-Has tardado -dice Fisher cuando regreso con ellos- ¿Has estado ligando de nuevo?
-Se me han adelantado -respondo de manera automática-, creo.
-¿Corazón roto? -abre sus brazos hacia mí-. Ven con papi. Yo te consolaré.
-Tenemos cosas más importantes que hacer ahora mismo -disfruto como el que más con las bromas de Fisher, pero el tiempo corre en nuestra contra y tenemos que encontrar a Cassamdra. Si Osmond descubre que no hay nada en los archivos que Sam le consiguió, ya no tendrá motivos para mantenerla con vida. Y aunque sea su padrino, lo creo muy capaz de matarla.
-Se pueden hacer las dos cosas -en cuanto me siento a su lado, me abraza con fuerza, hasta que protesto porque me falta el aire- ¿Mejor?
-Si por mejor quieres decir asfixiado, sí, gracias -sonrío. A pesar de sus tonterías, ese abrazo me ha ayudado a relajarme un poco. En el fondo, Fisher sabe lo que se hace.
-El doctor Amor lo ha logrado de nuevo -se jacta.
-Creía que el doctor Amor solo juntaba parejas -le dice Loman.
-El doctor Amor trata cualquier dolencia del corazón -remarca Fisher-. Amor, desamor, estupidez...
-La estupidez no viene del corazón -le dice Simmons.
-Te sorprendería cuántas estupideces se cometen por culpa del corazón -no puedo estar más de acuerdo con Fisher.
Nos reunimos en mi piso y me conecto de nuevo al sistema informático de la base para usar los satélites y localizar el lugar del que me ha hablado Sam. Tenemos que saber a qué nos enfrentamos, antes de rescatar a Cassamdra.
-Vaya -Fisher silba por encima de mi hombro, al ver la seguridad del lugar-. Esto no se parece en nada a la otra casa.
-Desde luego que no -mis ánimos decaen por un segundo.
-Fíjate en eso -Harper señala lo obvio-. Alimentación energética propia. La única forma de debilitar sus defensas es derribando todos esos generadores. Dudo que los jefes nos permitan disponer de un halo.
-Qué buena eres dando ánimos, Harper -le dice Fisher.
-Tú eres el payaso del equipo y yo la realista -lo mira con su mejor cara de me importa una mierda lo que digas-, ¿algún problema con eso?
-Te besaría ahora mismo -le responde-, pero tengo miedo de que me rompas la nariz.
-Ten por seguro que lo haría.
-Lo sé, lo sé.
-¿Crees que Sam nos ayudaría si pudiésemos informarla del plan? -pregunta Doc, ignorando las puyas que se lanzan Fisher y Harper-. Ella podría facilitarnos el acceso desde el interior.
-No creo que la dejen sola -niego-. Y no sé cuánto tardaría en llegar hasta ella. No sé de cuánto tiempo disponemos.
-Búscame un hueco por donde entrar -sugiere Fisher, mientras golpea su puño con la otra mano- y yo me encargo de todo.
-Habló el Suicida -se queja Simmons.
-Yo apoyo la moción -añade Archer en tono divertido.
-No creas que te librarás de mí tan fácilmente, cuñado.
-No pierdo nada por intentarlo.
-Quizá deba hablar con mi hermanita sobre tus ganas de suicidarme.
-Dependiendo de la hora del día y del tiempo que pase a tu lado, estaría de acuerdo conmigo.
-Oh -se acerca a él en plan gallo de corral y aunque todos estamos riendo, mi mente no está del todo con ellos-, repítemelo a la cara, si te atreves.
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Sam (Saga SEAL 5)
ActionKeaton Kipling, DK para los amigos, es uno de los mejores informáticos del país. En su tiempo libre se dedica a perfeccionar su destreza y nunca lo considera como parte de su trabajo, sino como un pasatiempo. Es su mayor pasión. Pero cuando la CIA l...