Dentro del Juego (Completa) (#1 Golden State)

Capítulo Treinta y Ocho: Stephen Kross

Steven.

Abril 16, 2017

Oakland, California.

Es hoy.

Esta es la parte que todos aman de la temporada, por la cual los fans enloquecen, esto es el inicio de los Playoffs.

Mentiría si no dijera que estoy nervioso, porque vaya que lo estoy. No he dejado de mordisquear mi uña, mientras pienso en el montón de personas que se encuentran ingresando a la arena.

Al quedar en mejor posición que Portland, los partidos darán inicio en el Oracle, por lo que la ventaja de localía será nuestra en caso de que se alargue a siete partidos.

Cuando el auto se detiene, me obligó a sacar el dedo de mi boca.

Dorian, el hombre que se ha encargado de transportarme a la arena siembre que lo necesito, voltea a verme con una sonrisa burlesca en su rostro.

Él sabe lo nervioso que me encuentro. Me ha visto de esta manera desde que comenzamos a clasificar para los Playoffs.

Algunas de esas veces, le gusta bromear dejando en mi asiento un chupón, para reemplazarlo por mi dedo.

Lo gracioso, es que de hecho lo uso como sustituto. Lo que al principio comenzó como una broma dejo de serlo cuando vio que funcionaba y que aplacaba un poco mis nervios.

—¿Está listo, jefe?

—Necesito el chupón ¿Porque no lo trajiste?

—Pensé que con el montón de diversión que tuviste anoche, chupar seria lo último que querrías en estos momentos— siento cierta vergüenza acumularse debajo de mi cuello al verlo mirar hacia ese punto, en específico donde un chupetón se encuentra.

Quiero corregirlo que de hecho eso fue hace dos noches, pero me ha relajado lo suficiente que solo sonrío.

—Es hora de que bajes ese trasero competitivo tuyo, y hagas una de las cosas que mejor se te dan.

—¿Sonreír para las cámaras?

—Tirar— quita el seguro de la puerta.

Antes de salir, estira su brazo sobre el respaldo del asiento, la choco haciendo nuestro característico saludo.

Tomo la manija de la puerta, deslizándola permitiéndole a los flashes de las cámaras inundar mi rostro.

—Suerte, jefe— volteo una última vez en su dirección, agradeciéndole con un asentimiento de cabeza.

La nueva canción de Scarlett Green resuena por los auriculares de mis audífonos.

Camino con seguridad a través de la alfombra que han puesto para nosotros y en donde algunos de los fotógrafos de distintos programas deportivos se encuentran.

Entre ellos diviso a Liam, quien sostiene una cámara, a su lado, Hannah sostiene su teléfono el cual también apunta hacia mí.

Verla me recuerda que tengo que decirle a Sean que he encontrado a su rubia misteriosa. Mientras tanto, disfrutaré viendo cómo se queja acerca de no encontrarla y molestándolo con la idea de que haya una posibilidad de que fue un fantasma o mera imaginación suya.

Camino por el largo pasillo que me llevara hacia los vestidores, mirando las fotografías de los jugadores pertenecientes a la plantilla actualmente.