visión

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Corrí lo más rápido que pude, el pasillo se acortaba y podía ver la salida, había corredores a los lados. Pude ver una puerta en una de las paredes, se escuchaba el ruido de algo, algo como una máquina.

El grito de una mujer me hizo voltear completamente hacia la puerta... Estaba abierta y en el suelo de esa habitación pude ver el cuerpo de alguien... Sabía que me estaban siguiendo; podía escuchar sus pasos atrás de mí. Entré a la habitación y al acercarme el cuerpo de aquella persona... Era el cuerpo de-

- ¡AHM! - respiró profundo al sentir nuevamente la vida, despertó con una  marca en el brazo, como si de una mano se tratara; Rusmiet siguió respirando agitado, se levantó de la cama y entró a su baño. Todo estaba a oscuras, se recargó en el lavabo y abrió la llave; el agua fría no le hizo nada, sólo mojar su piel joven.

Levantó la vista hacia el espejo. La tenue luz de la calle entraba por su ventana; se miró en el reflejo del espejo y la luz hizo que la única parte de color amarilla en su rostro brillará, se quedó viendo aquella imagen. Tragó saliva y de la nada tuvo la sensación de ser observado. Se giró sin miedo y pudo ver una figura de su misma altura, parado frente a él sin hacer movimiento alguno. El ruso soltó un gruñido, se acercó listo para dar un golpe, pero al parpadear, la figura desapareció, volvió a verse en el espejo y una imagen lo paralizó.

Una visión de alguien con sangre saliendo de uno de sus ojos y una sonrisa.

Salió del baño y prendió la luz de su cuarto, tomó una de sus tantas sudaderas y también tomó su teléfono; salió de su habitación y bajó sin hacer ruido. Al salir de su casa y sentarse el las pequeñas escaleras que ayudaban a llegar a la entrada suspiró.

- Hola Abuelo - se escuchaba inquieto el menor de edad. Eran las cuatro de la mañana y el frío afuera era algo que lo tranquilizaba un poco.

-¿Rusmiet?...¿Qué haces despierto? Son las cuatro de la mañana...-  el adulto del otro lado de la línea contestó confundido.

- no puedo dormir y... Y... Tengo miedo- era algo difícil de escuchar en voz del hijo de México, ya que nunca se mostraba frágil ante sus preocupaciones, pero está vez era diferente...

- ¿Quieres hablar de algo? - URSS se levantó de su cama y fue hacia la cocina.

- ¿tú sentiste miedo cuando pasó eso?...- URSS no había entendido bien, así que se quedó callado - m-me refiero a la guerra y a tu enemigo-

El mayor suspiró.

- al principio tuve miedo, después... Las cosas cambiaron -  URSS se sintió incómodo hablando de la su "enemigo".

- Abuelo, ¿crees que yo pueda ser alguien importante? - el mayor no esperó a que su nieto se lo pidiera, tomó sus llaves y salió en su auto a casa de su hijo.

- claro que serás alguien importante Russ,  ya lo eres, pequeño - hablaron un rato hasta que el mayor estuvo lo suficientemente cerca para colgar la llamada y bajarse del carro. Rusmiet tenía una sudadera negra y un pants azul puesto, se veía desvelado y sin ánimos.

No dijeron nada y ambos se abrazaron, el pequeño se aferró a la playera del adulto y sollozó un poco. Estaba nervioso, a penas y había podido dormir con aquél sueño y luego todo lo que sucedió después...

- Rusmiet, eres muy joven para entender todo, pero entiendes más de lo que creemos...-  el soviético puso su mano en la espalda de su nieto y le dió unas palmaditas tratando de calmarlo.

Con La Sangre De Leyendas. [RUSMEX] Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora