Dentro del Juego (Completa) (#1 Golden State)

Capítulo Cuarenta y Tres: Problemas resueltos.

Amber

Junio 10, 2017

Oakland, California.

Hay ciertas cosas que toda mujer puede soportar, pero cuando esas cosas sobrepasan el límite entonces es cuando tomamos cartas en el asunto.

Las manos me tiemblan mientras sostengo el periódico y la tablet, ambas mostrando el artículo que Liam y Hannah me mostraron hace unos instantes.

—Amber, debes tranquilizarte— escucho el resonar de sus tacones, lo que me indica que va detrás de mí.

—No— niego también con un movimiento de cabeza—. Estoy cansada. Si cree que por ser mi jefe no voy a decirle nada, está absolutamente equivocado.

—Alterarse no es bueno para el bebé.

—Permitirle a Richard seguir diciendo mentiras sobre mí no es bueno para el bebé. Si es niño tiene que aprender que hay cosas que a una mujer nunca se le deben hacer. Si es niña aprenderá que no debe dejarse hacer nada que vaya en contra de su persona o moral— me he hecho la sorda y ciega con los recientes titulares de revistas y páginas en internet.

Pensé que si no veía respuesta alguna quizás podría dejarlo. Pero no fue así, sino todo lo contrario.

Sé que es el "la fuente cercana" que los artículos mencionan. Hannah me ayudo a investigar acerca de ello.

No solo rego el chisme en la revista Washington, misma que no le hizo caso y en vez de sacar ese estúpido artículo, saco el de la colaboración. Supongo que al no conseguir su objetivo el bastardo decidido buscar otro sitio que si la publicase.

Desde que llegué al equipo recibí un trato diferente por parte de Richard, claro que no uno ventajoso sino todo lo contrario. Todo por no doblegarme y abrirle mis piernas.

Siempre me dejo en claro que tenía prohibido relacionarme sentimentalmente con algún miembro del equipo o trabajador de él. Aunque eso nunca se estableció en el contrato que firme, porque lo leí todo, no le tome la debida importancia.

En ese tiempo conseguir pareja no estaba en mis planes, aunque tampoco lo fue cuando Steven me propuso iniciar una.

En mi defensa ¿Cómo iba a saber que terminaría comprometida y con un bebé de Steven creciendo dentro de mi vientre?

No es que yo hubiese ido directamente a él pedirle que saliese conmigo y después pedirle que me hiciese un bebé. Todo fue extraño desde el principio, pero poco a poco comenzó a agarrar forma y es que se volvió lo que es ahora.

Y justo ahora estoy por ponerle alto a todo esto. Richard ha sobrepasado mis límites.

—Voy a llamar a Steven— amenaza Hannah, ruedo los ojos soltando un bufido.

—Steven hará lo que yo no por estar embarazada, darle una paliza. Si quieres llamarlo, adelante. No tengo ningún problema.

—Yo lo llamare— escucho decir a Liam.

Antes de dar la última vuelta que me llevará directo a la oficina de mi jefe, Hannah se planta frente a mí.

Intento moverme a un lado, pero es más rápida impidiéndome el paso.

Frunzo el ceño, cruzándome de brazos adoptando una expresión de irritación.

—Muévete, Hannah.