Capítulo 35: Entrometida.

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Post; Elisa

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Post; Elisa

La puerta de mi nueva habitación se abrió, mi madre asomo su cabeza.

─ ¿Elisa? ─preguntó en un murmullo.

─ Estoy despierta ya, pasa.

Fue abriendo lentamente la puerta, y camino hacia mí, en paso lento. Al llegar se sentó en una esquina de la cama, y yo me levante poco a poco y me senté, sintiendo ese pequeño dolor de nuevo.

─ Primero que nada, hay que programar tu rehabilitación.

─ Si mamá, eso lo se. ¿Puedes encargarte tu de eso?

─ Claro, ─ respondió. ─ y por otro lado... ─ su voz era melodiosa, cantarina. Esbozo una sonrisa, que sólo significa una cosa, la gran fiesta del bufete de papá. ─ en 4 días es la fiesta de tu padre, quería preguntarte ¿Queras ir, hija?

─ ¿Puedo decir que no? ─ sonreí.

Mi madre borro la sonrisa de su rostro, y apretó sus labios en una línea fina.

─ No, Elisa. ─dijo al fin.

─ Entonces ¿Porqué me lo preguntas?, como si tuviera una opción. ─ hice una mueca de total disgusto, mi plan era ir a la dichosa fiesta, pero con la discusión con Lucifer, había borrado ese plan totalmente.

─ Solo para recordártelo, se que iras sola, así que te propongo invitar a algunos de tus amigos de la universidad, ¿piensas volver, regresando de las vacaciones?. ─ cuestionó.

Me quedé paralizada, la universidad. "¡lo había olvidado!". ¿Podré regresar?

─ Claro, mamá... ¿Crees que se pueda? ─ le pregunté emocionada.

─ Hablaré con tu padre y iremos hablar con él director, no creo que se oponga. ─ dicho eso, se levantó de la cama y me guiño un ojo, encaminándose hacia la puerta y antes de salir, volvió a decirme─ deberías hablar con tu hermana, a estado un poco rara.

Salió y cerró la puerta.

Me tire de nuevo en la cama, suspire pensando en Lucifer, estaba tan enojada con él pero ya lo extrañaba, a tan solo unas horas que lo había corrido. Me enrolle en las cobijas, mi plan era no levantarme de la cama. Tomé mi celular y mis audífonos, quería escuchar algo para relajarme y dormir otro rato, cuando escucho que tocan la puerta, pensando que mamá había olvidado otra pregunta inoportuna.

─ ¡Pasa mamá! ─ grite.

Pero la que entró no era mi madre, sino Angélica. Cerró la puerta y se acercó junto a mi, aún no me acostumbraba a mirarla con él cabello oscuro, y su rostro era de una total felicidad falsa.

─ Mamá quiere que bajes a comer, dice que eres una andrajosa y que te tienes que levantar ya. Deja de fingir que aún no te recuperas Elisa, por favor. ─ dijo, en tono de burla. No dejaba de sonreír y eso me daba miedo, la verdad.

Lucifer © (✔️Completa) #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora