Con La Sangre De Leyendas. [RUSMEX] Segunda Temporada

il est temps de proclamer le trône

(es tiempo de proclamar el trono)

- ahora sí te pasaste de verga...- México veía a Rusia, respiraba muy rápido y con fuerza, parecía querer gruñir como un perro, pero no lo hacía.

- sobrepasó los limites...- Rusia salió de la oficina sin decir nada más.

- tengo que encontrarlo antes de que haga alguna estupidez - México tomó su teléfono y lo metió en una bolsa con cierre de su pantalón. Salió de la casa, se concentró lo suficiente y en santiamén ya tenía sus alas, con algunas cicatrices, pero hermosas e imponentes, claro, eran más pequeñas que las alas de Rusmiet.

Alzó el vuelo y pensó a dónde ir, pensó en ir a casa de Ale y Pol, pero sabía que no estaba ahí; otra opción era la pista, claro que sería muy fácil encontrarlo ahí. Cómo un chispazo le llegó la idea de las oficinas en donde tenían los papeles listos para firmar que Rusmiet tomara posesión de las tierras de sus padres. México avanzó en el aire, sintiendo el viento agitar su ropa y las plumas de sus fuertes alas. Pudo ver aquél edificio, se apresuró y bajó con cuidado y antes de entrar guardó sus alas. Una vez adentro, preguntó a los empleados si habían visto a Rusmiet, una recepcionista le indicó que estaba en el piso número 3 firmando unos papeles.

México subió apresurado, salió del elevador y buscó la oficina en donde estaba una persona encargada de resguardar esos papeles. Entró, vió a su hijo a punto de firmar el papel y a él tipo sonriendo porque por fin ese muchacho que había visto crecer tomaría su lugar.

- ¡Rusmiet! - México detuvo la mano de su hijo, el muchacho miró a su madre de forma agresiva y con rabia.

- suletame - ordenó la Unión, México no obedeció al menor.

- déjame explicarte algo antes de que cometas un error - Rusmiet soltó la pluma sobre la mesa, hizo una seña y el señor que estaba ahí salió apresurado.

- ¿Que quieres? Al final no te va a servir de nada darme un sermón - México vió con dolor a su hijo ¿Cuando se había vuelto tan insensible?.

- quiero pedirte que hagamos esto de la manera correcta, si tú firmas este documento ahora mismo, podría causar una catástrofe, por fin conseguí una tregua con Estados Unidos, lo hice a escondidas del mundo... No te expongas ahora Rusmiet, aún eres demasiado joven - Rusmiet veía con superioridad a su madre, estaba listo para cualquier cosa, incluso sin el K-25-H11I podía defender ambos territorios y salir ileso.

- no me importa, estoy harto de que mi padre me vea como alguien inferior a él, ya me cansé de ser el mismo incompetente que el dice que soy, así que hazte a un lado y déjame llevar tú país y el de mi padre a la gloria eterna - Rusmiet sonrió de vmedio lado, tomó la pluma y estando otra vez a punto de firmar, sintió a su madre abrazarlo, México sabía que no iba a poder detener a su hijo en su camino, lo único que le quedaba era apoyarlo y guiarlo en sus decisiones para que no cometiera haces errores.

- sólo acuérdate de algo, una vez firmado ese papel... No habrá vuelta atrás - Rusmiet firmó la hoja y miró con egocentrismo a México, el mexicano no tuvo más que aceptar lo que acaba de pasar.

- vamos a tener que hacerlo oficial, sólo déjame hablar con tu padre sobre esto, debe de estar al tanto sobre este movimiento...- México tragó saliva; el señor volvió a entrar a la oficina y guardó en una carpeta con una una clave aquél papel, luego la metió en una pequeña caja fuerte y ésta fue introducida en una bóveda. Ambos salieron sin decir nada. México caminaba al lado de Rusmiet, volteando de vez en cuando para ver la expresión en el rostro de su hijo; el muchacho sonreía de forma discreta, se mantenía erguido al caminar y daba cada paso sin miedo y con autoridad.

- te prometo que no lastimaré a nuestra gente - México sólo asintió con la cabeza y siguieron andando hasta llegar al elevador, el muchacho presionó el botón que los llevaría al helipuerto. México no dejaba de pensar en las consecuencias que esto traería, su hijo era listo, pero la terquedad lo hacía difícil de entender.