Amber
Diciembre 28, 2016.
Oakland, California.
Tener a mamá en casa es extraño. Me gusta, pero de igual forma se pueden sentir las cosas diferentes. Una de ellas es despertar y encontrarme con el desayuno ya hecho.
—Buenos días, cariño— se coloca de lado de la mesa, justo como lo hacía cuando se lo preparaba a papá.
—Mamá, no tienes por qué hacer eso— la tomo delicadamente del brazo para guiarla a la mesa y que desayune conmigo—. No soy papá. Te agradezco el haber preparado el desayuno, pero no tienes que hacer como si el estuviera aquí porque no lo está— pasa un mechón de su rubio cabello por detrás de su oreja. Veo sus mejillas teñirse de rosado, parece que esta avergonzada.
—Lo siento— quizás estoy exagerando mucho la situación. Charlotte dijo que mamá se comportaría así debido a que la mayor parte de su vida como ama de casa vivió haciendo eso. También dijo que con el paso del tiempo lograría adoptar un nuevo estilo de vida siempre y cuando yo la ayudara y ella estuviese dispuesta.
Tomo una lenta y silenciosa respiración antes de tomar su mano alrededor de la mía. Cuando alza la vista para verme, le ofrezco mi sonrisa más sincera.
—Está bien. Puedes hacer lo que quieras siempre y cuando te sientas cómoda. Lamento la reacción que tuve y la forma en la que te hable, es solo que quiero que entiendas que no tienes por qué hacer o ser lo que hacías y eras con papa. Yo sé que tomara tiempo, pero estaré aquí si me necesitas— ahora es ella quien me brinda una sonrisa.
Ayer fue un completo caos. Desde enterarme que soy adoptada hasta descubrir que antes de mi tuvieron una hija la cual murió y a la cual al parecer mi padre mato.
Yo sé que él puede ser machista e incluso su temperamento no es el mejor del mundo, pero ¿un asesino?
Mi cabeza no logra concebirlo y no puedo preguntarle a mamá. No ahora después de lo ocurrido ayer.
Puedo ver por la forma en la que me está viendo que ya sabe que yo tengo conocimiento de mi adopción y que fue ella quien me lo dijo. Intenta decir algo, pero supongo que aún no tiene el valor, así que solo asiento y le indico que tome un plato para desayunar.
Platicar con ella durante el desayuno no es algo nuevo. Puede ser que no hayamos realizado muchas actividades madre-hija, pero el desayunar juntas, en especial cuando papá no estaba, era eso que yo podía catalogar como "nuestro momento". Hablábamos de muchas cosas. Ella me contaba acerca de aventuras que había tenido cuando tenía mi edad, también solía decir muy malos chistes de los cuales terminaba por reírse ella misma.
Lo mágico siempre sucedía cuando papá no estaba, porque eran los pocos momentos en los que mamá podía ser ella misma, sin necesidad de preocuparse por hacer hecho algo fuera de lo que una buena esposa debe hacer.
Tampoco es como que papá haya sido un monstruo, porque también tenía sus momentos. Los mejores eran cuando nadie más aparte de mamá estaba en casa. Ahí era cuando se convertía en súper papá y no en el machista opaca sueños que era la mayor parte del tiempo.
—El chico que venía con la rubia. ¿Cómo se llama? Creo que lo vi en una de tus fotos.
—Ese es Kayden.
—El chico del esmoquin— asiento—. ¿Es novio de Charlotte? — la papaya que trago en ese momento no parece completar el proceso de pasar por mi garganta, cuando la escucho hacer esa pregunta—. ¿Estás bien? — golpea unas cuantas veces mi espalda para después darme un poco de café.
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Dentro del Juego (Completa) (#1 Golden State)
RomancePara conseguir ser el mejor, Steven necesitara más que entrenar su cuerpo. Para obtener los resultados que espera, tendrá que hacer más de un sacrificio. Para ganar el corazón de Amber, deberá intentar todas las jugadas posibles. Tres objetivos, sue...