- Minimizan sus pecados, huyen del castigo..
Dos Historias, una chica con un secreto y un chico misterioso con un nombre fuera de lo común.
Solo la busca por diversión, o ¿eso cree el?
Al final...
Por más que quieran separarse son destinados a es...
Caminaba despacio, sin prisa. Quería enfrentar a mis padres pero, confieso el miedo a sus palabras.
Si, Me sentía cobarde.
Como mi vida dio un giro inesperado en tan solo días. Ahora las piezas del rompecabezas estaban unidas, podía comprender al fin, las terribles pesadillas que no me dejan descansar. Ahora entiendo, la ida a terapia y como cereza del pastel, un año de mi vida, olvidado.
Llegamos juntos a mi hogar, podía ver a los lejos, una patrulla estacionada afuera de mi casa.
─ Ve, ve con tus padres, están muy preocupados por ti.. ─ aseguró.
─ Me doy cuenta.
─ Habla con ellos, es hora que conozcas tu verdad, Dolerá. ─ confesó ─ pero te ayudará a ser fuerte y a darte cuenta, que nada fue tu culpa.
Asentí con un movimiento, y camine el resto del camino que falta a mi hogar, cuando llegue, me di cuenta que mis padres y mi hermana estaban fuera, parados junto a la puerta de entrada con dos policías, hablando.
En cuanto me acerque, mamá grito y se echo a correr en mi dirección, igual mi hermana y mi padre, se echo a llorar.
Las dos me dieron un fuerte abrazo. Y lágrimas caían de sus ojos rojos e hinchados.
─ ¡Elisa, Elisa.. Mi amor estas bien, gracias Dios Santo! .. ─ gritaba mamá con un llanto incontrolable.
Con sus manos, examina mi cuerpo, mis brazos, mi cuello, mi rostro. Al aparecer esto ya lo había vivido una vez.. Yo, yo solo podía mirarla, sin decir ni una palabra, no salían de mi boca ni una de ellas, no podía hablarle ni tan siquiera gritarle.
Poco después papá se acercó junto a esos dos policías, y empezaron a interrogarme.
No podía hablar.
Me llevaron poco a poco dentro de casa, me sentaron en un sofá.
─¿Qué pasó, Elisa? ─ susurro papá, angustia y miedo, sólo eso podía notar en sus palabras.
─ ¿Por qué, por qué me lo ocultaron papá? ─ una lagrima empezó a caer, papá contrajo su rostro, al darse cuenta de lo que me refería.
Mamá se llevó una mano a la boca, y su llanto fue más fuerte. Oía su respiración, estaba agitada.
Busque a mi hermana con la mirada y ella no estaba.
─ Señor, mañana podría llevar a su hija a la comisaría, cuando este más tranquila quisiéramos que nos contestara unas preguntas. ─ escuche la voz del policía..
─ Si claro, muchas gracias.
Papá los acompañó a la puerta, cuando se fueron, volvió conmigo, se incó delante mío, tomó mis manos. Mamá se sentó a un lado, y pasó un brazo por mis hombros dando un pequeño apretón, oía sus jadeos de dolor por el llanto, más cerca de mi.
─ Primero cuéntanos , ¿Qué te paso, donde estabas? ─ preguntó mamá.
─ ¡Necesitaba, ¡¿enterarme por otras personas, de mi verdad mamá!? ─ grite, mis ojos ya cansados de llorar, estaban secos.
─ ¡Elisa, por favor, era la única manera! .. ─ comento papá, alterado.
Estaba histérica, empezaba a sentir esa sensación, esa sensación que sentí en el departamento de Lucifer, me empezaba a faltar el aire, mi pecho subía y baja tan rápido...
─¡Elisa, cálmate! ─ rogaba mamá en llanto.
─ ¡¿Calmarme, enserio?!
─ Teníamos que hacerlo, Elisa. Era la única forma de hacer que dejaras de lastimarte, sufrías, sufrías demasiado y te lastimabas a ti misma hija. ─ empezó a contar papá, tomándome de las manos, mamá apretaba cada vez más fuerte su abrazo.
─ ¿Por qué no re.. recuerdo nada? ─ solloce.
─ El doctor Tomás, aplicó en ti una hipnosis, para que tu cerebro bloqueara ese año en tu vida. Lo siento hija, se suponía que no deberías enterarte jamás.. ─ confesó papá..
─ Necesito, necesito irme a mi cuarto, quiero estar sola.
─ No Elisa, no te dejaremos sola, iremos de nuevo con el doctor. Pero no vuelvas a repetir todo esto. ─ ordenó papá , con una voz firme y dura, eso la verdad, me sorprendió.
"¡¿Qué lo olvidara, así como así?!
Los miraba sin poder comprenderlo, había escuchado esas palabras, como si fuera un acto no tan grave, lo que había pasado conmigo. Lo decía como si nada, como si no estuviera herida y en shock por lo que me acababa de enterar. ¡¿Qué les pasaba a mis padres?!.
Me levante del sofá, y sin vuelta atrás, me dirigí a mi habitación, en cuanto cruce la puerta, sentí una presencia.
Los rayos del sol atravesaban la ventana, e iluminaban a la persona delante de mi, inmóvil. Mirándome fijamente, esperando mi reacción..
Estaba paralizada..
De pronto, tendió su brazo, en señal de que tomará su mano.
Lo miraba, miraba..
Y él suspiro.
Y sin pensarlo dos veces, me eche a sus brazos. Y llore, me desahogue.. Por que a pesar de todo, sigo siendo la tonta, ingenua y loca..
Que se enamoro, de un demonio..
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