new challenges...

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Las horas transcurrieron en silencio hasta que la familia de Rusmiet llegó a visitarlo; sus primos eran mucho más enérgicos que Rusmiet en ese momento, mismo en el que se sentía tan mal como cuando la guerra empezó.

- Urusil, deja de jalar las plumas por favor, me molesta - gruñó Rusmiet al sentir como su primo trataban de quitarle una de las tantas hermosas plumas de sus alas. Brasil y Argentina habían llegado junto con los gemelos y estaban platicando con México mientras los gemelos hostigaban un poco a Rusmiet.

- si sí, lo que digas, pero no me iré sin una pluma - anunció Urusil a la par que acariciaba el ala derecha de forma suave y lenta; los gemelos compartieron una mirada cómplice al ver qué el mexicano se encogía un poco cuando acariciaban el plumaje de esa forma.

- ¡Wey! Aleja tus manos - Rusmiet tomó las manos de ambos menores y los hizo moverse lejos de sus alas; estaba un poco sonrojado y parecía querer gruñir como un perro. México sonrió al ver a su retoño moverse con mayor facilidad.

- Méx, hablé con OFNUBI acerca de que va a pasar con Rusmiet y con Ucana; parece que va a haber más problemas de los que ya había... - Argentina  se cruzó de brazos con preocupación y Brasil estaba al tanto de la plática, pues él también había estado ahí.

- lo sé, y sé que será peor que hace años; OFNUBI no se anda con juegos. Yo estoy peor que tú - bajó la mirada con resignación; sólo quedaba cumplir la sentencia y pagar las deudas.

- Buenos días - OMSUE entró en la habitación con un sobre amarillo y un frasco blanco en las manos; miró a todos y los demás entendieron que necesitaba hablar con Rusmiet, y a solas - espero no interrumpir nada importante, pero necesito hablar con mi paciente - se movió de la puerta y los gemelos junto con Mexico, Argentina y Brasil salieron D ela habitación, no sin antes Urusil robarle un pluma a Rusmiet.

- veo que te encuentras mejor - la voz fuerte de la menor hacía que la cabeza del joven ruso diera vueltas; de alguna forma la profundidad de sus palabras le hacían sentirse calmado y también le provocaba repentinos parpadeos en los que podía ver las imágenes de la muerte en el campo de batalla.

- sí, mis alas ya están sanas - el ruso quiso ponerse de pié cuando ella lo detuvo negando con la cabeza.

- necesitamos hablar sobre las pastillas que tomabas - OMSUE se sentó en el sofá frente a la camilla y cruzó las piernas manteniendo una postura perfecta y una mirada severa hacia el muchacho - pero antes quiero que me hables de qué es lo que te atormenta -

- ¿Atormentarme? - preguntó extrañado - no hay nada... Bueno, sí lo hay - suspiró al traer al presente todas esas veces en que es figura que aparecía constantemente en su vida le susurraba cosas al oído, le decía el futuro aunque él no lo supiera.

- voy a hacerte unas preguntas, sólo para cerciorarme  de que el tratamiento está sirviendo - la chica se acomodó mejor en el sillón y dejó al otro relajarse; Rusmiet dejó caer las alas sobre la cama y acarició su brazo, justo por encima de sus cicatrices y las miraba con algo parecido al asco. Rusmiet asintió.

- ¿Hay alguien a quien le hayas contado sobre tus pesadillas? - OMSUE miró quedamente a su paciente; se notaba el agotamiento, pero ese lado atractivo no desaparecía.

- no, jamás había hablado con alguien sobre esto - Rusmiet tomó la sábana y la estrujó tratando de calmarse.

- ¿Puedes describir lo que sientes? - pidió amablemente la doctora.

- me siento mareado, y con muchos nervios; a veces todo se pone oscuro y veo algo, es alguien que me habla...- volteó hacia la ventana y palpó la venda de su ojo - pero acabaron las apariciones y los susurros cuando acabó la guerra -

Con La Sangre De Leyendas. [RUSMEX] Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora