THE LEGACY

CAPÍTULO 13

JISUNG P.O.V

La clase se estaba haciendo aburrida y solo era la segunda hora, por suerte en un cuarto de hora llegaríamos al descanso y podríamos salir un rato a tomar el aire. No sé para qué estudiaba, si mi futuro estaba escrito ya.

Yo jugaba con mi boli en la libreta y Jeno se liaba cigarros bajo la mesa, nunca prestaba atención y nunca lo haría pero como era el favorito, por guapo y simpático, jamás le llamarían la atención.

-Buenos días, profesor – saludó JaeMin desde la puerta de la clase.

Todos levantamos la cabeza a mirar como entraba con tranquilidad, con su sudadera de marca y unos tejanos negros ajustados.

-Llegas una hora y cuarenta y cinco minutos tarde – le avisó el profesor a su espalda, cuando él caminaba a sentarse al lado de Jeno.

-Bueno, podría ser peor – se encogió de hombros y se sentó en la silla, mirándolo sonriente.

JaeMin era dos años mayor que nosotros, pero había repetido dos cursos, era el segundo que cursaba el nuestro, pero como también tenía su futuro brindado en bandeja, le daba igual, tanto, que esperó una respuesta del profesor mientras se encendía un cigarro que le dio Jeno.

-En mi clase no se fuma – le llamó la atención y JaeMin rodó los ojos.

-Estoy al lado de la ventana, deja de tocarme los cojones y sigue con la clase, estaré calladito – le dijo dándole la primera calada.

JaeMin nunca cayó bien a los profesores, era guapo pero arrogante y un chulo de mierda, así que nunca lo quisieron, aunque a él eso le importaba bien poco.

-Veo tu futuro muy negro, JaeMin – le dijo acercándose para que le diese el cigarro.

Él rió con prepotencia, estaba hablándole sobre su futuro a un multimillonario, a parte de un asesino que llevaba la pistola bajo la sudadera, como Jeno, ellos dos siempre la llevaban.

-Te daré un par de de lingotes de oro cuando te jubiles – le guiñó el ojo, insinuando lo rico que era, aunque todos sabían que nosotros tres éramos bastante adinerados, pero no se hacían ni la menor idea de cuánto.

Apagó el cigarro en la mesa y lo tiró por la ventana, el profesor volvió a la pizarra, pasando por alto a JaeMin, al que chocamos la mano y el que era el centro de atención de todos, como siempre, si no era por una cosa era por otra.

La clase siguió durante los próximos cinco minutos con tranquilidad, JaeMin calladito, Jeno con sus cigarros y yo mirando por la ventana, porque no lograba concentrarme, tenía la cabeza en otras cosas.

La línea de mis pensamientos fue interrumpida por la puerta abriéndose de nuevo y el director y una chica nueva entrando por la puerta.

JaeMin se despertó de golpe al verla, ella iba con el pelo castaño y su tez blanca, vestía unos tejanos negros y un top rojo que realzaba bien sus curvas, parecía algo más mayor que nosotros pero era guapísima.

-Buenos días, os presento a Yiren, es nueva en la ciudad y por lo tanto en el instituto – la presentó el director - ¿quieres decir algo?

-No – contestó ella sonriendo y él asintió con la cabeza.

-Puedes tomar asiento – el director le mostró la clase, había varios sitios libres.

Ella sonrió más amplio y caminó con esos aires de superioridad que a ninguno de los tres nos resultaron normales, normalmente la presencia de JaeMin y Jeno imponía, aunque eran inofensivos y nunca se metían con nadie. Más sospechoso fue, que con todos los sitios que había, se sentase justo detrás nuestro.