«Ada»
Tres meses después Arus, Dandelion y yo nos encontrábamos en el estudio del castillo, arreglando los últimos detalles de nuestro plan. Tras una extensiva búsqueda, Arus por fin había encontrado una familia en la Tierra que resultaba perfecta para Ada, aunque ni Dandelion ni yo conocíamos muchos detalles sobre ellos.
El punto era que solo Arus supiera la ubicación de mi hija, para que el plan funcionara y Ada se encontrara realmente a salvo.
Sin embargo, habíamos tenido que recurrir a la magia para crear los documentos necesarios, como una identificación para la forma humana de Arus y falsos certificados de nacimiento de Ada, para poder simular una adopción lo más normal y real posible. Si no levantábamos sospechas todo saldría bien, así que estábamos revisando minuciosamente que no quedara ningún cabo suelto.
Me encontraba algo nervioso porque Ami llevaba dos días teniendo ligeras e irregulares contracciones y sabíamos que el momento estaba muy cerca. Por fin conoceríamos a nuestro hija... y nos despediríamos de ella. Arus la tomaría en cuanto naciera para hacer el hechizo que reprimirá sus poderes y llevarla inmediatamente a la Tierra, eso era lo mejor para todos, de lo contrario, Ada correría un terrible peligro.
—Bien —dije en voz alta tras algunos minutos de silencio—, me parece que todo está en orden.
Miré a Arus solo para obtener su aprobación y él asintió con una leve cabeceada.
—El plan saldrá bien —me prometió— ¿cómo estás?
—Ansioso —confesé.
—Te comprendo —respondió y Dandelion no pudo evitar mirarnos con curiosidad.
—¿Así te sentiste conmigo? —indagué. Arus evitó mi mirada, pero volvió a asentir con su cabeza.
—Fue bastante difícil —admitió— pero tú no estás solo, nos tienes a nosotros.
Exhalé aire que ni siquiera me había dado cuenta que estaba reteniendo y comencé a repasar de nuevo todo en mi mente, esperando que eso me ayudara a sentirme más tranquilo, pero la poca calma que empezaba a llegar desapareció de golpe cuando escuche la voz de Amira en mi cabeza.
«Te necesito» —suplicó— «ya no falta mucho»
Su voz estaba impregnada de dolor. Tragué saliva y miré a las dos personas que estaban junto a mí.
—Te has puesto pálido —comentó Dandelion al devolverme la mirada.
—Es hora —les avisé—. Ada está por nacer.
Ambos asintieron al mismo tiempo y comenzaron a ordenar los papeles que teníamos sobre la mesa.
—Ve con ella —dijo Arus— nosotros nos encargaremos.
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Sunforest 2. Joham Rey. [Disponible en físico]
Fantasy«Crucé mis brazos y observé algunos segundos el cielo. Hace poco que había anochecido y pinceladas de distintos colores pintaban la noche oscura. Nunca me cansaba de ese espectáculo. Ni de ese cielo. Ni de esa paz. Hacía ya seis años que Isis había...