EPÍLOGO

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RYUJIN POV

Los enterramos a todos el mismo día, menos a JaeHyun, que no teníamos su cuerpo, ni el de TaeYong, que nunca volvió, ni llamó, ni supimos nada de él, así que supusimos que también cayó y no pudo avisar.

La despedida fue de lo más duro, se había ido gente realmente importante para nosotros, familia y amigos que eran como familia también. Hubo llantos desgarrados de dolor, algunos se negaron a dejar la tumba y otros solo nos quedábamos quietos y éramos el hombro de los demás.

El entierro fue por la mañana y por la noche todos quisieron reunirse en la mansión y fuimos. Una parte de mi se echaba la culpa de no haberlos podido cuidar a todos, tal vez, si lo hubiese planeado todo mejor no habría pasado aquello, pero las cosas se torcieron demasiado.

-Hola, chicos – dije entrando la última de todos.

-Hola – dijeron todos con la voz apagada y yo los miré expectantes, yo no había convocado esa reunión, habían sido ellos.

-¿Pasa algo? – pregunté yo poniéndome en mi sitio de siempre.

-No – dijo YeJi negando con la cabeza – es solo que... ¿qué pasa ahora?

-No pasa nada – dije yo – hemos vencido, la Yakuza está a salvo y con todo su poder, volvemos a ser los mejores. Ya está, hemos ganado, chicos – dije yo sonriendo débilmente.

-Pero... - Lucas tragó saliva - ¿ya está? ¿no hay planes?

-No más planes, toca descansar, ahora tocan trabajos de mafias normales, tráfico, dinero, dinero y más dinero. Tal vez algún trabajo extra, pero nada comparado con lo que ya hemos pasado.

-¿Nos intentas consolar con que vamos a ganar más que antes haciendo menos trabajo? – preguntó Momo cruzándose de brazos.

-Me convences – dijo JaeMin sonriendo un poco - ¿vamos a estar tranquilos?

-Lo prometo, hasta que no venga alguien y lo joda todo, os prometo que no más muertes, ni entrenamientos de seis horas – reí un poco.

-Trabajos normales – repitió Lucas para asegurarse y asentí con la cabeza – pero, no lo hagas tú sola, ¿vale? – me pasó el brazo por los hombros – estamos bien jodidos, pero tú también.

-Y estamos todos aquí juntos – dijo DaHyun.

-Tía, te regalamos un cuadro – sonrió Sana.

-Claro que seguiremos todos juntos – froté la espalda de Lucas – pero ahora vamos a darnos un par de meses de respiro, en dos semanas acaba el curso y después os iréis de vacaciones o cualquier cosa – sonreí – Lucas y yo vamos a ir a hacer la inscripción de la universidad, que vamos tarde – miré hacia arriba para verlo y él besó mi frente.

-Dirás amenazar, porque como no dejes dinero ya no entráis a la Universidad – me dijo ChanYeol con los brazos cruzados.

-Pues eso – suspiré – e iremos trabajando poco a poco, recuperándonos hasta estar todos bien, barbacoas en el jardín de mi padre – sonreí – y aunque falte gente y siempre vaya a faltar, aún nos tenemos a nosotros.

-Claro, ya somos inseparables, hemos vivido una purga juntos – dijo JaeMin – quién diga que no nos queremos, miente – me rodeó también con su brazo.

-Buen trabajo, chicos – los felicité – hemos dado la vuelta al mundo y hemos vencido – sonreí.

-Somos increíbles – sonrió Sana abrazando a YeJi por la espalda – os quiero, chicos – apoyó la barbilla en su cabeza.

-¿Nos vamos a poner sentimentales? – preguntó Jeno.

-No – dijeron todos a la vez y rieron un poco.

-Vamos a casa, necesitamos descansar bien – les dije a todos dando un par de golpecitos en la mesa.

Ellos e acercaron a abrazarme, como si me diesen las gracias por estar ahí y que ellos lo estuviesen, aunque yo no tuviese ningún mérito, y después se fueron yendo a sus casas.

Yo salí de la mansión y me puse al lado de mi hermano, que miraba a mi padre desde lejos.

Pasé un brazo por su cintura y apoyé la cabeza en su hombro. Mi padre estaba al lado del coche del tío Junsun, se dijeron algo y se abrazaron con fuerza.

-¿Se va? – le pregunté a Jeno.

-Sí, lo ha perdido todo, se va y volverá en un tiempo – me dijo él con la voz ronca de tanto llorar – papá quiere que se quede, es una pena.

-Volverá – le dije yo viendo cómo se separaban.

El tío Junsun nos guiñó un ojo y se metió en el coche para irse.

Nuestro padre vino hacia nosotros y nos pasó un brazo por el cuello a cada uno para comenzar a caminar juntos hacia casa.

-¿Os apetece una hamburguesa? – preguntó él acariciándome la mejilla de manera juguetona.

-¿A ti te apetece? – le pregunté yo y asintió.

-Pues vamos – dijo Jeno girando la esquina para llevarlo a su hamburguesería preferida.

HOLAA

Aquí finaliza la historia, muchas gracias a los que habéis llegado hasta aquí, es una de mis novelas favoritas y me ha dado mucha pena acabarla. Aunque en realidad no acaba aquí, la historia seguirá, la pareja principal cambia totalmente, igual que la trama, aunque sigan metidos en la mafia.

También estoy ilusionada con esta porque es una pareja que me gusta mucho, os avisaré cuando la empieza a subir.

Muchas gracias por todo 😊

THE LEGACYWhere stories live. Discover now