Capítulo 17

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-Médico a domicilio -escuchamos segundos después de que golpeen la puerta un par de veces- ¿Hay alguien en casa?

-Es Doc -digo, moviéndome hacia la puerta para abrirla. Ni siquiera me molesto en ver si Cassamdra baja el arma porque confío en ella. En cuanto abro, me abrazo a mi amigo-. No sabes cuánto me alegro de verte.

-Ya lo veo -sonríe y le dejo pasar.

-¿Has visto a alguien? -pregunto, mientras se acerca al enfermo.

-Todo despejado -niega-. Veamos qué tenemos aquí.

Durante algo más de una hora, Doc se ocupa de Sam. Solo se escuchan sus instrucciones cuando me pide que le ayude a retirar la bala, que parece haberse incrustado bastante en su pecho. Cassamdra permanece atenta a nuestros movimientos, pero no dice nada. Puedo notar cómo aprieta las manos en puños y juraría que en cualquier momento se pondrá a caminar por la cabaña, pero al final no lo hace.

-Ha habido suerte -dice Doc, cuando consigue sacar la bala-. Una de las costillas consiguió frenarla lo suficiente para no alcanzar ningún órgano. Le va a doler bastante hasta que cicatrice, pero sobrevivirá.

-Eso es bueno -Cassamdra habla por fin, aliviada.

-Aunque tenemos que llevarlo de inmediato a un hospital -termina de hablar Doc, mirándome-. Tengo que ponerle una vía y este lugar no es muy salubre. Si se infecta o surge alguna complicación, no podré ayudarle aquí. 

-No podemos ir al hospital -insiste ella.

-Hablaré con Hank -Doc se dirige a mí en primer lugar y después a ella-. Lo llevaré conmigo al hospital militar. Nadie se atreverá a entrar en la base, así que estará a salvo allí mientras se recupera.

-Pero yo...

-Tú te quedarás conmigo -la interrumpo. Después hablo con Doc-. Avisa a los muchachos en cuanto Sam esté a salvo en la base. Venid a mi casa, tenemos que atrapar al cabrón que le disparó.

-Copiado -asiente-. Ayúdame a llevarlo al coche.

-¿No me habéis oído? -nos interrumpe ella.

-Perfectamente -le respondo-, pero Sam necesita ir al hospital.

-Mi padrino no se detendrá aunque esté en una base militar.

-Suerte que no vaya a saberlo -dice Doc, acercándose a ella-. No habrá registro de ingreso y nadie en la base dirá nada de él porque tampoco daré su nombre. Aunque podría hacerlo y la información no saldría de allí. Somos SEAL, leales hasta la muerte.

-¿Creéis que con decir que sois SEAL se soluciona todo?

-Sí -respondemos a la vez, dejándola sin palabras por un momento.

-Menuda estupidez -exclama después.

-Te lo demostraré -le prometo-, pero primero, Sam se va al hospital.

En cuanto Doc se marcha, llamo a Savannah para que sepa dónde está su hermano. Ya le he dicho a Doc que seguramente se pasará por allí, así que estarán al tanto, para permitirle el acceso. 

-Oh, dios -la oigo llorar a través del teléfono-. Gracias, gracias, gracias. No sé cómo pagártelo. Esto es...

-No tienes que hacer nada -la interrumpo-. Sam era mi responsabilidad. 

-Pero le has salvado la vida.

-Ese es mi trabajo -me gustaría decirle que no he sido yo, pero no puedo. Cassamdra debe permanecer en las sombras hasta que Osmond Raines esté entre rejas. Cuanta menos gente sepa de su existencia, mejor para ella.

Sam (Saga SEAL 5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora