Capítulo 21

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-Has tardado -dice Fisher cuando regreso con ellos- ¿Has estado ligando de nuevo?

-Se me han adelantado -respondo de manera automática-, creo.

-¿Corazón roto? -abre sus brazos hacia mí-. Ven con papi. Yo te consolaré.

-Tenemos cosas más importantes que hacer ahora mismo -disfruto como el que más con las bromas de Fisher, pero el tiempo corre en nuestra contra y tenemos que encontrar a Cassamdra. Si Osmond descubre que no hay nada en los archivos que Sam le consiguió, ya no tendrá motivos para mantenerla con vida. Y aunque sea su padrino, lo creo muy capaz de matarla.

-Se pueden hacer las dos cosas -en cuanto me siento a su lado, me abraza con fuerza, hasta que protesto porque me falta el aire- ¿Mejor?

-Si por mejor quieres decir asfixiado, sí, gracias -sonrío. A pesar de sus tonterías, ese abrazo me ha ayudado a relajarme un poco. En el fondo, Fisher sabe lo que se hace.

-El doctor Amor lo ha logrado de nuevo -se jacta. 

-Creía que el doctor Amor solo juntaba parejas -le dice Loman.

-El doctor Amor trata cualquier dolencia del corazón -remarca Fisher-. Amor, desamor, estupidez...

-La estupidez no viene del corazón -le dice Simmons.

-Te sorprendería cuántas estupideces se cometen por culpa del corazón -no puedo estar más de acuerdo con Fisher.

Nos reunimos en mi piso y me conecto de nuevo al sistema informático de la base para usar los satélites y localizar el lugar del que me ha hablado Sam. Tenemos que saber a qué nos enfrentamos, antes de rescatar a Cassamdra.

-Vaya -Fisher silba por encima de mi hombro, al ver la seguridad del lugar-. Esto no se parece en nada a la otra casa.

-Desde luego que no -mis ánimos decaen por un segundo.

-Fíjate en eso -Harper señala lo obvio-. Alimentación energética propia. La única forma de debilitar sus defensas es derribando todos esos generadores. Dudo que los jefes nos permitan disponer de un halo.

-Qué buena eres dando ánimos, Harper -le dice Fisher.

-Tú eres el payaso del equipo y yo la realista -lo mira con su mejor cara de me importa una mierda lo que digas-, ¿algún problema con eso?

-Te besaría ahora mismo -le responde-, pero tengo miedo de que me rompas la nariz.

-Ten por seguro que lo haría.

-Lo sé, lo sé.

-¿Crees que Sam nos ayudaría si pudiésemos informarla del plan? -pregunta Doc, ignorando las puyas que se lanzan Fisher y Harper-. Ella podría facilitarnos el acceso desde el interior.

-No creo que la dejen sola -niego-. Y no sé cuánto tardaría en llegar hasta ella. No sé de cuánto tiempo disponemos.

-Búscame un hueco por donde entrar -sugiere Fisher, mientras golpea su puño con la otra mano- y yo me encargo de todo.

-Habló el Suicida -se queja Simmons.

-Yo apoyo la moción -añade Archer en tono divertido. 

-No creas que te librarás de mí tan fácilmente, cuñado.

-No pierdo nada por intentarlo.

-Quizá deba hablar con mi hermanita sobre tus ganas de suicidarme.

-Dependiendo de la hora del día y del tiempo que pase a tu lado, estaría de acuerdo conmigo.

-Oh -se acerca a él en plan gallo de corral y aunque todos estamos riendo, mi mente no está del todo con ellos-, repítemelo a la cara, si te atreves.

Sam (Saga SEAL 5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora