Capítulo 6

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—Vamos a revisar tus reflejos— Dijo un hombre en bata blanca mientras que tomaba una pequeña herramienta médica muy similar a un martillo y sonreía cálidamente a la chica, la cual por el momento solo asentía mostrando la sonrisa más radiante que una persona puede poseer. Era simplemente increíble. Desde que la anciana había usado sus increíbles habilidades en ella las cosas se habían hecho más rápidas. El proceso de curación, el cual el doctor había pronosticado para meses después, había sucedido en menos de tres meses. La única desventaja de aquel movimiento que hizo la heroína, es que había dormido un largo periodo de tiempo. ¿Cuanto exactamente? Realmente no podía estar segura, pero dando un aproximado sería capaz de decir entre tres a cinco días sin haber abierto los ojos, ademas, lo había hecho mas de una vez, si no perdía la cuenta había sido algunas nueve veces. Por otro lado sus ojos tenían un problema el cual exponencialmente resultaría ser un problema de importancia mayor.

El mantener una persona en completa oscuridad por días no podía perjudicar la salud de esta, pero mantener los ojos de un organismo lejos de la luz por meses e incluso años, provocaba que la retina tenga un desbalance, desacostumbrando está a la luz solar, lo cual hace que al presenciar una gran cantidad de luz sea completamente dañino para la retina y por ende para la vista en general. Por el momento, la hermosa chica debía de usar unos lentes solares para mantener sus ojos seguros y a salvo de cualquier tipo de daño. Era cierto, se veía estúpida con lentes solares dentro de un edificio, pero eran medidas desesperadas para tiempos desesperados, y si era una razón médica ¿Que derecho tenía ella de contradecir a la gente que habían decidido lo mejor para su organismo con el único fin de mantenerla saludable? Déjenme responderles eso, ninguno. Era evidente que ella no podía contradecir lo que personas con años de experiencia y preparación decían.

Después de algunos momentos examinando el estado de su cuerpo y sus heridas, el doctor llegó a la conclusión de que por el momento podía hacer movimientos, siempre y cuando la brusquedad de estos no sea muy alta, y que se tome tiempo para descansar en lapsos de veinte minutos para permitirle a sus músculos tener una curación apropiada. La chica ante las palabras de "Señorita, sus exámenes y resultados fueron excelentes, dentro de poco podrá correr y mantener un estilo de vida normal" solamente sonrió felizmente y dirigió su mirada a el chico de cabellos rizados y verdosos, provocando que el chico solamente le devolviera el gesto por mera cortesía. No sabía qué hacía ahí, ni la razón por la que se estaba aferrando tanto a esta nueva chica, pero realmente no le importaba. Lo único que presumía saber era que dentro de su pecho algo le decía que ella era importante en la historia, y que si mantenía su contacto con ella las cosas mejorarían gradualmente. ¿Por qué tenía ese sentimiento tan persistente? Ni idea, pero no le molestaba de cualquier manera. Era capaz de esperarla en el hospital y hacerle pequeñas visitas, además de entablar conversaciones cortas con ella, pero fuera de aquellos pequeños gestos seguían siendo completos desconocidos. No tenía muy en claro lo que esperaba lograr con esto, si era solamente para entender mejor el patrón que tenía la liga de villanos, para satisfacer su curiosidad acerca de que le podría pasar si al final de cuentas era capturado, o si era simplemente porque quería saber lo que los héroes ignoraban después de rescatar a la gente. Si, ser un héroe era un trabajo honorable que ayudaba a la gente, pero ningún héroe se mantenía para saber qué pasaba después de haber rescatado a alguien. Tal vez solamente era curiosidad para comprender qué pasaba después.

—¿Escuchaste? ¡Podré irme pronto!— Exclamó la chica sonriendo radiantemente lista para escuchar al doctor decir "Tal vez dentro de una semana podrás irte..." Pero ese momento no llegó, de hecho el hombre solamente levantó su vista de los resultados de los exámenes y con una gran sonrisa de felicidad les informo: "Actualmente no presentas complicaciones, y tu cuerpo está recuperado casi al cien por ciento, si no deseas quedarte puedes irte hoy mismo, necesitamos la habitacion para mas pacientes, asi que tu novio puede llevarte de vuelta a casa este mismo dia. Me informaron que los gastos del hospital fueron cubiertos por el gobierno, y que este chico se encargara de ti, así que, si te sientes lista puedes irte ya."

El doctor mantuvo esa sonrisa de felicidad, seguramente porque él entendía tus ansias por salir del hospital, y de alguna u otra manera podía sentir la suficiente empatía por ti para sentir la misma felicidad que tú sentías. Por otro lado, Midoriya solamente asintió escuchando atento a las indicaciones del doctor, y mientras tu te intentabas levantar, el doctor le explicaba al pecoso que deberían de hacer para lograr una recuperación máxima y cuáles medicamentos deberías de consumir para contrarrestar el efecto de las torturas químicas en tu cuerpo. Completamente preparada para mantenerte de pie, y salir al mundo exterior esperaste a que el doctor saliera de la habitacion para discutirlo con Midoriya.

—Nezu me dijo que cuando llegase este día tendría que guiarte a las instalaciones y presentarte a todos, pero nunca me esperaba que fuese hoy, y no estaba preparado para darte ropa,—Comenzó a hablar el chico algo pensativo respecto a con qué ropa te vestirán, ya que sobra decirlo, pero habías llegado prácticamente desnuda al hospital, por lo que ropa que te pondrías se suponía que el te la daria, pero realmente no estaba preparado para que salieras ese día. De cualquier manera, esa mente brillante siempre tiene un plan B. —P-pero puedo darte mi—mi uniforme deportivo. E-Está limpio, lo coloque en mi mochila cuando terminó de secarse esta tarde— Habló el pecoso tartamudeando a lo que la contraria asintió felizmente mientras esperaba a que Izuku le diese dicha prenda de ropa.

El pecoso alcanzó su mochila fácilmente y después de buscar dentro de esta un par de minutos le entrego aquel cambio de color azul, blanco y rojo. Muy americano si me permiten decirles. De cualquier manera, era todo lo que tenias por ahora, así que no había más que usar la ropa del chico.


Ansiedad -- Midoriya Izuku × OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora