnianos

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Al día siguiente, Amira y yo decidimos realizar una amistosa asamblea para poder hablar de todo lo sucedido con nuestros forestnianos. El alivio nos recorrió al encontrarnos con una atmósfera completamente diferente. Todos estaban mucho más relajados y tranquilos, incluyéndonos.

Ami tomó la palabra para agradecerles de todo corazón la manera en que reaccionaron ante las amenazas de Enzo y yo la miré con el pecho inflado de orgullo. A veces, me gustaba recordar a la Amira que había llegado al bosque por primera vez, algo asustada y extremadamente insegura, creyendo que era incapaz de gobernar el bosque sola. Ahora, de pie frente a todos y después de haberse jugado la vida una vez más para protegernos, a nadie le quedaba duda alguna de que era una magnífica reina.

Los forestnianos le respondieron con calidez y la emoción la dominó tanto que tuvo que mirarme para que yo continuara. Le sonreí para indicarle que yo me encargaba, el embarazo la tenía un poco más sensible de la cuenta.

—Como la mayoría ya sabe —hablé para desviar la atención de ella y todos los ojos se volvieron hacia mí— Amira y yo estamos esperando nuestro segundo hijo.

Casi todos vitorearon ante la noticia y tuve que guardar silencio durante algunos minutos, mirándolos a todos con una de mis sonrisas más sinceras. Incluso noté la emoción Dandelion, quién se encontraba a mi derecha.

—Gracias —dije al recibir varias felicitaciones—. Lo que no les hemos dicho y por eso queremos aprovechar este momento, es que vamos a casarnos.

Hubo cinco segundos de un silencio sepulcral y después todos estallaron en gritos irreconocibles para nosotros. Ami y yo nos miramos con sorpresa ante la reacción, no esperábamos tanta felicidad.

Esa vez Dandelion no se pudo contener y se giró para estrecharme en un fuerte abrazo. Se lo devolví igual de emocionado, no era un secreto que después de perder a mi familia él me cuidó y se convirtió en un padre para mí, a pesar de solo ser unos cuantos años mayor que yo.

«Pensé que nunca se lo pedirías» —dijo en mi cabeza.

Yo reí ante el pensamiento.

«¿Tan poca fe me tienes?»

«La verdad, para lo estúpidamente enamorado que estás, te tomó bastante tiempo»

Me separé y lo miré sorprendido, pero no pude debatir porque algo de razón tenía su reproche.

«Supongo que tenía miedo de arruinarlo todo»

Dandelion me miró con una especie de cariño paternal.

«Estoy muy orgulloso de ti»

«¡Ayuda!» —dijo la voz de Ami.

Me giré asustado pero me relajé de inmediato al notar que no estaba en peligro. Los forestnianos la habían rodeado y ella se encontraba en medio de la marea de abrazos, yo reí con malicia al notarlo.

«Eso te pasa por ser tan querida»

«No puedo respirar» —dijo dramáticamente.

Yo puse mis ojos en blanco, algo divertido, pero me acerqué a ella para sacarla del aprieto. Era demasiado linda como para negarse a ellos.

—Oigan —dije acercándome a la multitud— ¿pueden prestarme un momento a mi futura esposa? —Los forestnianos rieron, apartándose para liberar a Amira. Ella me miró aliviada y yo me acerqué, la tomé de los hombros y le planté un tierno beso en la boca, provocando más risas y algunos suspiros a nuestro alrededor—. Gracias —les dije separándome de Ami y volviendo la vista a ellos—, era un beso urgente.

Ella me soltó un ligero golpe en el estómago y yo reí, divertido ante su repentina timidez. Era lo mejor que se me había ocurrido.

—En fin —continué como si no hubiera existido interrupción alguna— la boda será dentro de dos semanas y, por supuesto, todos están invitados. Nos encantaría que estuvieran con nosotros en ese día tan especial. Si todo sale bien, esperamos que el castillo esté listo a tiempo para celebrar con un gran baile.

La emoción duró un rato más, pero en cuanto la noticia de la boda fue asimilada, los forestnianos volvieron a mirar a Amira, expectantes. La vi contraer su rostro, algo confundida. Parecía que ellos estaban esperando algo más de ella.

Dandelion carraspeó y dio un paso para acercarse a la reina.

—Majestad —ella lo observó—, algunos forestnianos tienen curiosidad. Quieren saber cómo ha logrado hacer magia para protegerlos de Enzo. Están un poco impresionados, también. Pensé que lo mejor sería que lo escucharan de su propia boca, para que no existan malentendidos.

Ella separó sus labios y los miró con comprensión.

—Oh —exclamó y pareció pensar seriamente su respuesta antes de responder— saben que siempre he sido honesta con ustedes y esta no será la excepción. Hasta ese día no sabía que podía hacer magia de nuevo. Claro, tenemos una teoría al respecto, creemos que puedo acceder a la magia de nuestro bebé, —Se abrazó el estómago como si quisiera protegerlo de todas esas miradas curiosas,

Esta vez los forestnianos reaccionaron distinto, se veían confundidos y algo extrañados.

—¿Eso es posible? —preguntó uno.

Ami se encogió de hombros, con un gesto elegante y sincero.

—Como dije, es nuestra teoría, la que más lógica tiene. No he vuelto a hacer ningún trato con las hadas y es posible que eso no vuelva a suceder nunca. —Ante sus palabras, la miré disimuladamente. A pesar de que me había jurado antes que no volvería a hacer magia a no ser que fuera estrictamente necesario, aún me seguía sorprendiendo la seguridad con la que decía aquello. Y lograba hacerme sentir a mí mucho más seguro—. Pero quiero que sepan que Joham y yo siempre encontraremos la forma de protegerlos, que no les quepa la menor duda.

Asentí, muy de acuerdo con sus palabras. Los forestnianos la miraron como solo veían a Ami, con una combinación de amor y respeto. Yo también estaba seguro de que cualquiera de ellos moriría por proteger a su reina, nos lo habían demostrado en el claro.

Abracé a Amira por la espalda para demostrarle mi apoyo y finalizamos aquella asamblea con un muy buen sabor de boca.

La paz volvió al bosque después de eso. Sin incendios. Sin amenazas. Sin Enzo. Todos decidieron apoyarnos para poder reconstruir el castillo a tiempo. Lo haríamos con magia, pero se requería mucha y al mismo tiempo, por lo que los días siguientes esa se convirtió en nuestra misión y trabajamos arduamente para lograrlo. 


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Sunforest 2. Joham Rey. [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora