Capítulo 6

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Tallo mis ojos y me desperezo sobre la cama luego de detener la irritante alarma de mi celular. Hoy, domingo, es mi primer día de trabajo en Manhattan's. Le expliqué a Lauren mi situación con la escuela, las audiciones y el acuerdo que tengo con mis padres, ella fue súper comprensiva con ello y me dejo elegir mis días de trabajo. Ahora son los sábados y domingos mis días laborales.

Dejo el cepillo de dientes en la cerámica del baño tras haberlo fregado contra mis dientes hasta que estén relucientes.
Luego de vestirme con mi ropa habitual, un crop top, en este caso blanco, y unos shorts de jean, salgo de mi apartamento y camino por la misma calle de siempre hasta llegar a la cafetería.

En el camino escucho música con mis auriculares. Mientras aprecio las melodías de Taylor Swift comienzan a aparecer dudas. ¿Hice lo correcto al aceptar el trabajo? No lo sé, tal vez todo hubiera sido mejor si solo perdía contacto con Lauren y ya. Ella tiene novio y por mas que no quiera, no puedo verla de otra forma. No puedo dejar de verla como algo más que solo una amiga.
En fin, necesito el trabajo. Seguramente con el tiempo dejaré de sentir esto por Lauren y podremos ser amigas.

Lauren: buen día, Camila! - me saluda emocionada, cuando me ve entrar al negocio.

Camila: buen día, Lauren. - sonrío.

Lauren: síganme los buenos. - imita al chapulín colorado haciéndome reír y camina hacia la cocina, yo voy detrás de ella. - aquí puedes dejar tus cosas. - señala un armario el cual tiene algunas mochilas y abrigos.

Camila: gracias - procedo a dejar mi abrigo.

Lauren: ¿cómo te llevas con la cocina? - me mira de lado.

Camila: lo suficientemente bien como para vivir sola... - me frunzo de hombros.

Lauren: muy bien, eso es suficiente para mí. - Camina hasta unas repisas, toma una especie de pisa papas y me lo extiende. - Camila, te presento al pisa café, pisa café, te presento a Camila. - lo tomo, sin saber bien como usarlo. - ves ese recipiente de allá? - apunta hacia un envase grande que se encuentra sobre un estante, el cual toma con sus manos y trae hasta mí. - aquí hay granos de café. Solo debes pisarlos hasta triturarlos. Está bien? - tomo el envase.

Camila: dalo por hecho. - Lauren sonríe.

Lauren: esa es la actitud. - dice entusiasmada. - yo estaré en la caja, cualquier cosa que necesites, puedes preguntarme. - asiento antes de que salga al mostrador, desapareciendo por entre las puertas vaivén de la cocina.

Decido concentrarme en mi tarea. Tomo el pisa café y comienzo a aplastar los granos en el envase. Esto requiere de más paciencia de la que pensaba, no es un proceso para nada rápido.

Oliver: fue mi primera tarea también. - me sobresalto con la voz del rubio. - tranquila, solo soy yo. - ríe inaudible.

Camila: eres muy silencioso. - bromeo. - así que también fue tu primera tarea? Hace cuánto trabajas aquí? - pregunto concentrada en demoler los granos de café.

Oliver: como... - piensa - algo más de un año y medio. - responde mientras empieza a batir algunos huevos. - te gustará aquí. La paga es buena y Lauren es genial como jefa. - mis labios forman una pequeña sonrisa involuntaria tras escuchar eso último.

Camila: si? - añado, mostrando interés.

Oliver: si, es como una amiga, sabes? Claro que cumple su rol de jefa cuando debe hacerlo pero fuera de eso es grandiosa. Creo que el hecho de que sea joven, como nosotros, nos vuelve más unidos. Tal vez si fuera una anciana las cosas serían más aburridas. - rio por la comparación.

Camila: si, entiendo. Mi antiguo jefe era un hombre en sus 50. No era muy simpático, la verdad. Creo que era un poco racista conmigo. - Oliver deja de centrarse en batir los huevos para mirarme por un segundo. - vengo de Cuba. - aclaro.

Oliver: pues esa es la clase de hombres con la que prefiero no juntarme. - ríe. - ¿sabía que eres lesbiana también? - dice indiferente.

Camila: qué? - dejo mi tarea para mirarlo, asombrada por su comentario. - yo nunca te había dicho que soy lesbiana. - frunzo en ceño.

Oliver: oh, vamos Camila. Puedo olerlo. - se frunce de hombros. - mi gayday es excelente, además, soy bisexual. Sé identificar queers. - me guiña un ojo.

Camila: ah si? Y cómo te diste cuenta? - pregunto curiosa.

Oliver: no lo sé, solo lo hice. Es como un sexto sentido. - ríe, contagiándome la risa.

Sigo pisando el café mientras pienso en los comentarios de Oliver. Es curioso como pudo estar tan seguro de que era lesbiana. Eso si es un verdadero don. Fue cuestión de segundos hasta que tuve una gran idea...

Camila: oye Oli, y como puedo darme cuenta si alguien es queer? - intentando sonar normal.

Oliver: no sé cómo explicarlo, solo lo sabes. Es un presentimiento. En mi caso es instantáneo. Me basta con pasar algunos minutos con alguien para saber si es queer o no. Hasta ahora siempre acierto. - presume.

Camila: y de quién supiste que es queer? - lo miro, impaciente.

Oliver: bueno, mucha gente que no conoces. Mi primo, el ex novio de mi mamá, mi sobrina, la novia de mi mejor amigo, oh Lauren también, tú, obviamente yo... - cuenta con los dedos.

Camila: Lauren? - finjo extrañeza.

Oliver: es más que obvio. Nunca pude confirmarlo pero dalo por hecho. - asiente, seguro de lo que dice.

Camila: ella me dijo que no le gustaban las chicas. - le hago saber.

Oliver: lo que uno dice no siempre es cierto, niña. - me mira con las cejas levantadas. - yo confío en mi don. - continúa batiendo los huevos. No respondo, solo sigo presionando contra los granos de café.

Bueno, ahora estoy más intrigada que nunca. Será que Lauren me mintió? Oliver parece muy seguro de lo que dice. Es todo tan confuso. En realidad ni siquiera debería estar preguntando esto sobre Lauren, no es de mi incumbencia. Además, ¿por qué debería confiar en el gaydar de Oli? Nada me garantiza que sea confiable. Ya basta Camila, si ella dice que no le gustan las chicas es porque no le gustan las chicas. Solo olvídala.

Silver.

Avenida Madison                                                      - Camren - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora