Dentro del Juego (Completa) (#1 Golden State)

Capítulo Veinte: Un secreto (Parte II)

Steven

Diciembre 27, 2016

Oakland, California.

Nunca en la vida había sentido tanto miedo como el que me invadió cuando recibí la llamada de Amber y la escuché sollozar.

—Steven, tranquilízate— de lado del copiloto Charlotte luce muy pálida mientras aferra fuertemente sus manos a los lados del asiento, lo sé porque puedo ver lo blancas que estas están de tanto hacerlo.

—No me pidas que me tranquilice, tu no la escuchaste.

—Solo no quiero morir joven y sin haber amado— quiero decir algo sobre Kayden y molestarla un poco, pero ahora no tengo gamas de ser ese Steven. Ahora estoy en una faceta nueva: la de un novio desesperado.

—Si algo le llegase a pasar...

—No tienes que expresar tus angustiantes sentimientos conmigo. Leo novelas y conozco a una escritora, se perfectamente lo que el personaje masculino siente al ver que la mujer que ama está en problemas. Pero ¡Por el amor de dios ve un poco más despacio! — detengo el auto frente a la casa de Amber. Bajo a toda velocidad, corriendo hacia la entrada de esta. Toco como un loco la puerta, impacientándome cuando no escucho ningún sonido proveniente del interior.

—¡Amber! — grito justo cuando la puerta se abre y en pequeño y sollozante cuerpo me abraza. No necesito verlo para saber que se trata de Amber. Puedo oler su tan característico aroma, y es como si mi cuerpo ya reconociera el suyo.

—Shhh shhh— acaricio su cabellera con mis manos, intentando tranquilizarla—. Estoy aquí, alucinación. Estoy aquí y no voy a dejarte — sus manos se aferran a mi torso y admito que me deja sin un poco de aire, pero no importa porque la tengo en mis brazos y a salvo.

Pasan segundo para que se separe de mí, lo suficiente para ver a la cara, pero aun manteniendo contacto con mi cuerpo. Miro a sus ojos, rojos e hinchados debido al llanto. Limpio las lágrimas sobre su rostro, besando cada uno de sus orbes y sus labios para que sepa que estoy aquí para ella.

—¿Dónde está Charlotte? — frunzo el ceño al no verla a mi lado. Volteo hacia el auto viéndola de cuclillas. Otro auto se detiene detrás del mío, es Kayden. Se baja de inmediato cuando ve a la rubia en el suelo.

—¿Qué le sucedió? — grita mi otra mitad cuando llega a ella.

—¡Charlotte! — grito a la rubia quien alza la vista para verme. Mierda, debí asustarla más de lo normal, está completamente pálida —. ¿Estás bien? — asiente, dándome una señal con la mano. Escucho a Kayden preguntarle si está bien. La enfermera asiente, pero aún no se pone de pie.

—¿Qué le sucede?

—Puede ser que manejara más rápido de lo normal. Eso debió asustarla.

—Y mucho. Todavía sigue en el suelo— Kayden la ayuda a levantarse. En cuanto Charlotte está de pie agradece a mi amigo e intenta caminar, pero apenas da el primer paso parece que va a vomitar. Kay la toma de inmediato.

—¿Segura que estas bien? — pregunta Amber, su amiga vuelve a asentí. Miro a Kayden pidiéndole que se encargue, el solo asiente.

—¿Qué sucede?

—Mi madre está aquí.

—¿Tu madre? — asiente.

—Estábamos hablando sobre... Sobre papá y ella comenzó a ponerse muy mal — su rostro me dice que de verdad la asusto mucho. Parece que está recordando lo vivido —. Trate de acercarme, pero eso solo lo empeoro — me muestra sus muñecas. Las tomo de inmediato cuando veo las marcas sobre estas—. Estoy bien— intenta tranquilizarme, pero no estoy nada tranquilo—. No sabía que hacer así. Te llamé porque yo te necesitaba y te pedí que trajeras a Charly porque es enfermera y quizás podría ayudar de alguna forma a saber que sucede con mamá —asiento.