Capítulo Treinta y Dos: Kayden es un desastre

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Steven

Marzo 6, 2017.

Oakland, California.




No son muchos los momentos, en especial durante la temporada, en los que puedo darme el lujo de sentirme relajado.

Puedo estar en casa, sentado en mi sillón favorito, viendo alguna película recomendada o jugando un videojuego nuevo que Jake me descargo, con una cerveza en la mano. Únicamente en boxers y, aun así, sentir dentro de mi pecho cierta presión por el juego.

Amo el baloncesto.

El amor a las cosas trae consigo cierta vena masoquista que a los humanos nos encanta. Porque a pesar de traer un sentimiento negativo a nosotros, lo amamos.

Por otro lado, en su mayoría, puedo referirme al baloncesto y otros deportes, trae sentimientos positivos.

No recuerdo cuando fue la ultiman vez que me sentir tan relajado, siendo temporada regular y casi un mes del inicio de los Playoffs.

Quizás, voy a dejarlo en una probabilidad, se deba a la mujer que en estos momentos está concentrada moviéndose sobre mí.

Amber, con su cabeza echada hacia atrás, los ojos cerrados, sus labios entre abiertos, la cabellera cayéndole por la espalda y el sensual movimiento de sus pechos y cadera, son la mejor forma que tengo para no sentir ni un poco de estrés.

Todo mi cuerpo siempre se mantiene alerta cuando esta mujer está cerca de mí. Inclusive, aunque no pueda verla, he desarrollado cierta reacción, en especial mi cuerpo y no estoy hablando de mi pene, que me hace saber que ella está cerca.

No tengo como describirlo, no se siquiera si esto pueda describirse.

Unos cuantos gemidos, pequeños pero audibles, escapan de sus labios.

Mierda, luce tan sexy que me es imposible no tomar sus pechos entre mis manos y comenzar a masajearlos.

Me encantan, si pudiese levantarme y metérmelos a la boca lo haría, pero sé que rompería el hipnótico vaivén de sus caderas sobre mi miembro.

Puedo sentir como las paredes alrededor de él, comienzan a contraerse. Aprieto los dientes, colocando más fuerza de lo normal en mi agarre a sus pechos. Con mis dedos pellizco ambos pezones, rogándole al cielo que me deje durar un poco más.

Amber llega primero. Yo, tengo que empujar unas cuantas veces más, para poder hacerlo.

Su cuerpo cae sobre el mío. Puedo sentir sus pechos contra mi pecho. Sus pezones duros mandan ciertas descargas a mi miembro quien aún está recuperándose del segundo asalto.

Tener mujeres sobre mí no había sucedido desde lo ocurrido en Miami.

Después de eso, pasó menos de un mes para que volviera a tener sexo. Pero este era más para quitar el recuerdo de Stefany, que por complacerme.

Llegue a preocuparme cuando no lograba satisfacerme nada. Mi pene podía levantarse e introducirse dentro alguna mujer, sin embargo, la satisfacción de lo que el sexo debería traer consigo no llegaba. Así que asistí con un sexólogo.

Drake me ayudo a que el tipo fuese a mi casa. En ese tiempo los medios aún estaban sobre nosotros después de ganar nuestro primer campeonato, por lo que no me convenía que me vieran con un sexólogo, en especial uno que era, aun es, bueno y reconocido.

Dentro del Juego (Completa) (#1 Golden State)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora