En el preciso instante en el que la chica cayó en cuenta de sus acciones por lo que dirigió sus manos a su rostro para cubrirlo parcialmente con estas algo alarmada. Aquellos hermosos e inmensos ojos café miel se tornan rosados mientras sentía el color invadir sus mejillas. ¡¿En qué estaba pensando?! La Yuuei la había acogido, le había abierto las puertas a una completa extraña sin ningún tipo de problema y ella solamente llegó para atacar a los estudiantes de aquella manera. Llena de arrepentimiento y vergüenza la chica inmediatamente comenzó a parlotear diciendo que tanto lo sentía de manera acelerada y ansiosa.
—Lo lamento mucho, no fue mi intención, es solo que no estoy muy familiarizada con el contacto físico ¿Necesitas que te lleve a la enfermería?— Pregunto la chica mientras se regañaba mentalmente por hacer tal estupidez, incluso cuando no había sido completamente su culpa. Era evidente que después de haber pasado por tanto iba a atacar cualquier cosa o persona que intentara acercarse a ella. —Que atrevido de mi parte el hecho de invadir tu habitacion y luego estamparte contra el piso, realmente lo siento, fueron solamente reflejos— Continuó mientras ahora ofrecía su mano a el joven de manera amable mientras sonreía llena de vergüenza. Por parte del contrario, este vio como la hermosa y pequeña joven pretendía ayudarlo a levantarse, incluso cuando el era bastante más grande que ella. Siendo específicos, había una diferencia aproximada de veinticinco centímetros entre ambos, por lo que el chico solamente la vio un poco confundido y decidió pararse solo intentando no verse grosero ante ella, después de todo no quería tirar a la chica de ojos rosados.
—No, no, estoy perfectamente, solo me sorprendió el que hayas podido tirarme— Dijo el chico mientras rascaba su nuca y se encorvaba un poco para ver a la chica a los ojos. Sonreía de la manera más comprensible posible. Era una extraña manera de pararse, por lo que (Nombre) alzó una ceja, pensando inocentemente acerca de si el contrario se había lastimado la espalda.
—Lamento el haber irrumpido— Dijo la chica inclinándose un poco, como su mamá le había enseñado desde que tenía memoria. Hace mucho no se inclinaba, por lo que su espalda trono un poco. Suspiro resignada debido a la poca cooperación de su cuerpo con sus acciones y pensamientos, mientras volvía a levantar su vista y procedía a dar media vuelta, en donde ahora habían doce chicos mirando impresionados y algo confundidos. Aquel contacto visual prolongado género que sus ojos se tornaran naranja fosforescente mientras se encogía un poco en el mismo lugar.
—Lamento mucho el haberlos despertado, les prometo que esa nunca fue mi intención, creo que yo también debería de ir a dormir, y si no me equivoco tienen clases mañana, lamento la interrupción de su sueño— Dijo la chica en un intento de desviar todas las miradas de ella, pero logró exactamente lo contrario. Chicos como Kirishima, Denki, Ojiro, Tenya, y Sero la miraron sonriendo de la manera mas calida que pudieron, mientras en conjunto pensaban "¡Woah! Que educada, es como un angel" Solo que Tenya pensó algo mas como "Me alegra que tenga presente el sentido de la responsabilidad" Por otra parte Katsuki, la rubia musulmana favorita de todas, gruño con irritación y se fue a dormir. Claramente necesitaba un buen sueño de belleza para el día siguiente. Mientras tanto, la mayoría de los demás simplemente mantuvieron sus expresiones neutrales, pero todos, a excepción del que ya se había retirado, se mantuvieron en aquel portón esperando alguna otra acción de la chica.
—¡Shi! Me alegra haberte encontrado, tenias que haber dormido un poco mas, no estas en condiciones para andar por ahí tan despreocupada— Exclamó Midoriya abriéndose paso entre las distintas presencias en el lugar. Cubrió a la joven con una manta bastante preocupado mientras revisaba si estaba en perfectas condiciones con aquellos inmensos ojos esmeralda. Temporalmente, su trabajo era a (Nombre), y planeaba hacerlo lo mejor que pueda, después de todo la Yuuei lo encomendó a él.
—Lo siento mucho, Midoriya, pero tuve un problema y decidí que seria una buena idea dar un pequeño paseo alrededor del edificio, pero encontré esta puerta abierta... Lamento haberte causado molestias durante todo el día— Se volvió a disculpar la chica. Muy dentro de ella sabia que había un orgullo tan grande y evidente que no quería derrochar tantas disculpas a lo pendejo, pero no sabia que otra cosa hacer. Era algo nuevo para ella el socializar con un numero tan alto de personas, y de igual manera, era algo nuevo para ella el considerar que se sentía una farsa.
Los ojos de la chica se tornaron de un hermoso color gris bastante claro mientras sus orbes veían al piso por un momento. El silencio después de un momento se volvió demasiado sofocante para ella mientras que las miradas continuaban taladrando su ser, intentando descifrar qué era lo que estaba pensando o lo que sentía por lo menos. "Cambiará en poco" logró escuchar, pero aquella voz no parecía provenir de ningún lado, al contrario, parecía haber llegado con el viento y desaparecido por este mismo. Extrañamente, aquella voz parecía conocida, y no podía decir que se equivocara, de hecho, dentro de su pecho sabía que aquella oración tenía más sentido que su misma personalidad. Era algo difícil de explicar, pero fácil de descifrar, o por lo menos eso es lo que la chica suponía.
—Siento el haber interrumpido su sueño, lo siento mucho— Dijo la chica mientras comenzaba a hacer algunas reverencias mientras cerraba los ojos fuertemente. Era vergonzoso el tener que lidiar con tantas cosas, pero gracias a Midoriya los chicos comenzaron a dispersarse con una buena impresión de ti. Mientras tanto, tu solamente dejaste de inclinarte y miraste a Sato directamente a los ojos. —Lamento el inconveniente, espero poder llevarnos bien, pero no planeo tomar más de tu tiempo, ire a dormir— Termino Shi mientras se posicionaba mejor los lentes de sol que llevaba puestos. Al salir de la habitacion y regresar a la oscuridad la chica se sacó los lentes y miró a Midoriya avergonzada.
—Vamos a dormir— Murmuró el chico bostezando y tomándote por lo hombros. Evidentemente el no lo había hecho de una mala manera ni nada parecido, al contrario lo hizo para ayudarte a caminar nuevamente a la habitacion en la que te quedarías temporalmente. Si, seria extraño el compartir habitación con un chico, pero no pensabas estar calificada para tener una habitacion para ti sola de cualquier manera.
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Ansiedad -- Midoriya Izuku × OC
FanfictionEn la vida no hay segundas oportunidades, solo hay un final. Después de una larga estadía en una habitacion sin lograr ver el sol, Fukui finalmente es encontrada. Finalmente encontrara el significado de su esfuerzo y sufrimiento, la pregunta aquí es...