Capítulo 41: Ser Oscuro.

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Post; Lucifer

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Post; Lucifer

─ ¿Te escapas conmigo? ─ preguntó.

Me quede pasmado, ¿Enserio lo preguntaba?... Sonreí.

─ Contigo... A donde quieras, mi amor.─ respondí.

Entonces... Me beso de nuevo.

Ella seguía arriba de mi, con sus brazos apoyados en mi pecho. Nos besamos con ternura, la abrace...

Se despegó de mi boca, aunque yo quería más. Más de ella, de su esencia exquisita, de su aroma a vainilla.

De pronto se levantó, quedando sentada sobre mí, me miraba con una gran y hermosa sonrisa. Lleve mis manos a sus caderas, entonces ella tomó su blusa y se deshizo de ella. Podía admirar cada centímetro de su linda y tersa piel. Tomó mi rostro con ambas manos, y se acercó poco a poco, dándome de nuevo un beso.

El beso tierno se fue transformando a uno apasionado, intentó quitarme mi camisa, la ayude. Me deshise de su sostén, tenía su pecho pegado al mío, mi mano la lleve a uno de sus pechos, lo apreté, gimió en mi boca. Besándonos arrebatados.

Y entonces... Paro.

Se despegó de mi boca, y se dirigió a mi cuello, acunándose ahí. Empecé a sentir una sensación mojada, y entonces unos sollozos después.

La separaba poco a poco, quería mirarla a los ojos. Pero no podía, se aferraba a mí, oía su sufrimiento tan cerca y sus lágrimas mojaban mi piel.

─ ¿Qué pasa bonita? ─ le pregunté al oído.

─ Es.. Es.. Estoy tan cansada de mi familia.

─ ¿Qué pasó ahora?

─ Ya lose todo de Angélica. Me duele no haberme dado cuenta de todo, ajena de la vida de esta familia. Lo siento por arruinar el momento.─ comentó entrecortadamente.

─ Ya no sufrirás, nos iremos. Te llevare conmigo. ─ le prometí.

Estire mi brazo y tomé la blusa que momentos antes se había quitado, se la tendí para que se la volviera a poner, tímida lo hizo.

Se bajó de mi, y se acurrucó a un costado, pase uno de mis brazos por debajo de su cabeza, la atraje más y con el otro la abrase. Le plante un beso en su frente.

─ Duerme, Elisa. ─ susurre.─ mañana será el fin de todo, mañana nos iremos.

°°°

La noche transcurrió tranquila, mientras Elisa yacía dormida entre mis brazos, yo pensaba en todos los detalles para incendiar ese lugar pero con la intención de que los ángeles no se dieran cuenta y los demonios emergieran, llevándose las almas sucias.

Y la verdadera muerte aparecería. Tal vez hasta el impostor y mataría a dos pájaros de un tiro.

Estaba tranquilamente observando dormir a Elisa, cuando escuché unos gritos provenientes de la planta de abajo.

Lentamente retire mi brazo y me pare de la cama, muy despacio para no despertarla. Me acerque paso a paso hacia la puerta de la habitación y la abrí con mucho cuidado...

Al parecer las voces provenían de los padres de Elisa y Angélica, agudice mi oído y entonces escuché todo.

─ ¡Me pueden explicar, ¿Qué es esto? ─ escuché que gritaba Angélica.

─ Algo que jamás debiste encontrar, ¿Qué hacías husmeando en nuestras cosas? Niña... ─ el tono de voz del padre era duro y nervioso a la vez.

¿De qué estarán hablando?

¡Por esta mierda, ¿Es que soy así?! ─ insistía Angélica.

─ ¡Dame, dame eso Angélica, ahora! ─ su madre le pedía algo, después se escuche un fuerte manotazo, tal vez le arrebato lo que quería.

¿Pero qué es?

─ No puedo creer hasta dónde llegaron por ser abogados reconocidos, hasta hace un momento me consideraba una mierda, pero ahora me doy cuenta que las mierdas y basuras son ustedes, por ustedes tal vez seas así, por ustedes tal vez Elisa hizo lo que hizo... ¡¿Quién madre, quién de las dos es la que está pagando o pagará?! ─ en cada palabra de Angélica, se escuchaba el dolor y el llanto, y en cuanto pronunció el nombre de Elisa, todo se derrumbó en mi.

Quería salir de aquella habitación y enfrentarlos de una vez por todas, acabar con todo y no esperar hasta la fiesta.

Pero no podía echar a perder mi plan.

Una voz me sacó de mis pensamientos... Era el padre.

─ No lo sabemos Angélica, por eso tratamos siempre de protegerlas a las dos, pasé lo que pase.

─ ¡LOS ODIO! no saben cuanto... ─ los sollozos de Angélica se escuchaban tan fuertes.

Después de eso último se escucharon pasos subir apresurados, cerré la puerta y volví a la cama con Elisa. No me había dado cuenta que se removida inquieta, tal vez en sueños escuchaba esos gritos...

─ Pensé que te habías ido. ─susurro aún con los ojos cerrados.

─ No, aquí estoy... Aún que tendré que irme pronto cuando amanezca pero pasare por ti en la noche e irnos junto a esa dichosa fiesta... ─ le murmure bajito, no sabía si hablaba en sueños o estaba despierta.

Abrió poco a poco sus ojos, respondiendo a mi duda.

─ Si, ven por mí como eso de las 7. No quiero irme con mis padres. ─ pidió.

─ Duerme, duerme de nuevo. Tengo que irme, pero estaré aquí cuando estés lista.

Cerro sus ojos, y la tape con esa cobija suya.

Salí por la ventana poco a poco, salte y aterricé en el patio, me disponía a irme cuando note algo por la ventana de la cocina.

Los padres de Elisa, hablaban con alguien. No se distinguía a la distancia, solo se veía una sombra alta y oscura. Pero lo sentía en mi, era algo malvado, algo inexplicable.

Solo alguien tenía esa energía, solo alguien que conocía perfectamente bien, pero era imposible.

Y de pronto aquella sombra desapareció. Los padres de Elisa, se dirigieron a apagar las luces encendidas y ya no pude ver más.

¡No puede ser, no! Espero por la noche todo salgo como lo planeado.

Y me dirigí a mi departamento, por la noche todo acabaría.

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Lucifer © (✔️Completa) #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora