—Lamento el haber llegado sin avisar!— Dijo una linda chica de cabellos castaños combinados con cabellos grises mientras se quitaba una chamarra bastante acolchonada, al mismo tiempo que se quitaba sus zapatos y el pequeño gorro que poseía. Era un día especial, para ser específicos, era año nuevo. Traías un par de regalos en las manos bastante bien decorados los cuales serian igual de especiales para ambos Midoriyas. Siendo sinceros no eras de el tipo dramático y cursi, pero seria mal visto llegar a la casa de alguien sin nada en las manos, y mucho peor en año nuevo. Siendo sinceros, después de la ultima navidad que habían compartido juntos, la cual ninguno de los presentes recordaba a excepción de ti, las cosas se habían relajado mitologicámente en tu alma y en tu mente. No te sentías tan mal como la ultima vez, de hecho, estabas mas feliz de lo que podrías haber pedido.
Aquellos posters motivacionales de salón de clase tenían razón. Cuando cambias la actitud que tienes hacia alguna situación el resultado se mejora dramáticamente. No solo habías cambiado tus relaciones publicas ademas de tus amistades, si no que también habías cambiado tu humor y sentidos. Era como si finalmente estuvieses revitalizada después de tantos eventos en la vida que dejaste atrás.
Por el momento, te sentías bastante emocionada considerando que seria tu "primer" Año Nuevo con los Midoriya, los cuales te habían invitado amablemente a su morada después de que Izuku afirmara que no tenias algún otro lugar al cual ir, lo cual era mentira ya que muchos de tus compañeros te hubieran dejado pasar las festividades con ellos. Básicamente Izuku te había secuestrado, y había decidido que pasarías las festividades con el y su familia.
—Para nada! Nos alegra que hayas decidido pasar las festividades con nosotros, ademas Izuku me ha dicho que tanto esperaba poder verte este día, y no dejaba de hablar al respecto, deberías de haberlo visto!— Dijo la mujer sonriendo a lo que tu solamente sonreíste sintiendo como el color escalaba desde tus mejillas hasta tus orejas. Era simplemente encantador el escuchar que alguien hablaba de ti y deseaba verte con aquella intensidad como Inko describía que Izuku esperaba por ti.
—De verdad? No puedo creerlo, yo también estaba bastante emocionada si le soy sincera—Dijiste. Finalmente caíste en cuenta de las cosas que tenias en las manos por lo que sonriente le extendiste ambos regalos a la amable señora la cual, aunque tu no lo supieras, seria tu suegra. La mujer solamente observo ambas cajas envueltas en un papel dorado y plateado con un lindo listón de distintos colores a lo que ella asintió levemente. —Son para usted y su hijo,— Dijiste mientras dejabas que la mujer los tomara y sonriera sintiendo tu amabilidad y bondad, ademas de tu nerviosismo, el cual, a pesar de haber trabajado tanto en tu persona, había incrementado demasiado considerando de que ahora la gente a tu alrededor esperaba demasiado de ti.
—Oh, que maravilloso, los dejare debajo de el árbol, Izuku esta tomando un baño, dijo que quería estar presentable, puedes esperarlo en su habitación— Dijo la mujer a lo que tu asentiste mientras comenzabas a caminar hacia la habitación de el pecoso. Sentías como la calidez golpeaba tu pecho por lo que no paso demasiado tiempo antes de que tu corazón comenzara a latir demasiado rápido.
—Es la primera, la primera navidad para mi— Canturreaste aquella canción de Bob Esponja mientras entrabas a la habitación de el chico de cabellos verdosos. Al entrar pudiste apreciar como un cambio de ropa estaba esparcido por la cama, algo extraño pero no imposible. Por otro lado las decoraciones de la habitación estaban como las recordabas en aquel mundo que habías borrado. Los muñequitos de All Might categóricamente posicionados en los muebles y repisas para que se vean bien, las fotos de Midoriya y Bakugo cuando niños en la pequeña mesa de noche al lado de la cama de Midoriya, ademas de los zapatos organizados en un pequeño estante en la pared. Todo bastante lindo y organizado si te preguntan.
Finalmente, y después de haber curioseado cada una de las cosas en la habitación un pequeño foco se prendió figurativamente en tu cabeza. "Si tiene en su cama su ropa, significa que vendrá desnudo a su habitación!" Pensaste a lo que con rapidez intentaste huir de la escena, pero fue muy tarde. Cuando abriste la puerta la primera cosa que te encontraste frente a ti fue un Izuku con una toalla alrededor de su pelvis, la cual solamente cubría sus partes intimas. Antes de que pudieras decir algo tu vista lo vio de pies a cabeza deteniéndose un momento en sus bien formados abdominales, para luego subir a su cara completamente roja.
Ambos se veían fijamente a la cara mientras un sonrojo inhumano invadía completamente sus rostros, y si eso no fuera suficiente, una Inko mística y misteriosa apareció de la nada para tomarles una foto mirándose de aquella manera para luego exclamar entre susurros "Ira directo al álbum. Ay! Mi bebe ya tiene novia".
Tu solamente intentaste apartar la mirada, pero a que? Solo tenias la opción de ver al piso, al marco de la puerta o a Izuku, y ninguno de esos te quitaría de en medio de el cruce hacia la habitación del pecoso, el cual se encontraba en la misma situación que tu.
—Y-Y-Yo, seria mejor que m-me quite— Tartamudeaste mientras dabas un par de pasos para atrás dejando pasar al pobre y apenado chico dentro de su habitación. Nunca te esperaste que algo como eso pasara. La primera vez que hacían esto solo fue un beso gracias a Inko, esta vez era un taco de ojo tremendo, pero una situación incomoda y extraña para ambos.
[...]
—Lamento el haberte visto en... Toalla— Dijiste mientras mirabas al piso. El chico solo sonrió apenado mientras se sentaba a tu lado en el sillón observando la TV contigo, mientras que su querida madre estaba haciendo la comida.
—N-No fue tu culpa, no tuve que tardar tanto en la ducha, después de todo estaba esperando invitados...— Dijo el chico a lo que solo te quedo asentir.
—N-No te ves mal...— Dijiste aun sin levantar la mirada a lo que el chico volvió a sentir el rojo invadir y conquistar sus mejillas de manera rápida.
Antes de que ambos se dieran cuenta ya se estaban viendo fijamente a los ojos llenos de felicidad. Sus respiraciones chocaban con la de el otro, y sus instintos sabían que hacer. Veías aquellos ojos esmeralda iluminarse y cerrarse lentamente, mientras que por el lado de Izuku, el veía tus ojos heterocromaticos volverse rosas y ser cerrados lentamente.
" 5, 4, 3, 2, 1! "Gritaba Inko, pero aquellos gritos aun permanecían ajenos a los oídos de ambos adolescentes.
Finalmente ambos adolescentes juntaron sus labios en el momentos preciso de el grito de "Feliz Año Nuevo"que comenzaría un 2020.
ESTÁS LEYENDO
Ansiedad -- Midoriya Izuku × OC
FanfictionEn la vida no hay segundas oportunidades, solo hay un final. Después de una larga estadía en una habitacion sin lograr ver el sol, Fukui finalmente es encontrada. Finalmente encontrara el significado de su esfuerzo y sufrimiento, la pregunta aquí es...