Rusmiet llegó a su casa, Rusia no estaba, dispuso que estaría con sus estados, México estaba en la oficina con música de fondo. Tocó y abrió la puerta, su madre estaba redactando unos documentos en la computadora.
- hola Má - saludó con pena, ni había llegado a dormir y le preocupaba que le fuera a decir.
- buenos días, necesito que te sientes un rato aquí y me digas que te parece esto - le mostró la otra silla y el joven se acercó, su ropa olía a alcohol, pero él ya no tanto - ¿Cuántas te bebiste? - México arqueó una ceja y el muchacho sonrió.
- no sé, pero fueron varias -
- ve a cambiarte y luego vienes a ver esto - el chico salió de la oficina y fue a su habitación, se puso algo sencillo, pants y playera, se quedó descalzos y volvió al despacho.
- bien ¿Qué quieres que vea? - Rusmiet se sentó junto a su madre y empezó a leer el documento, era una tratado, ya tenía bastante escrito, por lo que no pudo ver para quien era.
- ¿te parecen bien los términos? - México señaló con el puntero algunos renglones de la tercera hoja.
- sí, sólo veo que falta especificar que en caso de ataque al territorio por su parte no dudaremos en contra atacar - Rusmiet jaló el teclado y anexó esa parte al documento.
- bien, creo que sólo falta imprimir esto y llevarlo a la junta - el mexicano estaba vestido de manera formal y relajada, algo le dijo a Rusmiet que debía cambiarse, y eso fue la mirada de México barriendo su atuendo con una ceja alzada.
- ah no mames... ¿Es hoy? - el chico se levantó apresurado, sólo que la risa del hijo de Azteca lo mantuvo dentro del despacho antes de salir corriendo a cambiarse.
- hoy tenía planeado hablar con Nor Corea, Sur Corea y Japón, con China ya está todo listo - México le guiñó un ojo - ponte guapo ¿Quieres? Vas a ver a tus primeros aliados más fuertes - el mexicano se quitó los lentes y los guardó en un pequeño estuche, tendía a cansarse la vista al estar en la computadora, así que los lentes eran una buena opción.
Rusmiet asintió. Al cabo de un rato, México y Rusmiet estaban subendo al auto, con Rusmiet de conductor y el mexicano como copiloto.
- ¿Ponemos música? Están lejos esas oficinas - Rusmiet tenía tiempo de no ir manejar el carro, claro, era buen conductor.
- ¿Qué ponemos? - el mexicano revisó su celular, no encontró nada que compartieran en gusto para empezar el viaje.
- checa mi lista, debo tener algo que nos guste - Rusmiet miró el retrovisor, había alguien manejando y viendo el celular, el chico lo dejó pasar para luego darle una pequeña mentada de madre con el claxon.
- ésta me gusta - México puso una canción algo llegadora para Rusmiet, una que describía como se sentía respecto a Ucana : Circles, Post Malone.
La canción empezó, un ritmo ameno y pegajoso que comenzó a reproducir una larga lista de música algo depresiva, pero que en sí, no mostraba mucho.
Pasaron por una caseta, pagaron y siguieron adelante, muchas canciones habían pasado ya, algo de banda, baladas, rock, pop y un poco de electrónica. México y Rusmiet cantaban con entusiasmo en sus partes favoritas, y así, el viaje se les hizo más corto.
Llegaron a un edificio grande, de ventanas oscuras y relucientes que reflejaban la luz del casi medio día. Entraron y llenaron un registro; en una de las salas de espera estaban los asiáticos hablando de manera pacífica. México y Rusmiet se acercaron aún tarareando una estrofa de alguna canción, pero al estar cerca se detuvieron a saludar. Japón fue la última en saludar.
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Con La Sangre De Leyendas. [RUSMEX] Segunda Temporada
FanfictionHEY! ESTA ES LA CONTINUACIÓN DE CONTIGO SOY FELIZ PARA UNA MEJOR EXPERIENCIA TE RECOMIENDO QUE LEAS PRIMERO ESO PARA ENTENDER TODO LO QUE SUCEDE AQUÍ! Los años habían pasado, ellos estaban juntos otra vez, la familia había crecido al igual que el a...