—¡No puedo creer que la hayas asustado!— Regaño Sato a la joven de cabellos negros mientras la veía de una mala manera. Era casi evidente el hecho de que Fukui no era ninguna amenaza, pero, después de todo lo que siempre le sucedía a la clase 1-A, era bastante evidente que Hikari reaccionaría mostrando los colmillos ante todos los desconocidos que se le acercaran, y aun más ante un desconocido que entraba a las instalaciones de la Yuuei de aquella manera. Las posibilidades de que realmente atacará a la pobre y ansiosa chica de ojos cambiantes eran casi absolutas, pero, gracias a algún milagro, no paso nada, más que un gran susto a la pobre (Nombre) Fukui.
—Lo dices porque no tienes idea de qué es ser atacado, ¿sabes qué era lo que paso con Trece en las practicas? Era solamente un paseo por la tarde comparado con lo que nos pasó. No es ninguna sorpresa que reaccione de esa manera. Estoy alerta todo el tiempo. Los villanos no duermen, Sato. Somos héroes, deberías de saber eso, después de todo, arriesgamos nuestras vidas siempre, y no es ninguna sorpresa que este acostumbrada a mostrar las garras cuando hay una amenaza potencial.—Se defendió la chica mientras mostraba con ira el par de colmillos que escondía su dentadura. El contrario solamente paso una de sus manos por su rostro frustrado. Era de bastante mal gusto el haber hablado de aquella manera a una protegida por la Yuuei, y era aun peor defender estas mismas acciones, pero no continuaría con aquella discusión. Hikari tenia ahí un punto, por lo que seria simplemente estúpido el seguir discutiendo al respecto.
—No te preocupes, Sato. Le daremos un bolillo para que se calme, y Hikari se disculpara debidamente— Hablo Mina mientras sonreía y tomaba de los hombros a la amenazante chica. Se veía demasiado relajada para la situación, además de optimista, cosa que comenzaba a poner a Fukui un poco nerviosa. No es por ser maleducada o algo parecido, pero no estaba muy segura de como debería de actuar frente a una persona tan hiperactiva después de tanto tiempo. —Además, fue mi culpa por estar tan tensa frente a ella, dándole la responsabilidad de protegerme y poniéndola ansiosa con mi miedo.— Termino la chica de piel rosada, a lo que el contrario rodo los ojos y comenzó a caminar hacia la pobre de Shi, quien solamente escuchaba atenta a esta conversación mientras respiraba en una bolsa de papel, la cual, nuestra querida Mina le habia dado de broma sin tener en mente que realmente la usaría.
—Es-Estoy bien Sato— Hablo Shi recuperando lentamente el aire que se habia ido de sus pulmones. —Fue mi culpa. Tuve que presentarme con todos los de este edificio antes— Hablo la chica mientras que sus ojos cambiaban a un precioso tono de rosa, el cual demostraba de manera evidente que estaba avergonzada. Era vergonzoso el que Sato se haya puesto de aquella manera para defenderla, pero al mismo tiempo era vergonzoso el que ella se haya puesto de aquella manera solamente por una chica gritándole, quien solamente intentaba actuar según lo que la vida le ha enseñado anteriormente.
—Ese no es el punto, Shi. Hikari tuvo que haber actuado de otra manera más prudente frente a esta situación— Dijo el chico, a lo que la mencionada solamente soltó un claro y contundente "No es cierto, actué de la manera que debía, y, a menos que seas un veterano de guerra, te recomiendo callarte". Su tono, amargo y casi agresivo le dio otro escalofrió a nuestra querida protagonista. Esa era una mujer de temer. Hikari volteo a sonreír a Shi por ultima vez mientras caminaba nuevamente a los dormitorios para informarle a toda la clase acerca de la nueva chica, en especial a las mujeres, las cuales eran las únicas con las que, aparentemente, Fukui nunca habia tenido contacto.
—Chicos, ¿no han visto a la nueva chi...?—Habia comenzado Izuku, quien no logro terminar al ver la conmoción que habia en la sala común. Sus ojos fueron a Sato, quien estaba ofreciéndole un pan a Shi, quien, con una cobija en los hombros, se aferraba a la bolsa de papel en una de sus manos. Mina, por otro lado, solamente sonreía y hacia movimientos circulares en la espalda de esta mientras también hablaba. Era una escena extraña, considerando que Shi tenia los ojos rojizos y se veía un poco acalorada. Sus ojos naranja fosforescentes se movían de Sato a Mina, y de Mina al piso.
Midoriya negó con la cabeza levemente. El era el encargado de cuidar a Shi, y eso mismo haría. No tenia tiempo de lidiar con sus compañeros de clases en estos momentos, debía de hacer que Shi comiera algo, además de que no se veía específicamente bien considerando la gran atención que estaba recibiendo, y, por esta misma razón, se armo de valor y se acerco a pasos decididos hacia Fukui. El chico, antes de continuar con su misión, se arremango la camisa que tenia puesta, y tomo a la chica como si de una novia se tratase.
La albina con mechas rojas soltó un chillido completamente confundida mientras que sus ojos se tornaban de un precioso color amarillo, y, para aquellos que aun no logren entender el patrón de sus preciosos ojos cambiantes, el amarillo representa sorpresa contundente.
Por primera vez en mucho tiempo, Izuku hizo algo inesperado y valiente que ni siquiera el se esperaba. Se acercó a las tres personas sentadas en el sofá, levanto a Shi de este y comenzó a caminar. Ni siquiera la chica se lo habia esperado, y, de hecho, se asusto tanto que sus uñas se clavaron en el chico en el momento en que sus caderas se levantaron del sofá. El pecoso ni siquiera se inmuto ante esto, y, en lugar de reclamarle algo, se las ingenio para tomar las bolsas que habia traído la chica y retirarse a su habitación con Fukui en brazos.
—Nunca pensé que Izuku fuese posesivo— Murmuro Mina mientras veía como el joven de pecas seguía caminando.
—Yo tampoco— Corroboro Sato.
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Ansiedad -- Midoriya Izuku × OC
FanfictionEn la vida no hay segundas oportunidades, solo hay un final. Después de una larga estadía en una habitacion sin lograr ver el sol, Fukui finalmente es encontrada. Finalmente encontrara el significado de su esfuerzo y sufrimiento, la pregunta aquí es...