Capítulo 34: Demonio.

1K 99 11
                                    

Post; Elisa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Post; Elisa

Tenía mi rostro y brazo sobre su pecho, abrazándolo. Su piel caliente, reconfortante y su olor que tanto me encantaba.

"No podía creer que me entregará a él, pero lo amaba con todo mi corazón"

Levante mi rostro, quería mirar sus expresiones y me sorprendí al darme cuenta que miraba al techo, serio.

─ ¿Te... Te sucede algo? ─ pregunté con temor, estaba tan serio y mi miedo era algo palpable.

Dirigió su vista hacia mí, y me regalo una hermosa sonrisa, con una de sus manos, me acaricio la espalda desnuda.

─ No, nada en absoluto.

Di un gran suspiro, aliviada a decir verdad. Traté de levantarme, pero sentí un fuerte dolor en todo mi cuerpo, hice una mueca al tratar de levantar mi brazo, Lucifer lo noto rápidamente.

─ Lo siento, ¿fui muy brusco contigo?

A decir verdad, me sorprendió su actitud, tan atento y amoroso, eso me recordó mis días en el hospital. Se que les aburre mis cavilaciones, pero a quien no lo sorprende la actitud de un demonio enamorado...

Aunque vienen a mi sus palabras, "que conmigo es diferente, solo conmigo".

Mire el reloj, colgado enfrente en la pared azul de la habitación, eran las 2 de la madrugada. No quería moverme, estaba tan a gusto con él. Aparte de que sentía dolor cada vez que hacía un movimiento, era soportable pero algo incómodo.

─ ¿Podrías acompañarme esta noche?─ le pregunté con duda.

─ Claro. Solo espero que tu madre no nos cache en la movida, si no tendré que usar uno que otro truquito para espantarla. ─ dicho eso, rio. Sus carcajadas eran tan contagiosas que reí también yo.

Hasta que reaccione, "¡oh Dios mío!". Con unos de mis dedos, le hice una seña para que guardará silencio.

─ Calla, cállate...

─ Bueno, solo porque no quiero que tu madre venga a arruinarnos la noche. ─ murmuraba bajo y sonreía de oreja a oreja.

─ Eres un... un... Demonio. ─ solté.

─ Si, ─ puso un rostro pensativo y sarcástico, claro. ─ eso soy.

Me levante de la cama, poco a poco. Mi brazo, que hace unos días estuvo enyesado, lo sentía a dolorido, pequeñas punzadas de dolor me daban en varias partes, intente bajar mis piernas pero también el dolor en mi pie recién recuperado era molesto. Me pare de la cama, tambaleando. Quería darme un baño, me sostuve de un cajonero que estaba a lado de la cama de visitas, me vestí con un camisón que momentos antes Lucifer había tirado al piso, y de pronto sentí un pinchazo en mi pierna, el dolor hizo que me doblará, con mi mano izquierda me sostenía de la cajonera mientras que con mi mano derecha, sobaba el lugar donde había sentido el dolor, justo debajo de mi rodilla, en mi chamorro.

Lucifer © (✔️Completa) #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora